Adusias e Israfil se miraron fijamente. Aún no podían creer que sus poderes estuviesen nivelados. Israfil no podía entender cómo es que la integridad de Adusias seguía intacta, luego de interactuar con un ser de la oscuridad y adquirir parte de su poder. Y tampoco comprendía cuáles eran las intenciones de Belcú en proporcionar ayuda a Adusias. ¿Acaso quería el poder de Shael? ¿Para qué, si era incluso más poderoso que un habitante del sol?
La batalla comenzó. Los seres energéticos lanzaron cúmulos de energía a Adusias, pero él los absorbió a todos con su escudo. Era como si tuviese un agujero negro compacto.
Varios energéticos se abalanzaron sobre él, pero Adusias los atravesó a todos y, de esta forma, "desaparecieron" fácilmente. Israfil fue como para atacarlo, pero Ramiel y Shenar lo detuvieron.
Al decir esto, empujó a Ramiel y Shenar y fue directo hacia Adusias, a quien le dio un puñetazo en la cara.
Por el impacto, Adusias se estrelló contra el suelo y desintegró las flores de pétalos multicolores que cubrían la pradera. Pero solo una se mantuvo intacta. Era la flor que plantaron Israfil y Shael en el pasado, con la vana esperanza de ver nacer a un nuevo ser energético puro.
Su expresión se volvió grotesca, tanto que Israfil pensó que se topó con un ser material puro que solo pensaba en sí mismo y despreciaba al resto.
Por inercia, ocultó la flor con su cuerpo. Pero Adusias se fijó en esa acción y enseguida le entró la curiosidad.
Israfil formó con sus manos una espada de fuego cósmico y fue directo hacia su contrincante. Adusias hizo lo mismo. Ambas espadas chocaron y provocaron un impacto impotente, que todos los energéticos fueron expulsados por los aires y se estrellaron lejos de la batalla.
Shenar y Ramiel se sorprendieron por los poderes de ambos. Habían escuchado que Israfil era uno de los energéticos más poderosos de su mundo, pero era la primera vez que lo veían en acción.
Ambos siguieron observando el combate. Muchos energéticos lanzaban sus energías a Israfil para que pudiese resistir la batalla. Israfil, al recibirlos, le brindó a su espada de máxima potencia y siguió golpeando la espada de Adusias. Adusias, por su parte, empezó a lanzar cúmulos de energías negativas a varios rincones, desintegrando la consistencia del paisaje y volviéndola cada vez más inhóspita.
Israfil lo hizo y se sorprendió al hallarse en un valle rocoso, sin los animales ni las plantas que tantos años habitaron el lugar. Era como si el apocalipsis se hubiese acelerado con la presencia de Adusias y su nuevo poder.
Adusias aprovechó la distracción de Israfil y le golpeó a la cara. El impacto hizo que cayera al suelo y, así, revelara la flor que intentaba proteger.
Movió su espada en dirección a la flor, pero Israfil contraatacó. Ambas espadas chocaron y se les escaparon de las manos. Adusias pateó a Israfil y éste se colocó encima de la flor, a modo de protegerlo.
Por alguna razón, Israfil recordó la vez que conoció a Shael. No sabía el porqué, en esos momentos, le vino a la memoria ese día. Solo sabía que, en aquel entonces, quería derrotarla y destruir el "mito" de que Shael descendía de un ser de luz, dado que eso le parecía prácticamente imposible. Pero no podía tocarla. Cada vez que lo intentaba, un aura dorada la cubría por completo y repelía sus ataques. Al final, ella le dio un golpe en la cabeza y lo inmovilizó con su poder. Él pensó que lo castigaría, pero ella solo le sonrió. Y fue una de las sonrisas más hermosas que había visto en su vida.
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Editado: 19.11.2022