Conociendo a tu Crush

Capítulo 12

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Al siguiente día de la fiesta, como predije, Zoe se levantó con una gran jaqueca de la cual no recordaba nada. Así que cuando me la topé por el pasillo, aproveché para sacarle información sobre quién era Dave, pero solo se quedó en silencio.
Traté de convencerla mientras la molestaba por lo que la había escuchado decir cuando estaba ebria, pero no funcionó. Entonces hoy me levanté dispuesta a obtener esa información; por lo que ahora estamos en mi dormitorio, sentadas sobre la cama y en silencio. Ella mirando y jugando con el edredón de mi cama nerviosamente y yo mirándola impaciente por saber quién es el chico.

―¿Y bien?

Ella levanta la vista y me mira pensativa.

Además, no he visto a Rick estos tres días para interrogarlo. De hecho, me parece extraño su ausencia, ya que ha faltado a clases y tenemos muchos trabajos por hacer.

En cuanto a ese estúpido de su amigo, le voy a patear el trasero por haber dejado a Zoe sola, y encima en ese estado y con un completo rufián.

―Es tu compañero de trabajo.

¿Qué?

―¿Qué dijiste? ―digo mirándola.

¿Dave es mi compañero de trabajo y el amigo de Rick? Vaya sorpresa, y yo que pensé que era otra persona. Como un amor platónico de mi amiga o algo así.
El mundo es pequeño.

‹‹Espera a que te vea en el trabajo, gusano››, pienso.

―Dije que Dave...

―Sí, sí, sí. Ya entendí ―digo moviendo mis manos frente a ella de forma obvia―. Entonces... Dave es mi compañero de trabajo y amigo de Rick, ¿estoy en lo cierto? ―ella asiente y baja la mirada―. ¿Y qué pasó con él en la fiesta? ―levanta la vista pero no me mira, si no que la desvía y observo cómo presiona la mandíbula.

―Es muy apuesto, pero lo que tiene de apuesto lo tiene de idiota ―ahora me mira seria―. No sé qué le vi...

―Qué es guapo. ―le recuerdo.

―Mm... sí, creo que era eso ―suspira y me mira con una expresión de tristeza―. Después de que me llevó con él ―hace una pausa y respira profundamente―, bebimos hasta el cansancio y finalmente terminamos bailando en la pista de baile. Luego no recuerdo bien lo que pasó. Pensé que quería salir conmigo o que al menos le atraía un poco, pero lo que sí recuerdo fue haber visto a Dave besándose con una chica, y creo que por eso estaba con ese chico lindo que me encontré en las escaleras ―hace una mueca―. No volveré hacerme de ilusiones tan fácilmente.

La miro en silencio. ¿Por qué siento que esas últimas palabras tienen cierto efecto en mí?

―Bueno... ―comienzo a decir―. Él es un idiota por no haber visto lo especial que eres.

―¿Pero, y si no tengo nada de especial? ―pregunta en susurro y vuelve a mirar el edredón ahora presionando con fuerza.

―Lo eres. Todos lo somos a nuestra manera ―le sonrío en forma de apoyo y tomo su mano―. Si no lo ve él, es porque está ciego. No te preocupes, tal vez más adelante conozcas a un Dios griego. ―le guiño el ojo y sonrío pícara.

―O tal vez él abra los ojos y me considere.

Ruedo los ojos y suelto su mano. En ese momento la puerta se abre dejando ver a una Skylar con muchas hojas en su mano y algo agitada.

Las dos la miramos confundidas, pero ella ni se toma la molestia de mirarnos. Deja las hojas sobre el escritorio y cuando va a salir se detiene y nos mira.

―¿Qué hace ella aquí?

Suspiro pensando el porqué me pasa esto a mí y el porqué no se pueden llevar bien, incluyéndome.

―Está aquí porque yo quiero. Además, esta también es mi habitación. ―le recuerdo.

Ella frunce el ceño y sale del dormitorio cerrando de un portazo.

―Sé que no me llevo bien con ella porque tengo mis razones ―dice Zoe aún mirando por donde Skylar se fue―. ¿Pero tú? ―me mira―. ¿Por qué no te llevas bien con ella? Parece que todo lo que hace una le molesta a la otra y viceversa.

―Para ser honesta, no lo sé. No entiendo porqué me odia si no he hecho nada que la ofendiera. Además, no la odio, solo me irrita la paciencia. ―le explico a la pelirroja.

Me levanto de la cama para tomar la mochila y ponerla sobre el escritorio. La abro y meto algunas cosas personales que llevaré al trabajo.

Hoy martes será mi primer día como empleada en el Starbucks, y estoy emocionada, pero al mismo tiempo asustada.

¿Qué pasa si no lo hago bien? ¿Y si lo estropeo todo?

Sacudo la cabeza para alejar esos pensamientos y llenarme de optimismo.

‹‹Tú puedes, Melody››, me digo a mí misma, aunque por alguna razón tengo un mal presentimiento.

Miro a Zoe con una sonrisa nerviosa.

―Vas a trabajar, ¿cierto? ―pregunta acomodándose mejor en la cama.

Asiento y me dirijo a la puerta.

―Espera, no quiero que me dejes con la loca de Skylar. ―dice poniéndose los zapatos.

Suelto una risita y salgo de la habitación a esperar a Zoe. Cuando ella termina, cierro la puerta y empezamos a caminar.

―Ahora que yo te conté sobre lo que me pasó en la fiesta ―dice con una sonrisa pícara y la miro raro―, te toca a ti contarme lo que te sucedió.

Rayos.

Muerdo el interior de mi mejilla pensando en qué decirle.
Bueno, le contaría todo, con excepción de lo sucedido con Aaron. Mis pensamientos son como un hilo que se terminó por enredar, y aún es confuso para mí.

―Yo... ―empiezo a decir y limpio el sudor de mis manos en los jeans. Aclaro la garganta y me preparo para hablar.

―Solo bebí un poco y... bailé con Rick. ―murmuro y ella abre sus ojos como platos.

―¿Qué...?

Bien, quizá no debí decir eso último, con él todo se puede interpretar mal.

―Déjame explicarlo ―la interrumpo y miro hacia los lados para asegurarme de que nadie nos escuche―. Cuando llegamos se comportó de manera extraña. Luego de que te fuiste, él llegó a mi lado. Bebí y luego bailamos. Nada más. ―le aclaro.

―¿No pasó nada?

―Nada. ―le aseguro.

―Oh... Rick no es de esos que tiene amigas de verdad. Él tiene de esas "amigas" que hacen cualquier cosa por él. Cualquier cosa. ―enmarcó las últimas dos palabras.




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