Conmigo

III

La biblioteca se había vuelto mi refugio, en el lugar en donde algo parecido a la paz me llenaba. Es como si esa habitación me teletransportara y me hacía olvidar que estaba encerrada; era efímero pero lo valía .

 

Una semana pasó desde la última vez que tuve interacción con él , que había sucedido en esa misma habitación; desde que le había soltado sus verdades no me había dirigido la palabra sin embargo cuando salía de la habitación hasta la biblioteca sabía que me miraba , no despegaba sus ojos de mi ni un segundo, como si me admirara, haciéndolo en silencio , pero lo hacía.

Era un nuevo día, la luz se filtraba dulcemente por mi ventana haciéndome despertar de mis sueños ,la segunda burbuja que tenía. El libro que actualmente leía se encontraba en mi mesita de noche, acostumbraba a leer después de despertar pero hoy curiosamente decidí tomar una ducha primero, mi rutina se basaba en eso,despertar, bañarme , leer y dormir. Día tras día.

Mi mente siempre maquinaba planes, estrategias para poder salir, escapar, huir como sea que quisieran llamar a mi valentía..o tal vez cobardía.

Negué , como si eso logrará que mis pensamientos desaparecían, era muy temprano para empezar a estresarme, por lo general lo hacía cuando estaba en la biblioteca.

Me levante de la cama. Mis manos alisaban el vestido de seda que tenía puesto, la última vez que use pantalón y suéter fue la última vez que hablamos, el día siguiente a ese me fui a bañar , dejando esa ropa en la cómoda y cuando salí no había rastro de ella, simplemente se esfumó y siendo sincera no me sorprendía. Tenía la pequeña sospecha que eso era una clase de "castigo".

 

 

 

 

Al salir del baño ya vestida y con mi cabello mojado;distinguí un pequeño brillo en la cómoda, me acerqué a ella. Un hermosos collar fue lo primero que vi seguido de una pequeña nota al lado e mi usual desayuno, extrañada tomó el collar en mi manos, tenía que reconocer que él tenía un buen gusto

La cadena era de plata con un corazón como dige, era precioso daría lastima usarlo de lo hermoso que era. Mi vista se fijó en la carta, dejando el collar a un lado, el papel de este era grueso y tenía una textura que decía a gritos que era costosa.

 

Querida Aisa,
Tendremos una cena.
Te espera un vestido en la biblioteca.
Espero que te haya gustado mi regalo.

La cena es a las 8pm.

 

 

¿Por qué el vestido está en la biblioteca?

 

Me sentía como en una búsqueda de tesoro, admito que la curiosidad aparecía en mi y ya me encontraba caminando hacia la biblioteca, el pasillo ya me lo sabia de memoria, la puerta de la que sabia que era su oficina se encontraba completamente abierta; creo que él quería darme a entender que no escondía nada de mi, sin embargo era un poco contradictorio, no sabia ni su nombre y una pequeña voz en mi cabeza decía que tampoco me lo diría y a decir verdad lo creía.

Él estaba en la oficina , revisando al parecer unos papeles.Tenia unos lentes que lo hacían ver mayor, pero no lo suficiente,con todo el tiempo que había tenido había pensado en su edad; claramente ya era un hombre, lo compare con todas las personas que había conocido en mi vida, lo compare con los actores que salían en las películas y lo compare en como describían a alguien en un libro. Todas mis comparaciones me hicieron llegar a la conclusión de que no pasaba los treinta, me aliviaba en cierto punto de que no era un viejo enfermo sexual, por mas cliché que sonase. Sin embargo no me dejaba para nada tranquila su edad,porque quiere decir que todavía le quedaban muchos años de vida antes de morir y lo mas probable que en todo ese tiempo este a su lado, por las malas claro.

Mis pensamientos se habían ido mas allá y cuando me había desconectado de ellos él ya no tenía su vista en los papeles sino en mi, que me encontraba en toda la puerta, sus ojos se quedaron como de piedra mirándome, analizándome, como descifrando que era lo que hacia allí parada y como la cobarde que soy salia corriendo de allí para dirigirme a la biblioteca, suficiente contacto visual por la mañana.


Escuche que su silla se movía mientras yo casi corría por el pasillo para llegar a la biblioteca, la casa era tan silenciosa que era capaz de oír sus pasos salir de sus oficina. No lo quería ver, quería prepararme mentalmente para la cena , tenía un plan en mente que no tenía ganas de arruinar y si él se me acercaba ahora, el plan se iría al traste.

Corrí mas rápido hasta llegar a mi destino, la enorme puerta aparecía ante mi, la abrí , entre y con todas mis fuerzas cerré la puerta generando un sonido exageradamente fuerte.

Mi respiración se encontraba acelerada, sus pasos ya no se escuchaban eso me hizo soltar un suspiro de alivio, quería llevar la fiesta en paz y con esta huida mi plan cayo un poco pero tenía la seguridad que en la cena todo mejoraría para mi.

Mire alrededor lo que se había sentido como mi refugio oficialmente podía llamarse así ahora después de mi huida. Una bolsa negra se encontraba en el sofá frente a el espejo. Me acerque lentamente ,llegue y mis manos fueron directamente al cierre de la bolsa, apareciendo ante mi el vestido mas hermoso que había visto en mi vida, tenía mi color favorito por todas parte, era simplemente precioso. Los saque completamente de la bolsa para admirarlo mejor eran un vestido largo, tal vez necesitaría tacones para usarlo, un sonido me distrajo y mi vista se dirigió hacia donde provino el sonido, lo que vi me hizo soltar una exclamación sorprendida, el vestido me había dejado anonadada pero esto era demasiado.

Una delicada tiara se encontraba en el suelo, el diseño era simplemente precioso, tal vez mas que el propio vestido.

Lo de princesa se le había ido de las manos.

Me agache hasta tomarla, tenia en mi manos un objeto mas valioso que mi casa.




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