¿conoces el circo?

Ballerina

Narrador

Sentado en la primera fila del interior de la carpa, presencio la escena más infantil e ironica de mi vida, una bailarina de ballet vestida de rojo y negro salta y baila al compás de la música clásica y tranquila, se supone que debe ser algo espectacular, yo no lo veo de esa forma, mirala, mírala como se mueve, como cada movimiento es una palabra, una oración, o un párrafo que cuenta una historia, mira, mira ahí, acaba de saltar, en un gesto rápido pero calculado, ¿Sabes cuál es un requisito para bailar?

Dejarte llevar, improvisar, expresar, ella lo expresa muy bien, pero date cuenta que no es verdad, su mirada es dulce y agradable, sus gestos también, pero sus movimientos expresan algo más. Jete, releve, battement, manos tensas y recogidas, luego, jete, releve, battement, puños cerrados con un repliegue corporal adelantado.

Usas tus manos para expresar, tu mirada para contar, y tu voz para hablar, ¿Pero que hay de esos indicios?

(Se cierra el telón, aplausos y gritos se escuchan, tras banbalinas las risas se intensifican, las miradas desaparecen pero el sentimiento de envidia no perece.)

— Bueno, bueno, bueno, al parecer el pequeño cisne blanco está ganando más popularidad. —dice Cardis con burla y algo más oscuro en su mirar.

Cardis se acerca a la bailarina de nombre Marie, sus ojos felinos verdes fijamente en su rostro, bailar es actuar, contar y relátar lo que tu mente reprende y tu voz calla, como una clase de literatura de octavo grado, la voz pasiva presenta un sujeto que recibe la acción. La voz activa se caracteriza porque el sujeto realiza la acción.

¿Y cuando la voz pasiva y activa colisionan en el baile? Simple, no se puede, existen dos únicas palabras, si y no, no existe un tal vez, no existe un casi, no existe un debería, el mundo del baile se divide en si y no, en ser y no ser, en performar o ser recesivo como un extra.

Marie cuyo carácter es frágil, inocente, y pasivo suele ignorar los comentarios sarcásticos y provocativos de Cardis, no se deja influenciar pero si se deja pisotear.

— Oye —chasquea los dedos Cardis— ¿Estás sorda o mi presencia te molesta? —pregunta con una sonrisa de sorna, que transmite superioridad.

Cardis al igual que Marie lleva mas de 4 años trabajando en Ever, pero la diferencia es que sin ningúna clase de esfuerzo Cardis se volvió la bailarina principal en menos de 1 mes de haber ingresado, misteriosamente el resto de bailarinas de aquel entonces sufrieron una serie de experiencias anormales, cosas de sus camerinos desaparecieron, algunas experimentaron sensaciónes de ser vigiladas por alguien a quien no veían.

Pero la gota que derramó el vaso fue cuando Kara —la bailarina principal de aquel entonces— fue brutalmente atacada para luego ser empujada a las celdas de las bestias donde fue descuartizada y comida viva por estás, lo que jamás se olvidara fueron los gritos de terror, dolor y súplicas que resonaron esa noche en el circo, lo último que se sabe sobre el incidente que jamás salió a la luz, fue que esa misma noche después de dar su expectaculo, Kara fue citada por alguien detrás del circo.

<<No la escuchés, no la escuchés, no la escuchés>>

Se repetía Marie una y otra vez en su mente, cuando Cardis le habla a Marie suele ser para mostrarle el cuan mal y horrible es al momento de bailar, que mientras a ella, una bailarina de alto nivel, la alaban y le obsequian cosas, a Marie solo la ven y le aplauden por lastima.

Marie decide tomar sus cosas y volver a su camerino cuánto antes, el solo estar cerca de Cardis la hace querer desaparecer y ser olvidada. Algo en ella le grita que debe actuar, no pasivar.

(Aplausos y risas se elevan, mientras gente venera y celebra al maestro de obras, por los parlantes del lugar se llama a la siguiente performacion, Cardis es llamada al escenario mientras los bullicios aumentan)

Marie acelera el paso firme con la única vision de llegar a su camerino, se ve al espejo, mira su reflejo, piel de franela, ojos marrones, pecas notorias, cabello rizado y un autoestima quebrado. Al ver su reflejo que transmite inocencia y pureza Marie con brusquedad lanza todo lo que encuentra a su paso, se cuestiona a su misma el por qué es así, el por qué no puede ser más brillante y transmitir esa seguridad y popularidad que Cardis si.

La puerta se abre, el maestro de ceremonias entra, alto, cuerpo atlético, y una actitud presente que te hace querer ver el show hasta el final, su química con el público es sensaciónal, pero lo que más llama la atención es su mirada, ojos violetas que parecen salir de un cuento de fantasia, y una sonrisa radiante, angelical y que puede enamorar a cualquiera, al ver el desastre del camerino el frunce el ceño y con toda la preocupación del mundo se dirige hacia Marie la cual tiene el rimel corrido y el cabello desordenado, el abraza a Marie de la manera más suave y cálida que puede existir.

— Marie ¿Que ha pasado? ¿Estás bien? —su preocupacion es genuina, su interés notorio, pero es su mirada de incredulidad lo que cautiva a Marie.

Ella está enamorada, desde el primer momento que ella piso un pie en ese circo su sola presencia y sonrisa cautivaron su corazón y su pensar. Marie duda que decir, puesto que en ese lugar ella no tiene voz ni voto, es marginada por todos a excepción de el. Cardis, eso pasa, despidela, quiero que se vaya, que me deje en paz, lanzala a la calle, quiero que se vaya de mi vida, jamás volver a verla en su miserable existencia. Eso es lo que pensó Marie pero no dijo en su lugar respondio:

— Solo estoy cansada, quiero descansar antes de mi siguiente actuación. —respondio con delicadeza ocultando lo que de verdad siente en el Interior.

— Marie, hay algo que no quieres decirme, dímelo por favor, sabes que yo jamás te ignoraria. —respondio el maestro de ceremonia apartándose de Marie y tocando su delicado pero agraciado rostro.




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