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Al despertar en lo único que pensó fue en su hermano y Camila, los buscó pero no los encontró por ninguna parte, al parecer se habían ido, luego vió que había una nota en la mesita de la sala, la había dejado su hermano, la nota decía que ellos se estaban retirando, que Manuel la quería mucho y que se cuide.

Al leer ésto Cindy se sintió más tranquila, se dió un baño se vistió y cuando ya estaba acabando de peinarse, comenzaron a tocar repetidamente la puerta, al querer ir a abrir se lastimó el dedo pequeño de pie con un mueble, dijo un montón de barbaries y luego abrió.

Era Enrique.

Ella frunció la cejas preguntándose que hacía el tan temprano ahí, en cuanto a Enrique al sólo percibir su aroma ya se le había hecho el día completamente, Cindy tenía un aroma a flores que se podía reconocer a gran distancia, él le extendió la mano para saludarla, ella también lo hizo.

 Cindy le preguntó que hacía ahí si ella iría para su casa de todas formas, él le dijo que había ido a buscarla para entregarle el vestido con el que ella iría a la celebración, ella sólo lo miró estrañada ya que él le había dicho que irían juntos a buscar el vestido, pero al parecer alguien no había aguantado las ansias de tener todo listo con anticipación.

Enrique le entregó una caja grande y hermosa en la que se encontraba el vestido, también le dijo que Carlos lo había ayudado a elegirlo ya que él no es muy bueno en esas cosas.

 Cindy lo invitó a pasar, mientras ella se probaba el vestido, cuando ella salió Enrique se quedó apreciando la belleza de aquella mujer que lucía elegante y hermosa, sin duda aquel vestido era perfecto le ajustaba correctamente al cuerpo, era de un color crema muy lindo y además tenía unos detalles maravillosos, lo único que podía pensar Enrique en ese momento era que tenía a una bella mujer justo frente a él.

Cindy viendo la expresión que Enrique tenía se quedó con una intriga esperando a que él le dijera algo.

-Ese vestido te queda... Hermoso – dijo él aún contemplandola...

-Muchas gracias, le respondió Cindy. – Bueno iré a quitármelo no vaya a ser que se malogre...

Cindy se dirigió nuevamente a su habitación para quitarse el vestido, sin duda también le gustó como se veía con aquel vestido.

Cuando ya estaban por salir sonó una notificación en el móvil de Cindy, era Camila que le decía:

“Hola Cindy, ¿Qué tal amaneciste?”

Cindy le respondió, guardó su móvil en su bolso y luego le dijo a Enrique que ya estaba lista.

Al llegar a la casa de Enrique, lo primero que notó Cindy al entrar era que la casa estaba limpia, muy diferente a lo que había visto la primera vez que fue.

Después Cindy procedió a darle las terapias necesarias, (las terapias eran algo como sesiones con un psiquiatra), el trabajo no fue tan complicado como ella lo había pensado, Enrique colaboró mucho, tal y como lo había acordado con Cindy.

La terapia acabó bastante rápido, así que Cindy tocó el tema de la celebración, tenían que acordar como le harían para ir.

A lo que él le respondió que pasaría por ella a las seis y media de la tarde, ella asintió.

Había disfrutado hacer la terapia con Enrique, estuvieron conversando un poco más, ambos sentían que cada vez que se veían, se hacía más grande la confianza entre ellos.

Cindy al parecer no lo notaba, pero Enrique disfrutaba pasar las mañanas con la compañía de ella.

Algo que al él mismo se le hacía extraño ya que no la había pasado bien con alguien desde hace mucho...

En conclusión él comenzaba a pensar que las horas que pasaba con ella pasaban demasiado rápidas.