¡Somos un para siempre en este instante!
Sus palabras no me causan miedo, siento que con el sería capaz de mucho mas, solo que no en este momento. Lo miro sin hablar pues su mirada me hace perderme en él y solo desear besarlo nuevamente. sus besos me envuelven, su boca es totalmente adictiva y siento como su mano se desliza lentamente por uno de mis brazos, mi cuerpo tiembla ante su tacto y siento ansiedad, pero ansiedad por su piel.
Creo que llevamos besándonos más de 1 minuto y no quiero que se detengan ni sus besos ni su mano que suavemente se desliza por un costado de mi cuerpo, y me hace desear más de él. su otra mano la sostiene entre mi pelo, lo mueve suavemente, no hay espacio de mi cuerpo que no esté invadido por su imponente cuerpo y su boca en mi cuello solo me invita a dejarme tentar. Creo que este bello cielo será testigo de algo más entre Bako y yo.
Escucho como Bako me habla dulcemente al oído – mi hermosa Amalia, quiero guardar este momento por siempre, no te muevas por favor. -
No entiendo a qué se refiere, ¿ como que no me mueva?, ¿a donde podría ir si su cuerpo esta sobre el mío?, y mi capacidad de pensar se reduce a la voluntad de Bako en este momento.
El, estira su mano y veo que toma su cámara fotográfica que estaba a un lado de nosotros, escucho como la enciende y oprime algunos botones, - me mira a los ojos, pues sintió que he movido mi cara para ver lo que hace
– Hermosa quieta-
Yo estoy quieta, tan quieta que ni siquiera muevo mis labios para responderle, en ese momento veo que coloca la cámara sobre el suelo y puedo ver nuestra imagen en la pantalla de su cámara fotográfica y noto que ha iniciado su conteo regresivo, 5,4,…
-hermosa vamos a guardar este hermoso momento por siempre- le sonrió dulce mente y noto viendo la cámara como mi piel la ilumina la luna, noto por la imagen que proyecta de nosotros la lente que tengo una pierna sobre mi hermoso fotógrafo, mis dos manos están rodeando su espalda, mi pelo negro cae como cascada sobre la manta. Pero lo que más me deslumbra es mi seductor novio, sus brazos, aunque trabajados se ven delicados sobre mi pierna y su espalda ancha parece echa para resguardarme, me siento tranquila con él, confió plenamente en Bako en este momento. Toma de nuevo posición sobre mi cuello, y ya no puedo ver más la cámara solo siento los destellos del flash que han iniciado como relámpagos entre esta hermosa noche.
-¡Donde quedamos hermosa!. – su exclamación es una invitación a continuar con los besos y caricias de hace apenas un momento. Siento sus labios húmedos darme un beso en mi cuello que eriza cada parte de mi piel, lo aprisiono aún más a mí con mis brazos, de él quiero más, definitivamente quiero ser prisionera de estos momentos y su viento en este tormentoso mar de sensaciones.
El tiempo para mi parece detenerse entre sus brazos. Siento como en un momento regreso al aquí y al ahora, a este maravilloso instante, me gira rápidamente sobre él, me da un beso tan fuerte en mi boca y ahora es el quien me abraza con fuerza, mi cabello cae de lado de su rostro y no puedo ver la cama, solo lo beso y me pierdo en el momento nuevamente.
-hermosa, ya son las ultimas fotos, - habla sobre mi boca, toma mi cabello y lo recoge hacia el lado contrario, me mira con delicadeza, como si me pudiera romper, su mirada es tan dulce, es aún más encantador que cuando trae su porte de seguridad. Me mira a los ojos –hermosa mira la cámara, deseo tener por siempre el recuerdo de este momento junto a mi hermosa chica londinense en el desierto-
Siento como Bako me da un dulce beso, yo cierro los ojos y siento como fue la última foto que tomo la cámara, pues esta ha detenido su ráfaga de destellos.
Me da un suave beso más, mientras me gira hacia mi costado para hablarme – mi hermosa, sabes tan exquisita al tacto, que no quisiera parar de tocarte- lo miro y siento mi cara roja por sus palabras. A diferencia de muchas veces no calla y agrega con seguridad en su voz – cuando todo aquí adentro esté a mi favor- lo dice mientras toca con su mano mi lado izquierdo conde esta mi corazón, - deseo Amalia que seas mía en cuerpo y alma- sus palabras son lo más hermoso que he escuchado, no puedo creer lo que me dice, pensé que por ser hombre no desaprovechaba momento, pero Bako es tan seguro de sí mismo, que sabe que llegara el momento y no tiene que estar tratando de obtener algo a la primera oportunidad. Me da un beso y se gira para tomar la cámara, se sienta y voltea su rostro para hablarme, - hermosa quieres ver las imágenes conmigo- le sonrió y extiendo mi mano para que me ayude a sentar a su lado, él la toma y me da un pequeño jaloncito que me lleva justo a su boca. Los besos de Bako son embriagantes.
Miro como pasa por cada toma, son hermosas, la luz de la noche sobre nuestros cuerpos y en el firmamento se ve parte del cielo estrellado, cada foto solo revela pación.
-Son muchas Bako- el me mira y yo le doy un beso más en su boca. –hermosa mía esta será mi favorita por siempre-
Miro la foto en la cual se detiene Bako y es la última, yo estoy sobre él, con mi mano recostada sobre su brazo, pero sosteniéndome de su hombro. Mi cabello cae sobre él, pero del lado contrario al perfil de mi rostro, mis ojos están cerrados, pero veo como su mirada refleja calidez y brilla mientras me besaba, mi boca pareciese que descansara tranquila sobre la suya. Mi cuerpo sobre el suyo no lo cubre totalmente, Bako se ve realmente cautivador, pues su cuerpo es más ancho que el mío, quien no quisiera descansar sobre su pecho.
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Editado: 19.04.2023