Conociendo al seductor (editando)

capítulo 15

Alisten sus abanicos para los momentos hot, nuestro seductor acaba de llegar, ¡Let's go!…

 

 

Se acerca y ya siento como mi respiración le pertenece, pues su aroma me está invadiendo, le sonrió sin reserva y mis ojos deben hablar por si solos, el camina muy seguro, ¡como siempre! Pues no creo que su porte le permitiría verse de otra manera. todo el inspira elegancia y fuerza. Sus ojos son tan cautivadores como los recuerdo hace 15 días que los vi por última vez.

No puedo evitarlo, su presencia me intimida un poco, siento como mi corazón se acelera, he recordado tanto ese momento en el balcón con él, que parece que no he despertado aún. Así que decido mientras sonrió morderme la lengua… ¡Auh eso dolió! digo entre mis confusos pensamientos. Así que me hablo a mí misma para ya aceptar la realidad ¡estoy despierta y Bako está frente a mí!,

Muy galán toma mi mano y le da un beso, mientras me mira con sutileza a los ojos y una leve sonrisa en su rostro,

               - ¡Buongiorno bellezza!-

Esto si lo entendí y me ha dicho Buenos días hermosa, es que no puede, solo no ser tan cautivador.

Decido hacer uso de mi poca cordura y no parecer un cuerpo inerte

-Que encantadora sorpresa Bako- le guiño mi ojo izquierdo mientras se lo digo. Nota mental (buscar el resto de mi cordura). No falto nada y me tiro encima a abrazarlo.  

 

 

- ¿Porque la sorpresa hermosa? - lo miro con suspicacia, pues él no se ve nada asombrado de ver mi actitud.

-anoche hable con Daniel y dijo que pasaba Geovanny por mí-

-Hermosa, yo estaba con él en ese momento, y lo que te dijo fue que su primo pasaba por ti-

Pues es verdad no es como que Daniel tiene solo un primo.

El me mira con picardía- Amalia y yo que me había hecho ilusiones, cuando dijiste que si te subirías conmigo el kayak- habla con tono de lastima y sarcástico combinado.

-yo no sabía que tú estabas en la ciudad, dijiste que regresabas en un mes, y apenas han pasado 15 días. -

Veo en sus ojos un poco de satisfacción ante mis palabras, pero en un instante se transformó en suficiencia.

-Me alegra saber que estabas contando los días sin mí-

Giro mis ojos con desdén y mi rostro hacia un lado, pues veo que regreso el arrogante, no se le puede decir nada porque su ego se infla, lo que tiene de atractivo lo tiene de engreído.

            -Más bien estaba contando los días de tranquilidad sin ti Bako-

Pensé en ofenderlo, pero olvide que le estoy hablando a don seguro. Solo veo de reojo como eleva un poco más su mentón, me mira con malicia toma mi mano derecha haciéndome voltear a verlo.

            -me alegra escuchar de tu boca Amalia, que mi presencia te intranquiliza-

Hago una o con mi boca acompañado de un sonido de asombro, pues con este hombre nunca se gana, lo miro y le sonrió negando con mi cabeza, pues en realidad tiene razón, su presencia mi intranquiliza, pero me rio más de ver esa altivez que irradia y como su seguridad lo lleva a afirmar que lo extrañaba, que es en realidad cierto, ¿pero luego tanto se me notara?

No digo nada más, ¿qué podría decirle, para no sacar al engreído que habita dentro de Bako? Así que mejor guardo silencio.

Me jala suave hacia el auto.

            -hermosa vamos, quiero mostrarte algo, pero el tiempo apremia-

Le sonrió, solo de sus labios ese calificativo me hace estremecer. Me da emoción saber que quiere compartir algo conmigo. Me abre la puerta del copiloto, toma mi maleta y la deja en la parte de atrás del auto, miro sobre el asiento y veo su cámara fotográfica.

El auto huele todo a él, su fragancia solo inspira rendición al igual que su presencia. Lo miro tomar el volante se ve totalmente cautivador, enciende el auto y fija su mirada en el camino.

            - ¿Cómo has estado Amalia? -

            -La verdad muy bien, terminando el semestre-

            -Como te va con eso-

            -Bien, un poco apurada, por la entrega final, pero no es más-

            -tu que has hecho Bako?

            -trabajar bastante, hay varios proyectos en los que estamos trabajando, esta semana tengo una reunión con un amigo, quiere una sociedad y me parece bien. -

            -Felicidades Bako- le digo con alegría.

            -Gracias Amalia, sabes es con Alessandro -

Lo dice de una manera tranquila, pero que me cuestiona a la misma vez, prefiero no decir nada al respecto. Suelo a veces elevar mucho la imaginación.

Vemos como empieza aclarar la hermosa mañana, será un bello día, se siente un poco de frio y como estamos subiendo una montaña se siente aún más.

Bako rompe el silencio que en realidad es tranquilizador entre nosotros.

            -¿Amalia te gustan las puestas de sol, o prefieres el amanecer?-

Me quedo pensando en su pregunta y sintiendo como su voz varonil resuena entre mi interior.

            -Bako, la verdad solo he apreciado de cerca el atardecer-

El detiene el auto a un lado de la carretera, ya nos encontramos en una hermosa parte alta, llena de montañas y muchos árboles, siento más frio que hace un momento. Escucho el silbido del viento entre las montañas resonando y haciendo eco.

Bako baja del auto, se acerca a mi puerta la abre y me brinda su mano.

- baja rápido Amalia, hoy sabremos que te agrada mas.-

Me lleva de la mano hacia un risco, donde de frente solo veo montañas pero ya el cielo se ha empezado a pintar de un bello amarillo, miro hacia el vacío, desde aquí se aprecia solamente un abismo y escucho a lo lejos el sonido del agua correr de manera rápida al golpear entre las piedras y rocas.

Bako se para detrás de mí, recuesta su mentón en mi hombro y luego entrelaza sus manos fuertemente rodeando mi abdomen, siento que en realidad esta gustosa sensación que se genera en mi es tan grande que hasta duele.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.