Conociendo a tu Crush

Capítulo 24

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Mi respiración se corta y lo único que escucho son los fuertes latidos de mi corazón queriendo salir de mi pecho.

Su rostro está perplejo al igual que el mío. Está tan sorprendido como yo. No sé en qué momento ha entrado y se ha puesto justo detrás de mí.

‹‹Lo vio todo››, es lo único que mi mente logra pensar, y lo repite una y otra vez, sin parar.

Después de eso se queda en blanco, y los nervios se apoderan de mí. Seguidamente de eso, siento un nudo en la garganta impidiéndome decir alguna excusa.

No puede ser que durante todo el tiempo que lo he estado evitado descubra mi secreto de una manera tan indignante como esta. Si tan solo no me hubiera puesto a ver los videos o hubiera cerrado la puerta con pestillo, nada de esto hubiera pasado.

Siento mis ojos cristalizarse.

Tanto drama y tantas mentiras para no alejarme de él han sido en vano.

—Melody...

—Yo... —las palabras no salen de mi boca, es como si hubiera presionado el botón de apagar.

Por supuesto que ya lo sabe, entonces no tiene caso guardar el secreto que he estado tratando de evitar salga a la luz durante estos cinco meses.

—No esperaba esto. —dice un poco sorprendido y acercándose a mí.

‹‹Yo tampoco lo esperaba››, pienso.

—Tanto tiempo sin decir nada, tanto tiempo intentando guardar silencio, porqué no decirlo de una vez por todas, ¿no? —dolida, me levanto de la silla y me alejo de él.

Mi tono sarcástico hace que me mire con incertidumbre.

—Melody... —sus ojos acongojados me confunden, pero la idea de que se alejará de mí, hará que las cosas cambien y ya no sean igual, y duele.

—No sabes cuántas veces quise decírtelo o preguntarlo. Sabía que hablarlo contigo era importante, pero simplemente no podía. Te veías tan preocupado con las tareas y yo con el trabajo que no tenía tiempo, y encima con Victoria aquí, ¿cómo quería que te lo dijera? —mi labio inferior tiembla y puedo sentir las lágrimas trazando un largo camino por mis mejillas.

—No esperaba que ese día fuera hoy. —murmura para sí mismo.

Sacudo mi cabeza ante sus confusas palabras

Intento limpiar las lágrimas pero no sirve de nada cuando salen más, haciéndolo imposible.

De repente, se me cruza un pensamiento escandaloso por la cabeza.

‹‹Dijo que no esperaba que ese día fuera hoy, ¿y si se refiere a que ya lo sabía?››, pienso. ‹‹Entonces, ¿todo este tiempo lo ha sabido?››

Siento casi de inmediato cómo llega un pequeño mareo.

—¿Acaso tú... solo querías hacerte de la vista gorda para ignorar toda esta situación? —siento cómo lo poco que queda de mi animo termina en el piso—. ¿Solo querías burlarte de mí? —digo como puedo entre sollozos.

—No, nunca tuve esa intención, ni mucho menos quiero que pienses así. Nunca quise burlarme de ti —dice sacudiendo sus manos en frente y negando con la cabeza repetidas veces—. Tengo que admitir que tuve muchas oportunidades para decírtelo, pero no pude.

¿Qué? ¿Decírmelo? ¿De qué rayos habla?

—Tenía miedo de que no me trataras como una persona normal por ser famoso —dice con preocupación. Mi ceño se frunce ante la confusión presente y los sollozos empiezan a detenerse—. Tenía miedo de que una vez que supieras la verdad, te alejarías de mí —se detiene y me mira con sus ojos tornándose rojos—. Cuando te conocí me trataste como una persona común y corriente. Y eso era lo que quería, por lo que temía que al decirtelo todo cambiaría y no sería igual. Te apartarías de mí por la prensa y lo sé, es horrible cuando se la pasan fotografiando todo el día, en especial cuando quiero privacidad —se acerca y me toma por los hombros—. Sé que es difícil, pero no quiero perder una amistad tan importante —dice con la voz ahogada—. Por favor, no dejes que este asunto te aleje. Eres mi mejor amiga.

Un suspiro sale de mis labios al terminar de escuchar lo que ha dicho.
El alivio me llena y siento como si me hubiera quitado una carga de encima. 
Estuve a punto de decirle la verdad y él ni enterado.

Poco a poco las cosas se van aclarando en mi mente y limpio las lágrimas de mi mejilla.

‹‹Él creyó que estaba molesta y lloraba por haberme mentido. Dios, pero qué cosa››, pienso casi riéndome de mí misma y lo patética que ahora veo la situación.

Un segundo más, y no me hubiera contenido para decirle mi secreto. Esto realmente es un alivio.

Respiro profundo varias veces para calmar mis nervios y mi respiración irregular. Mi mirada divaga por todo el dormitorio encontrándose, finalmente, con sus ojos.

Los dos de pie y en silencio, nos miramos sin decir nada.

Ya una vez tranquila y la situación menos tensa, se acerca con precaución.

—Por favor, perdóname —me quedo en silencio aún sin poder creer que estuve apunto de meter la pata. De hecho, eso hubiera sido peor. Sería una situación demasiado bochornosa y diferente que la de ahora—. ¿Estás enojada conmigo? —pregunta al ver mi silencio y desconcierto.

—Sí...

—¿Entonces sí estás enojada conmigo? —pregunta con afán.

—No... Es decir, sí. —me corrijo, para que la situación no sea más vergonzosa y note mi confusión.

‹‹Dios, de la que me he salvado. Tal vez, después de todo, las cosas sí sigan igual››.

Con la cabeza gacha, puedo notar lo arrepentido que está.

—Hey —llamo su atención—, tranquilo. Si no lo quisiste decir fue por una buena razón. Además, dijiste que todo tenía una explicación y ya lo aclaraste. —digo con veracidad para seguirle la corriente.

Suelta un suspiro largo, como si hubiera retenido el aire en sus pulmones durante mucho tiempo. Luego levanta la vista y me mira con súplica.

—Lo siento. —dice finalmente después de un tiempo.

De hecho, me siento mal por él, no debería disculparse, ciertamente no ha hecho nada malo. Pero entonces, eso hace cuestionarme si lo que estoy haciendo está bien o mal.




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