Congelados

Capítulo único

—¡Congelada!— grito con entusiasmo el menor.

Morena cayó de rodillas ante el leve empujón de su hermano, ignoró el echo de que casi cae al piso, siendo detenida por la red y se concentró en el juego.

Siempre había sido una niña muy competitiva y está vez lo sería el doble, pues entre todos los niños acordaron que el que perdiera, tendrá que repartir su bolsita de golosinas entre todos.

Agustín congeló a su hermana en un lugar beneficioso para el, en donde a sus amigos se les complicaría rescatarla debido a la red y en donde el podría congelar fácilmente a cualquiera que intentará pasar por la pequeña puerta.

La niña observó como su hermano se iba para congelar al resto y ver a todos correr era lo único que podía hacer, por lo menos hasta que alguien la descongelara. Pero parecía que eso no pasaría nunca, pues cada vez que uno de sus amigos intentaba rescatarla, llegaba su hermano para perseguirlos.

Empieza a ponerse nerviosa, pues nadie a podido rescatarla todavía y sus golosinas corren peligro. De pronto escucha a su mamá, que desde la otra punta del salón, llama a los niños para la piñata.

De inmediato todos los menores corren cual animales, se dirigen hacia el patio, mientras se empujan y se pegan. Morena se queda ahí, estática, definitivamente no piensa moverse, no quiere perder.

Seguir en el juego le parecía buena opción, porque probablemente sus amigos se darían cuenta de su ausencia y aprovecharían para salvarla, ¿no?.

No, la respuesta fue no, ellos nunca aparecieron y sus padres tampoco. Todos se fueron, dejándola en aquel pelotero ya desinflado y en ese salón oscuro. No hay nadie con quien jugar ahí, pero ella sigue Congelada.

Al pasar los meses nota la ausencia de algo más, en ese lugar no hay amor de mamá que pueda tener. No puede pasar tiempo con su hermano, ni jugar con sus amigos. Ya empezó a extrañar a sus seres queridos.

Al pasar los años se empieza a preguntar cuanto tiempo de clases a perdido, su conocimiento es casi nulo para su edad actual y su cuerpo se desarrollo increíblemente mal.

Y después de tanto tiempo, ella sigue ahí, congelada y de paso muerta. Lo único que queda es un cadáver en putrefacción, un cadáver que se perdió toda la vida y que utilizo su limitado tiempo de manera ilusa….

Agustín, el niño que condenó a su hermana congelando su tiempo, decidió ir a buscarla para que no se perdiera la piñata y al tocarle el hombro, esta se estremeció. Morena no había visto a su hermano, estaba demasiado concentrada en su loca y rara fantasía de ser olvidada.

Cuando su hermano le dijo de ir al patio, ella se lo pensó. Seguía sin querer perder, ¿pero valía la pena perder tanto tiempo como en su fantasía, solo por las golosinas?.

Al final optó por ir a la piñata y pasar un muy buen rato junto a sus amigos.

 



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En el texto hay: fantasia, misterio, terror

Editado: 10.03.2024

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