XIX

Después de aquella noche venía la gran cena esperada por nuestra linda, hermosa y adorada mamá.

Mamá se estaba decidiendo sobre que vestido ponerse entre uno color coral y el negro. Mi hermana me estaba dando una sesión de moda y papá solo se estaba poniendo su corbata con bastante aburrimiento.

Mientras yo me decidía por el vestido que me iba a poner, mire como mi hermano pasaba y puse una cara de horror al ver lo que tenía puesto al igual que mamá, así que ella hizo el gran milagro de regresarlo a que se gusta mejor.

Osea...¿Le gusta esa chica y se viste de lo peor? bueno es Jett, normalmente no le importa mucho que se pone o no, jamás le ha importado la opinión de los demás.

Jett se va al baño disgustado y a los pocos minutos veo como mi hermana lo lleva de la muñeca y se pone a buscar entre la maleta de papá a buscar ropa decente para el. Lucy le dio una camisa y el pantalón y yo me dije en lo mío.

—Tu también tienes problemas ¿verdad? —dijo Lucy cruzada de brazos.

—¿Que comes que adivinas Lucy?

—Ay mira... Amaneciste chistosita. —me miro sería y me dio el vestido blanco que tenía en frente mío y me llevo al otro baño que había. La verdad no entendía porque tanta formalidad, no es como que Jett fuera pedirle la mano a esa chica.

Me puse el vestido blanco de tirantes que se pegaba perfectamente a mi cintura y que estaba arriba de mis rodillas, salí del baño y me puse un collar blanco de estrellitas que una vez mi mamá me compro por mi cumpleaños, junto con unos pendientes que hacían juego, mi hermano se fue al sofa y nos observo junto a papá que ya estaban listos.

Mientras tanto mi hermana llevaba un vestido corto y pegado como lo que es clásico de ella y mi mamá un vestido largo de un hermoso color coral y tirantes gruesos, la verdad es que se veía hermosa.

Cuando estuvimos listos nos salimos de la habitación y del hotel, mamá como la precavida que es, se pone a observar a cada uno de nosotros en especial a Jett que el iba a traer a Elia.

Si así se llamaba, realmente nunca había escuchado ese nombre en toda mi vida pero era lindo y único o poco común, sin embargo mi hermana se checaba con frecuencia si estaba linda.

—Deja de preocuparte si estas bien o mal Lucy, siempre estas perfecta.—puse los ojos en blanco y sonreí.

Vi a mamá sonreírle a Jett y decirle algunas palabras y acariciarle sus mejillas suavemente mientras mi hermana de la nada me abrazaba fuerte.

—¡Ay..!—me queje.

—A veces eres tan linda ¿Sabias? Creo que es la primera vez que me dices algo tan lindo.

—Eso no es cierto.—la mire con duda.

—Bueno tienes razón, ya vez soy algo olvidadiza.—sonrió con inocencia y me soltó.—Tu también eres perfecta Sara, la persona que llegue a estar contigo, tiene tanta suerte.

—Lo mismo digo.—sonrió.

—No, yo no, yo soy alguien un poco más libre, no me gusta el compromiso, por eso no estoy hecha para casarme. Pero ustedes si, Jett y tu son todos unos románticos y necesitan a alguien que les de protección y felicidad infinita.

¿Desde cuando Lucy se había vuelto tan cursi?

—Gracias pero ¿Por que no te gusta el compromiso?

—No me gusta estar atada a nadie, no es mí estilo, me gusta estar de aquí para allá o de allá para acá, no se una relación para mí es como una responsabilidad. Estar al pendiente de alguien si te escribe o no, de mantener la relación a flote, de muchas cosas y no es para mí. Me gusta lo que soy y te aseguro que de mí no va a haber descendencia. —dijo muy segura de si.

Solo sonreí y mire que Jett ya se estaba yendo y nosotros era turno que nos fuéramos a aquel restaurante.

Mamá y papá iban atrás de nosotras platicando y de vez en cuando besándose y Lucy y yo solo caminabamos y por alguna extraña razón me acordé de Jason de nuevo.

Desde que le di la lista de mis libros y que fue por su supuesto cargador no ha vuelto escribirme, cosa que ya llegó a preocuparme y mucho. El no parece el chico que parece desaparecer así porque si, tal vez le castigaron el celular o no se.

Seguia caminando mientras pensaba en Jasón y Lucy llamo mí atención al abrazarme del hombro.

—Hermana... Ve pensando en tus cinco libros, al parecer quien salió perdiendo fui yo.—sonrió un poco—lástima si quería el kit.

Sonreí y la abrace también, si ella me compraba mis cinco libros yo le iba a comprar su kit, la verdad se lo ganó. Ha sido mejor hermana, es más cariñosa y comprensiva, más sincera y honesta. Se lo merece aunque a veces tiene sus arranques arrogantes pero la verdad ha mejorado mucho.

Se lo voy a comprar cuando tenga suficiente dinero porque los libros no son nada baratos.

—Bueno, me alegra que seas mejor perdedora. —sonreí divertida

—Algún día, algún día Sara.—sonrió y me abrazo más fuerte.

Llegamos al restaurante donde ya teníamos reservación, pasamos a nuestra mesa que estaba decorada de un mantel blanco muy detallado junto con su centro de mesa que eran unas rosas rojas.

Nos sentamos y esperamos a la pareja protagonista, así que me senté a lado de Lucy, papá y mamá se sentaron a hacía otra esquina y guardamos dos espacios para Jett y Elia.

Lucy se puso a ver su teléfono y yo también.

Quería ver si Jasón ya había respondido, la realidad es que no, de hecho desde esa vez no se volvió a conectar. ¿Que habrá pasado? Me mataba la curiosidad.

En eso me mando un mensaje Valeria.

Valeria ♥︎

Sara...
Clark se metió en golpes con el chico de aquella vez.
Te lo quise decir mientras estabas afuera de la ciudad.

¿Que!? Pero ¿Por qué? No entiendo.

Yo:

¿Sabes por qué?

Valeria ♥︎

Ni idea, estaba yendo a tu casa porque me dijo Jeremy que te entregará algo debajo de tu puerta, así que mientras caminaba vi como Clark se estaba dando de golpes con ese chico.
El chico solo se estaba defendiendo y aparecieron dos sujetos detrás de ellos que los separaron. Vi que Clark tiraba un teléfono en frente de el y lo maldecia.