No digo nada, ni siquiera intento quitar su mano de mi cintura. Pero si me sorprende sentir cómo sus manos son tan resbalosas y como llegaron a mi cintura, cuando su novia está abajo, ¡pobre chicha! ¿Será que su timidez no la deja ver que anda con un Don Juan?
Trato de no pensar en nada que tenga que ver con su cercanía, bajamos las escaleras, al llegar al primer piso me zafo de su agarre suavemente.
Amalia voy a ver como esta Carol, ya la dejé mucho tiempo sola, debe estar aburrida. ¿Me acompañas? — ¿Qué, es en serio?, solo pienso en que es lo que tiene este chico en la cabeza, o lo que tengo tal vez yo en la mía, porque igual me sigue atrayendo su solo aroma. Tal vez solo es muy amable y galante, y soy yo la que malinterpreta su actuar… pero... sus manos resbalosas me hacen sentir algo diferente, ¿incertidumbre a lo desconocido tal vez? ¿O a lo prohibido? Al no poder entenderlo del todo. Lo que sea genera éxtasis en mi cerebro y en lo que parece que es demencia en mi cabeza, porque disfruto de la sensación ridícula que causa cosquillas hasta en mi piel.
Lo miro con duda y la extraña sensación de intimidación que es nueva en mí, pues es la primera vez que alguien la ocasiona y es irremediablemente Bako, el culpable de esto. —
Voy por mi aromática mejor, los alcanzo luego —sonrió suavemente y en ese momento escucho la voz de Cristian que me llama, su voz me tranquiliza, me ayuda a salir de este estado de dualidad entre sí, le interesó o no a Barak. —
Hola, Cristian —Sonrío, mientras parece aprovechar mi ánimo, pues se acerca, me da un beso en la mejilla con una dulzura encantadora, termino dándole un abrazo por su gesto cariñoso. —
¿Y eso, porque estás aquí? —
Daniel llamó, dijo que subiera un rato a bañarnos en la piscina y no me negué, no había nada para hacer en la ciudad hoy —Cristian sonríe mientras me mira y gira su mirada hacia mi acompañante. —
Hola ummm —Dice Cristian refiriéndose hacia Bako, veo que se le ha olvidado su nombre entonces, miro hacia Bako y no puedo evitar mirarlo con dulzura mientras pronuncio su nombre. —
Barak, Cristian. Se te olvido su nombre —sonrió con malicia, pues se nota a leguas, que se cayeron mal anoche.
Bako apenas le alza las cejas en señal de saludo, se dirige con la mirada hacia mí, anulando la presencia de Cristian por completo —
Entonces te espero afuera, voy a estar con Carol —
¿Quién es Carol?—Cristian me pregunta tan pronto se retira Bako. Yo ni lo miro, no quiero responder, me niego a pronunciar con mi boca y aceptar quien es Carol en la vida de Bako.
No lo sé, la chica con la que llego, almorzamos todos hoy. —Afirmo, sin más, como si con eso la realidad cambiara. —
Eso me dijo Daniel, que habías hecho mi comida favorita —
Lo siento Cristian, pero no a quedo nada —Ante mi respuesta hace un pequeño puchero.
Es una lástima. –
Vamos a la cocina, creo que hay aromática de frutas —Compartimos juntos un rato hablando mientras yo tomaba mi deliciosa bebida, Cristian no quiso nada.
Que hacen aquí los dos, vamos. Todos están en la piscina bañándose. —
Geovanny, prefiero estar aquí con Amalia —Geovanny se burla con su rostro ante la respuesta de Cristian —
Cualquiera preferiría un rato con esta hermosa chica, pero el tuyo ya paso, así que vamos —Abro los ojos, sé muy bien que está con sus crueles bromas e indirectas en este momento, no quiero que se sienta mal. No lo amo, pero aprecio mucho a Cristian. —
Mejor sí vamos. ¡Noooo!, se me olvido el traje de baño, por salir a las carreras. —Cristian me mira y ríe —
Toca que nos veas desde el borde de la piscina —
Malvado, como me dices eso, yo amo la piscina y tú lo sabes. —
Por eso estoy disfrutando de tu dolor, en este momento —
Qué descarado eres Cristian —rio con sarcasmo y alegría, sin pensar le tiro lo último que me quedaba de aromática en mi posillo —
¡Oooo Amelia pagarás por esto! Es mi buzo favorito —Grita con picardía en su mirada y sentencia en su voz. Me toma entre sus brazos sacándome de la cabaña cargada hacia la piscina. —
Cristian, noooo, ¡no quiero estar mojada toda la tarde! —No se compadece de mí, me arroja a la piscina, salgo a la superficie riendo, y viendo cómo todos ríen por lo sucedido.
Miro a Cristian con los ojos entre cerrados —
Me vengaré —Señalándolo con mi dedo.
No podrás cariño —Habla riendo mientras se quita rápidamente la ropa y la deja en una silla lejos de la piscina. No puedo evitar notar la cara de Carol al ver el cuerpo de Cristian, es un cuerpo muy bien trabajado, él puede pasar horas en el GYM feliz, pero veo a Bako totalmente serio en su semblante, no puedo ver sus ojos, tiene puesto sus lentes oscuros, pero su tés rígida lo delata. Tal vez no le agrado ver a su novia mirando a Cristian sin una pizca de disimulo.
Salgo de la piscina, muy mojada, apenas poniendo un pie afuera regreso al agua, pues Cristian abrazándome me ha llevado adentro nuevamente. Al salir a flote, veo a todos riendo, pero esta vez no debido a mí, es de Bako, está furioso, él estaba vestido tomando el sol al lado de la piscina junto con Carol, que está en un hermoso traje de baño de dos piezas color rojo vino satín, resalta con su bella tés blanca. Bako sostenía su costosa cámara profesional en las manos, revisando creo que las fotos que le habrá tomado a Carol, ya que la cámara se mojó bastante con el agua que salió en lo que Cristian y yo caímos a la piscina. —
#7471 en Joven Adulto
#32229 en Novela romántica
seduccion y romance, amorjuvenil y amor eterno, celos amor odio humor
Editado: 19.04.2023