Conociendo al seductor (editando)

Capítulo 33

 

¡Deja que hoy sea la noche, yo te conozco y tú me conoces!

The mills

 

 

Escucho a Bako con todo mi corazón, sintiendo que guardo sus palabras en de lo más profundo de mi ser.

Sus ojos me devoran y entre la oscuridad solo siento su presencia inundando mi interior, solo somos él, yo y el hermoso cielo iluminado que hay sobre nosotros.

            -Vamos Hermosa, están esperando por los malvaviscos y las mantas, ya comienza hacer frio-   el muy caballero que tengo por novio extiende su mano para irnos.  

-Ya íbamos a buscarlos, estábamos pensando que se estaban comiendo los malvaviscos solos- el doble sentido de humor de Geovanny al hablarnos, nos causa gracia a todos. Bako toma las mantas que trae en la mano y se las lanza con fuerza al pecho.

Nos sentamos a terminar de asar los malvaviscos y Bako me da un beso a lo que Daniel le habla en tono burlón.

-Bako respetando a la señorita-

-Esta señorita es mi novia, gracias por estar al pendiente de ella-  responde Bako con simpleza a Daniel mientras me mira como Bako me da un leve beso en la boca.

            -pensé que la estabas torturando primo- todos reímos a carcajadas.

Ya son más de las 12 de la noche, hemos contado chistes, nos hemos burlado entre nosotros. Sobre todo de Geovanny, ya que Daniel conto que de pequeño todos lo molestaban, y eran Daniel y Bako quienes lo tenían que defender.

 

Al final nos hemos quedado los dos solos al frente de la fogata, los demás se han ido a dormir.

            Hermosa vamos, quiero tomar unas fotos. - le sonrió y veo como mi galán novio se levanta, me da la mano levantándome de un pequeño jalón y me abraza. siento como respira el olor de mis cabellos.

            -tu olor a nardo me encanta hermosa- me separo de él poniéndome en pintitas para darle un beso, pues es como 15 cm más alto que yo. Entre más lo miro más me gusta.

Bako me lleva de la mano por un sendero, mientras alumbra con su celular el camino.

            -estoy cansada Bako-

            -hermosa si te quejas- con ese cuerpo cualquiera pensaría que tienes buen físico-

            -no juzgues que además vamos subiendo, ¿a dónde me llevas? -

            -es una sorpresa Amalia-  le sonrió, aunque no me ve, pues me siento muy feliz de estar a su lado, las mariposas en mi estómago están sueltas. Hace mucho tiempo no me sentía así.

Finalmente llegamos a una parte alta, aquí hay prado y una vista magnifica del desierto, desde aquí se ve todo iluminado por la luz de la luna y las estrellas. Me quedo paralizada observando la bella vista que tengo al frente. El momento se hace aún más hermoso, pues siento como Bako entrelaza sus manos en mi cintura, pegando su pecho a mi espalda.

-Qué te parece hermosa?

-la vista es inigualable, valió cada paso del camino hasta aquí.

Bako ríe sutil por mi comentario y siento como con su perfil se remueve como un felino en mi cuello me da un suave beso en mi mejilla, y muy a mi pesar se separa de mí. Veo como saca algo de su bolso y primero extiende una manta en el suelo.

            -Hermosa, para que descanses-

            Gracias galán- le digo mientras le guiño un ojo. Me acuesto en la manta mientras contemplo el hermoso cielo lleno de puntos infinitos de colores.

Bako se acuesta a mi lado mientras sostiene mi mano.

¿Hermosa por qué vives sola?

-soy una chica independiente- eso lo se hermosa, ¿pero tu familia?-

Solo somos mi mama y yo, pero ella hace dos años se fue del país, yo no quise aventurar con ella, estaba terminando mi primer semestre de la universidad, así que preferí buscar un empleo y apostarle a esto.

Bako no me mira, él está contemplando el maravilloso cielo.

            -eres una chica muy juiciosa Amalia-

En ese momento dirijo mi mirada al cielo, pues Bako me está mirando a los ojos y me ha hecho sonrojar.

            -Y tu Bako, por que vives solo en una ciudad lejos de tus padres y tu hijo. -

Veo como suspira profundo y guarda silencio por un pequeño instante.

            -Amalia, yo quería estudiar diseño y publicidad, mis padres se estaban divorciando, cuando termine el colegio, así que a ellos les pareció bien enviarme a estudiar a otra ciudad. para que no me afectara su separación.

            -¿Cómo resulto eso?

            -La verdad es que ellos discutían mucho y desde que se separaron mi mamá está más tranquila, eso me trae tranquilidad. -

            -Amalia que es lo que más te gusta en el mundo? –

Una sonrisa en ese momento ilumina mi rostro para contestar –Los chocolates-

            ¿Cuáles hermosa? - miro a Bako a los ojos y como si fuera de vida o muerte le respondo con urgencia – los que sean-

El me mira y veo como se ensancha una sonrisa en su rostro

- ok me ha quedado claro- rio por su respuesta con sorpresa, pero es que cuando yo hablo de chocolates soy muy seria, eso es lo más delicioso del mundo.

Miro a Bako con intriga así que le devuelvo la pregunta - ¿Qué es lo que más te gusta en este mundo Bako? - el no quita la mirada de mi para contestar

-el silencio, en una bella compañía, es lo que más me gusta hermosa-

-Explícate Bako ¿qué de gracioso tiene eso? - él se acerca un poco a mí, alza su cabeza y me da un casto beso en mis labios, sin retirarse agrega- Ven te enseño- lo miro con asombro mientras escucho que aclara un poco su garganta para hablar – te voy a enseñar a disfrutar del silencio en una bella compañía-  se mueve un poco, quedando en sentido horizontal a mí, dejando caer en ese momento su cabeza sobre mi abdomen, se remueve un poco buscando sentirse cómodo, y su mirada fija en el cielo. sonrió ante las ocurrencias de Bako, pero por un momento pienso en sus palabras, y él tiene razón, el silencio con una bella compañía como él, es algo grandioso. Respiro profundo y lentamente, me relajo y siento como el aire entra por mi nariz mezclado con el delicioso aroma de la fragancia de mi acompañante del silencio. Siento el palpitar leve de mi corazón, y me hago consiente de las emociones que hay en mí. Este maravilloso momento me genera serenidad acompañada de amor. Quien lo creyera, Bako parece un tornado que arrasa con todo, con tan solo su presencia, y en este momento no me produce ansiedad, solo encuentro en mi calma en la compañía de su silencio.




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