Conmigo

IV

Trague saliva, una de mis manos apretaban fuertemente mi vestido como signo de nerviosismo.


El brillo que él tenía en sus ojos era magnífico, no sabia como alguien podía admirar a una persona de manera tan...Exagerada.

 


—Y dime Aisa, ¿has disfrutado de la biblioteca?.


No había esperando esa pregunta, no había necesidad de mentir en esa, pensé que esto iba hacer más difícil. Bueno solo era el comienzo.


—Si—. Respondí sinceramente.


De mi boca quería salir un "gracias" por educación, sin embargo creo que muy rápido agradecerle algo , aunque en realidad no debería decirle nada.


—El vestido es muy bonito—le dije.—¿Cómo sabias que me iba a gustar?


—Se todo de ti , Todo.


No me sorprendió esa respuesta pero , ¿Acaso no podía responder con una persona normal? , algo como "no se, lo adivine" o "se me pareció a ti y decidí dártelo".

 


—Eres la mujer más hermosa que he visto.

 

—Has repetido mucho eso.

 

—Lo se y nunca me cansaré de decírtelo, princesa.

 

Dios.


Esto se ponía cada va más intenso.


Enderece mi espalda, subiendo mi mentón mostrándole que no me dejaría cohibir por sus palabras, le haría creer que me halagaban y me daban más motivos para convertirme en una creída pero por más que mi espalda este estirada y mi mentón este lo suficientemente arriba, por dentro estaba temblando.


Le sonreía seductoramente o eso intente.


—Pudiera acostumbrarme a eso—. Mentí , su cara cambio ahora estaba todo emocionado, parecía un pequeño niño recibiendo una felicitación de su padre. Se parecía tanto a uno que por un efímero momento me dio lástima.


—¿De verdad?—. Me miro asombrado y contento. El poco tiempo que había interactuado con el me había dado cuenta que cualquier cosa mínima que dijera o hiciera al parecía serle suficiente, era como si aceptara aunque sea un gramo de amabilidad.


—Si...

 

 

El brillo que él tenía en sus ojos era magnífico, no sabia como alguien podían admirar a una persona de manera tan...Exagerada.


Una puerta se escuchó , era la de la cocina. Mis ojos se dirigieron hasta allí y una joven apareció por ahí , era mayor que yo, está era mi oportunidad, tal vez me ayudaría.


Ella caminaba con nuestros platos , su mirada se fijó en mí y yo con mis ojos trate de transmitirle lo desesperada que estaba y la llamada de auxilio que pedía, sin embargo me ignoró bajando su mirada mientras colocaba nuestra comida en la mesa.

Mis ojos se llenaron de lágrimas , mi máscara había caído por un momento, a él no se le pasó por desapercibido y su rostro cambio completamente de alegría a preocupación.

Levantó su mano y con un gesto le hizo saber a la joven que se marchara, ella caminó rápidamente entrando a la cocina de nuevo mientras yo veía como todas mis esperanzas se marchitaban de nuevo.

 


—¿Qué sucede , princesa? ,¿Te sientes bien?


Lo tenía al lado mío, su mano quería hacer una viaje hacia mi hombro pero antes que me tocara , me levante de la silla como una rayo. Nuestros pechos casi chocaron al levantarme tan rápido  y me aparte lo mas lejos que pude haciendo que la mesa  nos separara quedando yo en el extremo donde él estaba antes sentado.

Me miro confundido con un cierto destello de enojo, eso me hizo darme cuenta de la estupidez que había hecho. vi que sus manos tomaban fuertemente mi silla , como la otra vez en la biblioteca. Estaba mandando mi plan al traste así que lentamente me acerque a él, hasta quedar frente a frente.

Tenía  mis manos cruzadas en la espalda, mi mano izquierda se soltó y temblando como si tuviera un tic nervioso logre ponerla en su mano, sus nudillos estaban casi blancos de la fuerza que producía.

Cuando mi mano toco la suya la bilis me subió por la garganta, tenía una combinación de miedo y asco, pero como la actriz que trataba de ser  no lo hice ver, consiguiendo que me mirara a los ojos y que su mirada se suavizara también impresionado porque era la primera vez que lo tocaba.

Mis labios temblaron antes de pensar cuidadosamente en las palabras que diría a continuación.

-Lo..lo siento-. dije suavemente , dándole un pequeño apretón.

Tenía  la cabeza baja , no lo quería ver, sentía mucha vergüenza, yo no debería estar disculpándome con él, yo no debería ser la mala de la historia. Pero si mi instinto salia todo se arruinaria.

Sentí una mano subirme el mentón, quería gritar en ese momento, gritar tanto hasta que la garganta me doliera.

Me levantó el rostro haciendo que nuevamente lo mirara a los ojos , en su mirada se veía tanta cosas, que otra vez  me hizo sentir  miedo, que él sintiera tantas cosas al mismo tiempo me ponía nerviosa, eso mostraba que no estaba tan bien, como ya venia sospechando. Por la manera que cualquier gesto amable que le dieran para el le satisfacía , quería decir que no había recibido tanto cariño, y no sabia si sentir lastima.

—Esta bien princesa.—contestó en voz baja, haciendo que su voz sonara mas grave de lo normal y que me recorriera un escalofrío.—Siempre te perdonaré.

Me daba suaves caricias en la mejilla, me había dejado muda. Mi corazón se había encogido en la manera en que había dicho eso, pero rápidamente como vino se fue el encogimiento.No debería sentir cosas así, no estaba bien.

—La comida se debe estar enfriando, comamos.—anuncio dando un dulce apretón en la mejilla.

Yo no decía ni una palabra, tal vez era mejor que hablara lo justo y necesario.

Arrastró  la silla, intentando ser un caballero, para que me sentara.

Ya una vez en mi silla él tomo la suya y en vez de quedar extremo a extremo como el principio, se sentó a mi lado, trayendo solo consigo su vaso de agua.




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