Conociendo al seductor (editando)

Capítulo 3

 

 

 

 

Tomo un sorbo más de la helada cerveza, el calor sigue estando casi tan presente como cuando el sol estaba afuera. Debería estar en mi habitación, con aire acondicionado, ¿que tengo a cambio?, la espera a que mi auto salga del lavado.

Bako, ¿me estas escuchando? —Daniel me habla a un lado, y apenas recuerdo su presencia, mis ojos están puestos en la bella mesera que nos atendió, y que se contonea muy atractiva por el lugar.

Hey, idiota. ¿No te agrado Amalia cierto? —Sonrió sin ganas y frunzo mis cejas en son de por qué me pregunta eso.

Por como la trataste, por eso es que te pregunto —.

No.  ¿Cómo? El que la tiro a la piscina fue Ud., yo no lo hice nada —le respondo con simpleza regresando mis ojos a la morena que ya me ha guiñado un ojo.

Miro mi celular que suena, algo de distracción, mejor atiendo la llamada.

Hola Paloma —

Hola guapo me tienes olvidada —Su voz suena aguda, pero sin presión alguna, que es lo que más me agrada de ella. —

Paloma no estoy en la ciudad. Salí de viaje este fin de semana — (Volteo los ojos, es lógico que quiere verme, pero desde un tiempo he perdido gusto por ella).

A ok, nos vemos cuando estés en la ciudad —

Vale —respondo tranquilo.  Esto es lo mejor de una no relación con una mujer madura, Paloma tiene 30 años y no se dedica a los melodramas. Al contrario de que fuera una chica de mi edad, eso sería una odisea, No solo son dramáticas, sus sentimientos al igual que los míos cambian rápido, no sabes que esperar, y el factor sorpresa me desespera.

Cuelgo con Paloma, con la tranquilidad de saber que no molestara más.

Miro a Daniel que ahora se encuentra hablando por celular, espero a que termine, se ve entretenido, hasta que por fin cuelga. Sí que hubo que esperar, termine mi cerveza y me fume otro cigarrillo. —

¿Con quién hablabas que estabas tan animado? —

Con Diana —No lo creo, lo vi tan emotivo, que supuse tenía una conquista —

Que pereza tú con esos cuentos —

¡No tengo la culpa de que no seas capaz de sostener una relación! —Habla orgulloso por lo visto de la suya. Me rio incrédulo de su ridícula suposición.

No es que no sea capaz de sostener una relación, es que me da pereza las acciones que requiere realizar una. El que debes de llamar, el que debes estar disponible, el que no debes olvidar fechas, es demasiado itinerario a cambio de unos besos y un cuerpo —

No es demasiado a cambio de la exclusividad de esos besos y ese cuerpo. —Sonrió —De que sirve la exclusividad de un cuerpo cuando hay muchos más, esperando hacer hallados y recorridos sin piedad. —Daniel me mira, sonríe y él sabe que es una discusión perdida, pero continuo. —

Solo pienso que te aprisionas a una persona ¿con que fin? Mejor la libertad, de sentir sin remordimientos. —Daniel se levanta —

Dejemos el tema aquí, para mi mala suerte, nadie me ha hecho odiar las relaciones, así que seguiré feliz en ese único cuerpo que si desea el mío —Infeliz, fue un golpe bajo, el idiota conoce mi pasado, pero poco me importa, desde que no siento apegos por nadie, el dolor se redujo a 0.

Lo veo ir al baño y noto que ha dejado el celular en la mesa, pues este comienza a vibrar. Siento ganas de vomitar, este dice que lo está llamando corazón. Imagino que es su novia, decido contestarle para hacerle una broma.

Halo-

¿Daniel? —La voz al otro lado habla dudando

No, él está ocupado, lo tengo en cuatro —

Ok. Cuando lo desocupes, le dices que me devuelva la llamada por favor —Su respuesta me sorprende —

Hey, genial. Una chica que comparte —Respondo tratando de molestarla. —

Claro que sí, Daniel es muy fácil —

Jajajaja —No puedo evitar reír. —

¿y tú, también eres fácil? —

Cuando la persona lo amerita, la situación se le puede hacer un poco más ligera —Esta chica es fuego puro, directa y concisa, mi primo es un idiota, como no se ha dado cuenta con quien anda, y hablándome de la exclusividad de una novia. Rio a mis adentros quisiera verle la cara al saber cómo su novia le sigue la corriente a un desconocido por teléfono.

No pierdo tiempo porque la curiosidad me carcome ante semejante respuesta decido preguntarle —

¿y para mí la situación seria fácil?

No creo, Daniel tiene muy mal gusto y seguramente eres bien feo como tu voz. —

Woo ¿cómo dices que tiene mal gusto, cuando tú eres su novia? —Lo suelto en represaría. —

Jajajajaj, escucho la risa de la chica al otro lado de la línea. —

¿De donde supones que hablas con la novia? —No digo nada, mientras razono que el identificador mostraba corazón, supuse que era su novia.

Bye, desconocido con fea voz. —No puedo negarlo, su tono sonó totalmente sensual con sus últimas palabras antes de colgar el teléfono.




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