…Aunque exista el amor, la confianza es lo que en realidad nos puede mantener juntos…
-Amalia-su voz me habla fuerte esperando una respuesta, no puede ser que sea tan encantador cuando insiste- ¿por qué quieres que apueste? - Amalia, quiero estar seguro que crees en mí, aun y con esa foto te digo que no estuve con Paula, quiero que creas si te digo que eres irremplazable en mi vida desde que te conozco- deslizo una de mis manos por su pecho y noto algo que no se ve, esta intranquilo lo sé, porque siento como su corazón late fuerte.
Respondo sin pensarlo más, respondo por lo siento que sucede en él y por qué mi seductor novio parece un mal necesario en mi vida, me hace más daño su ausencia.
Le doy un beso y su boca sabe a dulce, no por la sensación, tuvo que comer algo dulce, es chocolate y es chocolate blanco. Solo él puede saber así, sus labios son enfermizamente deliciosos, son suaves y a la vez demandantes, siento como humedece mi boca con la suya, cada uno de sus besos es siempre diferente, pero contiene la misma pasión con la que solo el besa. Mis manos se deslizan por su pecho y una de las suyas en mi nuca con fuerza me atrae a él. En sus brazos me siento tranquila, soy yo con mis miedos, con lo que siento por él, pero en su boca hallo descanso.
Se despega de mi suavemente como suele hacerlo, y le doy un pequeño mordisco a su labio, solo me mira con el ceño cuestionando mi actitud.
-¿Qué?, ¡eso es por hacerme sufrir!- sonríe tan dulcemente, que por un momento veo otra cara de él que no he descubierto- eres una chica vengativa- deja un suave beso en mi frente, con mi dedo índice en la mitad de su pecho le hablo con sarcasmo- ahora que lo sabes piensa muy bien tus pasos conmigo-
-Mi hermosa novia, tu mide tus actos, porque ya te dije que te los voy a cobrar-. Mientras me habla, veo como saca el celular de uno de sus bolsillos de su saco.
- hermosa mi apartamento tiene cámaras, en ese momento veo como reproduce un video y veo a Bako acostado abrazando a su hijo, siento angustia, no sé por qué me muestra esto, mis ojos se nublan, pues veo a Paula entrar en ropa interior a la habitación y acostarse al lado abrazándolo. ¡no puedo con esto!
- Abre los ojos hermosa- no hagas esto, no lo quiero ver- recuesto mi cabeza en su pecho escondiéndome de lo que supone sigue en ese video. Pero con una mano toma mi mentón y levanta mi rostro hasta su mirada- Deja el miedo a la verdad, vivir en la inseguridad no te deja avanzar Amalia- su voz suena a una invitación.
Abro los ojos y lo que veo es a Paula tomándose las fotos- miro a Bako.
-ya no hacía falta más explicaciones, yo te creía-
Guardo silencio un momento y tomo aire - Bako perdóname, mis manos tiemblan de rabia, ¿cómo Paula puede tener esos alcances, y yo ¿cómo no lo escuche primero?
-Hermosa no te disculpes, con tigo a mi lado me siento mejor que recompensado.-
Lo abrazo fuerte, insistió tanto porque lo escuchara, está aquí después de tanto que no cabe dudas Bako me quiere más de lo que yo creía.
-Hermosa no te aflijas- toma mi cara entre sus manos, mientras con sus pulgares limpia las pequeñas lagrimas que habían caído.
-Siento juzgarte tan fuerte, no volverá a pasar- siento que me alza nuevamente en sus brazos, mi hermosa lo único que deseo es que creas en lo que siento por ti-
El ríe mientras me deja a un extremo de la silla suavemente. Toma la cámara en sus manos-
- ¿mi hermosa novia posaría con su perfecto vestido rojo? – no Bako sabes que no me sale- Amalia se te da natural, que no te gusta es otra cosa- niego con mi cabeza mientras se acerca a mí de lado, me da un beso dejando caer su peso suavemente sobre mí, por lo que termino recostada en la silla con su seductor cuerpo encima del mío.
-hermosa tendré que mirar más detalladamente ese vestido – siento como nuevamente tiene su mano en pierna descubierta producto de la abertura de este, me mira con deseo, me besa con pasión y me pierdo en sus besos.
-Amalia tu piel es tan sedosa, que deseo cubrirme con ella- respiro tan rápido y profundo que siento como mis pechos se elevan.
-¿hermosa tienes dudas?- no – solo respondo eso y veo al lobo aparecer ante mi sonriendo con malicia- Amalia disfrutare tanto hacerte mi – sus palabras me hacen temblar de deseo, soy consciente de lo que está diciendo y no temo de eso. Deja un beso en mi cuello provocando un espasmo y arqueando mi cuerpo hacia él, brindándole una mejor vista de mis pechos.
Dirige su mirada a ellos, con total descaro habla- es un hermoso ofrecimiento de tu parte mi hermosa-
lo siguiente que percibo es como besa mi cuello, no razono ni el tiempo ni el lugar, tomo su nuca fuertemente enredando su cabello en mis manos, - Bako- un leve gemido se escapa de mi garganta junto con su nombre. Apenas reconozco mi voz es la voz de una gata en celo, pero es que con cada parte de mi cuerpo deseo lo que tiene este lobo para dar.
-Amalia quiero entrar en ti, porque sé que me vas a quemar, pero no aquí mi hermosa y sensual novia, tengo tantas ganas de ti que apenas te quite este estorboso vestidito no me detendré. - Bako,- digo su nombre apresurándolo, pues me ganan las ganas en este momento, el fuego que es él, me enciende por completo, siento como muerde mi cuello lenta y tortuosamente.-
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Editado: 19.04.2023