Conociendo la Navidad

¿De nuevo en casa?

No tuve tiempo ni de levantar la cabeza antes de que empezara. Sonidos estruendosos llegaron hasta mis orejitas, intenté taparlas, pero el ruido era muy fuerte, dolía mucho y no se detenía.

Quiero volver a mi casa, que mi niña me abrace y me cuide de los niños malos, quiero dejar de pasar frío en las noches, solo soy un cachorrito, ¿por qué me hacen esto?

Apenas el ruido acabo salí corriendo lo más rápido que mis patitas me lo permitieron, mis orejitas seguían doliendo, solo quería alejarme de ese lugar. Corrí sin dirección determinada, simplemente corrí.

Cuando mis patitas no pudieron más, caí sin fuerzas sobre pasto. Al parecer estaba en un parque, espero que los niños malos no me encuentren aquí.

—¿Oye, ese no es el cachorro del cartel? —Dijo una adolescente mientras se acercaba a mí.

Quiero alejarme, pero mis patitas no tienen fuerza.

—Sí, creo que sí, dijeron que había recompensa, ¿verdad? —Preguntó otra, ambas me miraban fijamente.

Por favor, no me hagan daño…

—Está muy sucio —Comentó con una mueca la primera.

—Es dinero, Alice —Dijo rodando los ojos la segunda.

Me levantó en sus brazos y me llevó así durante un largo rato. No sabía a dónde me llevaban, pero no tenía fuerzas para forcejear, ni siquiera logré mantenerme despierto.

—Buenas tardes señoritas, en qué puedo ayudarlas —Desperté con el saludo de una voz conocida para mí.

Ya tenía un poco de fuerzas, me agité intentando que la chica me baje de sus brazos, no lo conseguí.

—Encontramos este cachorro en un parque, creo que ustedes lo están buscando. —Dijo ella bajándome al fin.

Pude ver al señor en la puerta y tal como lo suponía, era él, el padre de mi niña, era papá.

Le ladré un saludo y me levanté en dos patitas apoyándome en él, solía sonreír cuando hacía eso cada vez que llegaba del trabajo.

—Scott, volviste, te extrañamos mucho, cachorro —Dijo sonriente acariciando mi cabeza.

Esperaba que el movimiento de mi colita y mis ladridos le mostraran lo emocionado que yo estaba.

—¡Sophie! —Gritó hacia dentro de la casa. Era el nombre de mi niña. ¡Al fin la vería de nuevo!

Abrió la puerta permitiéndome pasar, escuché algo de recompensa antes de entrar corriendo dentro de la casa. De mi casa.



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En el texto hay: familia, navidad, cachorros

Editado: 19.12.2018

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