No podía dejar de mirar a Elise, aun seguía lejos y no podía acercarme a ella.
Ahora había alguien más en su grupito aparte del detestable de Bastien.
—¿Vas a comer? —pregunto Alban señalando mi bandeja— ¡Oye! Ya veo que te tiene tan entretenido… deja de mirar de esa forma pareces un psicópata.
Ignore a Alban y aprete mis puños al ver que Bastien tomo la mano de Elise.
¿Con que derecho tocaba a mi Elise?
—Le partiré la cara a ese imbécil —murmure a punto de ponerme de pie.
—¿Qué dices? ¿Estás loco? Pensé que habías recapacitado —dijo el dándole un mordisco al emparedado— te dije hasta que no cambies y te abras de corazón a Elise…
Solté un suspiro pensando por un momento en las palabras de Alban.
—Ya lo sé —dije poniéndome de pie.
¿Qué podía hacer?
Pedir perdón era lo que debía hacer primero que nada.
Pero ella no quería verme la cara.
El timbre sonó y nos dirigimos hacia el salón de química ni siquiera escuchaba a Alban que hablaba sin parar.
Tenía que aprovechar alguna de las veces que estábamos solos para hablar con ella.
<< Elise no quiere escucharte >>
Negue con mi cabeza frunciendo el ceño.
Levante la cabeza mientras la multitud comenzaba a esparcirse por el pasillo.
Hasta que un golpe en mi brazo me saco de mi imaginación.
—Lo siento —dijo la chica que nunca había visto.
—No te preocupes —intente avanzar, pero ella se quedó ahí observándome.
Mi mente estaba en querer entrar al salón y encontrarme con Elise.
—De verdad lo lamento Emeric —la mire al escuchar mi nombre— yo quería decirte que me gustaba mucho la pareja que hacías con Elise.
Justo en mi punto débil.
La pareja que hacías con Elise…
Pasado, porque ya no existía nada.
Asentí para luego pasar por su lado y entrar a la sala. Ni siquiera me había percatado de la extraña que había tomado asiento a mi lado.
—Este es su último año y por ende necesito que aprendan a trabajar en equipo —dijo el profesor mirando hacia el frente.
Mire a Alban que miraba a Marion que estaba en el otro lado.
<< Ridículos >>
—Se acomodarán de acuerdo con sus apellidos —dijo el profesor tomando un papel.
¡Bien! Nuestros apellidos casi siempre terminaban juntos.
—Fontaine y Fortier —me puse de pie al igual que Elise.
Y nos dirigimos hacia el anteúltimo banco para luego tomar asiento.
Observe cada movimiento pero ella actuaba como si yo no estuviese allí.
Gire mi cabeza mirando hacia donde se encontraba Alban.
¿Qué le pasa al idiota?
—Habla con ella —dijo solo moviendo sus labios.
Tenía razón esa era mi oportunidad perfecta para poder cruzar palabras con Elise.
Hasta que me percate de algunas miradas hacia nuestra dirección.
Nadie tenia idea de lo que pasaba entre Elise y yo. Y eso estaba más que bien.
Los tubos de ensayos ya se encontraban con el liquido haciendo efecto. Acomodé mis gafas de protección y empecé a tomar nota o eso pretendía.
Era inevitable no mirarla.
Como fruncia su nariz al enojarse apretaba sus labios y a la vez empezaba a borrar todo lo que había escrito en su cuaderno.
—Estem —dije sintiendo por un momento los nervios aparecer.
¿Qué ocurre contigo? ¡Es Elise!
Y fue en el momento que me miro a los ojos. De repente mi corazon empezó a latir con rapidez.
—No creas que trabajar contigo sea lo mejor que me paso en el dia —sus palabras eran como dagas atravesando mi pecho.
Mi Elise… ahora ya no era la Elise que radiaba luz.
Otra vez la estaba dejando ir, los minutos corrían y ella ni siquiera me miraba a los ojos.
—Hay que terminar este trabajo para mañana —dije buscando su mirada.
—Lo se, tú has los primeros puntos y yo hare los otros dos —dijo sin siquiera mirarme mientras guardaba sus cosas.
<< Di algo >>
Ella tomo su mochila y se dirigió hacia la salida saliendo junto a los demás.
—¡Elise! —exclame siguiéndola.
Todos se dirigían hacia la cafetería y ya nadie quedaba dentro del salón.
Elise se detuvo y se volteo a verme, varios que pasaban por nuestro lado nos miraban con curiosidad.
—Te dije que no quiero hablar contigo deja de insistir —dijo sin mirarme y dejándome con las palabras en la boca.
Elise se iba alejando cada vez más.
¡No dejes que se vaya!
Quise avanzar pero una figura apareció en frente mío impidiendo mi paso.
—No entiendo porque sigues insistiendo —Bastien me miraba con enojo.
¿Y este imbécil?
<< Contrólate >>
—Tu no sabes lo que siento por ella no tienes la maldita idea —dije ya harto de que el impidiera que me acercara a ella.
—¿Qué es lo que no entiendes? ¡Aléjate de ella Emeric! —dijo mirándome con el ceño fruncido.
El no podía impedir que me acercara a Elise y el era el menos indicado para decirme lo que debía hacer.
Observe a Bastien inhalando y exhalando, no podía dejarme llevar por el enojo debía mantener la calma.
—¡No lo hare! —exclame al ver que el seguía ahí.
El se cruzó de brazos mirándome como si estuviese loco.
—¡Si soy una mierda! ¡Y lastime a la persona que más amo! ¡Golpéame si quieres hacerlo pero no me rendiré hasta que ella sepa que estoy arrepentido de todo el daño que le hice —dije hablando con rapidez.
Bastien me miraba con el ceño fruncido como si analizara cada palabra que acababa de salir de mi boca.
—¿Qué piensas hacer? —preguntó con seriedad— digamos que no confío en tu palabra en el caso que lo hiciera. ¿Qué pretendes hacer?
Su reacción no era la que me esperaba pero había hablado desde lo mas profundo de mi ser.
Sentía por primera vez como mi lado sensible tomaba el poder de mis palabras y pensar.
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Editado: 22.07.2024