Terminamos de limpiar y empezamos a realizar los informes.
—No es conveniente que sepan lo que estamos tramando y mucho menos deben enterarse de que estamos detrás de ellos —dijo Emeric mientras escribía en su computadora.
—No nos prestan tanta atención creo que eso será algo a favor —dije recordando la poca importancia que le daban a nuestras opiniones.
Las horas pasaron hasta que el atardecer comenzó a observarse detrás del gran ventanal de la sala.
Me puse de pie y Sali por la puerta trasera que daba al porche, que tenia vista directo al anaranjado cielo.
Abrí mis ojos sorprendida al encontrarme con una vieja hamaca de madera.
Tome asiento apreciando el horizonte en ese momento a mi mente vino Emeric y en la tranquilidad que nos rodeaba a pesar de todo lo que estaba ocurriendo.
—Al fin bajo un poco la temperatura —dijo el tomando asiento a mi lado— detesto el calor.
—¿Qué va a pasar si nosotros no hacemos nada al respecto? —cuestione mirando el cielo anaranjado.
—He pensado en eso tantas veces aunque ahora es diferente —dijo haciendo una pausa— a pesar de que sigamos bajo su poder al menos se que te tendré a mi lado.
Gire mi cabeza mirándolo sorprendida por lo que acababa de escuchar.
—No puedo creerlo ¿Acaso el calor de este lugar te afecto la cabeza? —pregunte entre risas.
Emeric frunció el ceño y se puso de pie para volver a entrar a la casa.
<<Eres una tonta Elise>>
Me golpee mentalmente por reírme en ese momento. Me puse de pie rápidamente para entrar a la casa, no lo pensé mucho y corrí hasta Emeric para envolverlo entre mis brazos.
—Lo siento no quise reírme de ti Emeric —dije cerrando mis ojos y abrazándolo con fuerzas— quiero que sigas confiando en mi y que puedas compartirme lo que sientes y piensas.
El estaba duro como una piedra mientras yo abrazaba su rígida espalda.
—Perdóname…
—Oh esto te saldrá muy caro Elise —el se volteo y me levanto en sus brazos para tumbarme en el sofá.
El empezó a hacerme cosquillas, y las risas empezaron a escucharse por toda la casa.
—¡Ya detente! —dije tratando de dejar de reírme.
Hasta que el se detuvo y se quedó observándome durante unos segundos, como si estuviera escaneando todo mi rostro.
La posición en la que nos encontrábamos no había lugar para un espacio entre nosotros.
Sentía mis mejillas arder de sentir que el estaba tan cerca de mí.
El se hizo hacia atrás y tomo uno de los almohadones del sofá para ponerlo sobre su regazo.
—¿Qué podemos comer? —pregunto para luego encender el televisor.
Lo mire edxtrañada por su repentina reaccion pero solo me sente a su lado.
—Podemos preparar una pizza —me puse de pie para dirigirme a la cocina.
Por supuesto que sabia hacer una pizza, era una de las pocas recetas que había aprendido en mi estadía con mis familiares de Italia.
Revise la heladera y cada uno de los estantes, para asegurarme que teníamos todos los ingredientes para cocinar.
—¡Tenemos todo para cocinar! —dije sonriente.
El apareció en la cocina mostrando una sonrisa.
<<Me encanta tu sonrisa>>
A lo lejos me percate que había encendido el reproductor de música.
—Creo que un poco de Taylor Swift esta bien para esta noche —dijo el para luego quitarse la camiseta.
—¿Piensas cocinar así? —pregunte levantando una ceja observando disimuladamente todo su torso.
—¿No te gusta? —pregunto el con una picara sonrisa.
Aparte mi mirada para tomar el paquete de harina entre mis manos sintiendo el calor en mis mejillas evitando que cualquier pensamiento me llevara a decir algo.
<<Por mi puedes quitarte todo>>
¡Contrólate Elise!
Hasta que se colocó uno de los delantales de la señora Nadine y se acercó a mi.
Mis manos estaban empapadas de harina, en ese momento tenía puesto un short y una remera que dejaba al descubierto mi abdomen.
Hasta que senti sus dedos rozar mi espalda baja que estaba al descubierto.
No podía creer que con ese simple roce deseaba tener a Emeric mas cerca de mi.
—¿Sabes hacer una pizza? —dije al ver que estaba a punto de meter las manos en la harina.
—¿Con quien crees que estas hablando? ¿Con el tontito de tu amiguito? —dijo el haciendo referencia a Bastien.
Lo observé y solté una risa al ver que lo había dicho con total seriedad.
—¿Sabes que Bastien está interesado en Lilian?
El levanto una ceja y miro a la mezcla donde estaba el agua con la levadura.
—Que rápido se olvido Lilian de Simon —dijo el revolviendo la levadura.
—¡Oye! Tu amigo le rompió el corazon a mi amiga —dije defendiendo a Lilian— el se fue y no le importo lo que ella sentía.
—Pero el de todas formas la amaba de hecho fue Lilian quien lo termino —volví a mirar a Emeric.
¿Cómo que Emeric sabia el chisme completo antes que yo?
—Lilian dijo que fue al revés.
—Mujeres… —dijo el dando un suspiro— Simon le dijo que iría por intercambio y que regresaría antes de que finalice el año y pensó que Lilian lo apoyaría.
¿Acaso Lilian no amaba tanto a Simon como decía?
—Yo no podría hacerle eso a alguien que amo —dije dejando de amasar.
—Quizás lo dejo de amar solo eso —el paso su mano por mi brazo hasta llegar a mis manos que estaban hundidas en la masa— o nunca lo amo.
Observe a Emeric por lo que acababa de hacer y el solo sonrió y se colocó detrás de mi.
—¿Sabes cuál es el secreto de la pizza? —dijo el mientras movía mis manos con las suyas.
Aun trataba de procesar aquel momento pero las palabras no salían de mi boca.
—¿El amasado? —dije tratando de que no se note mi nerviosismo.
—No…—el hizo una pausa y hubo silencio.
Tenia mi cabello recogido por lo que sentía su respiración muy cerca de mi cuello, hasta que sin pensarlo sentí sus labios posarse con delicadeza sobre mi piel.
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Editado: 22.07.2024