Conociendo al seductor (editando)

capítulo 10

 

Su espíritu dulce, trata de doblegar el mío, pero mi voluntad jamás se somete. El momento de debilidad acaba de pasar, >>solo es una hermosa chica<<. Me hablo centrándome nuevamente.

En sus ojos veo indecisión y deseo a la misma vez, desconozco el motivo de sus miedos, pero no permitiré que su miedo me cohíba de sentirla. Llevo mi mano suavemente hasta su mentón, posando mí dedo pulgar sobre sus rosados labios, los percibo tan suaves, llenos a mi tacto. Decido que me conformare con esto en este momento, porque ahora no solo deseo sus labios, ahora codicio su cuerpo y consumirlo a mi voluntad.

Miro su bella piel trigueña tornarse dorada por el reflejo naranja del atardecer, toda ella es luz, luz que iluminara mis oscuras intenciones.

Veo como su pecho se eleva, pues ha respirado profundamente, y producto de la adrenalina por el momento, sus mejillas están sonrojadas.

Noto que también juega algo al igual que yo, pues veo en sus ojos que no se dejará besar, >>por lo menos no en este momento<<.

           

Bako, no— solo dice eso, pero casi es un susurro, como no queriéndolo decir, no se aleja de mi tacto, no retrocede ni un milímetro. —

Amalia, tranquila— dejo un beso suave y lento sobre su frente, mientras siento como su agitada respiración golpea mi cuello.

Bajo la mano que sostiene su rostro, la giro suavemente y recuesto su espalda sobre mi pecho. Percibo su comodidad entre mis brazos, y en silencio terminamos de ver la hermosa puesta de sol entre las montañas. 

Amalia

El tiempo parece detenerse es sumamente hermoso y siento como el aire se ha hecho más frio al ocultarse el sol. Desde las sillas Geovanny nos pide que bajemos, ellos ya han salido de la piscina. Diana nos mira y grita sin pensar siquiera un poco en nuestra amistad —

¡Pero no pierdes tiempo Amalia! —Siento un poco de pena, he olvidado que los brazos en que me refugio tienen novia, porque no es Carol, pero si la chica con la que dice la señora Lurdes que Bako estuvo aquí hace unos días.

Decido soltarme de estos brazos que, aunque me hacen temblar me siento totalmente segura en ellos, es que hasta esto transmite este hombre.

Vemos a Cristian a la entrada de la habitación parado en la puerta, el dirige su mirada hacia mí, mientras siento la presión en el ambiente —

Amalia voy a regresar ya a la ciudad, venía a preguntarte si quieres que vallamos a cenar —Bako, no me da tiempo de responder ni siquiera tuve tiempo de pensar si iría o no a cenar con Cristian —

Cristian muy amable, pero ya le dije a Amalia que la llevaría yo—

Sonrió disimulando mi incomodidad ante su atrevimiento, ¿cómo va a creer que puede contestar por mí? —

Bako, sabes, mejor si voy con Cristian tú debes de llevar a Carol en todo caso —Lo miro, pero no tiene expresión alguna, es frio como siempre se ve. —

Te espero abajo entonces Amalia — Cristian se gira con una leve sonrisa y se va.

Bako me mira, pensé que me diría algo, pero solo me sugiere irnos entonces —

Bajamos en total silencio, no siento intranquilidad o ¿por qué debería estarlo?, pero en realidad tengo la sensación de que me deje llevar e hice algo malo.

Miro la hora y se han hecho las 7 de la noche, mañana debo de trabar temprano y no hice el trabajo de la universidad.

Me dirijo hacia donde están Geovanny, Daniel, Carol y Diana. Mientras pienso que perturbare la paz de Geovanny a propósito, rio internamente.

Giovanny ¿sobre qué tema realizaste al fin el discurso de habilidades comunicativas—

Pone cara de asombro, ya sabia su respuesta —

No aun no, ¿tú ya lo tienes? –

El discurso si, faltan las ecuaciones de metamatemáticas —Continuo poniéndolo nervioso —

¿Cuáles ecuaciones? —

Las del examen de mañana a las 8 de noche?

 ¿Amalia, pero a qué horas hiciste el Discurso? —Habla dudando de la veracidad en mis palabras —

 ¡Anoche queridito!, mientras se largaron a bailar y me dejaron tirada en la mesa tuve tiempo de redactarlo, es solo una página, lo haces pronto—

Lo dices por que a ti, se te facilita escribir—

¿Amalia que escribes?, ¡no sabía que escribías!—

Cristian, casi sobre cualquier cosa, — responde Geovanny —Es la mejor oradora de la clase, es la consentida del profesor, le encanta como ella escribe. —Responde Geovanny, y agrega mirándome:

Debiste estudiar literatura y letras —Agrega Geovanny, que siempre suele hacerle estos trabajo —

Y morir de hambre, este mundo no es justo con el arte y las letras—

Mira a Bako, es artista y le va muy bien, ¿o te parece como si se estuviera muriendo de hambre? —Todos reímos mientras interiorizo que este chico es tan apuesto que por ningún lado parece que le faltara nada. —

Es diferente para el mundo de la fotografía y el diseño gráfico— respondo con sinceridad. —




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