Llamaron a un taxi para ir a casa. Pamela se durmió durante el camino, a poca distancia para llegar a casa, Abel recibe una llamada indicando que Alex se encontraba en el hospital. Mira hacia Pamela y le pide al conductor que lo lleve hasta el hospital. Pamela levanta el rostro y se percata de que no iban con dirección a la casa
Al auto detenerse se bajó corriendo. Entró al hospital. Preguntó por Alex Lautrec. Abel logró alcanzarla cuando ésta estaba en el ascensor. Subieron hasta el séptimo piso, caminaron hasta la habitación 324 donde estaba Alex. Entró y le dio un fuerte abrazo, susurrando a los oídos:
Alex no le respondió ni una sola palabra.
Alejándose a una distancia media le dice:
Con los ojos llorosos y una mirada hacia el abismo salió de la habitación. Se dejó caer a la orilla de la puerta sosteniéndose en sus rodillas y las manos en el rostro. Abel miró a donde estaba Alex con una gran desilusión. Se retiró de la puerta y se acercó a Pamela, ella se dejó caer en sus brazos sintiendo un gran alivio.
Aun no creía que estaba en el hospital, no se explicaba cómo perdió el control del auto, en el momento que parecía haber tenido las respuestas a la tragedia de su familia. Otra vez se encontraba perdido en sus recuerdos. Rodeado de aparatos que le causaban un fuerte dolor en el lado izquierdo de la columna y en el pecho. Su mirada era constante hacia el cielo mientras su rostro era iluminado por los rayos del sol que traspasaban las azules cortinas de las ventanas del hospital.
Muchas gracias por leer este libro...
Espero que le haya gustado.
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tristeza y pasado, triste dolor y recuerdos, tristeza y preguntas sin respuesta
Editado: 13.09.2020