Se quedaron a trabajar un rato en la biblioteca y algo había cambiado entre ellos, Lena se sentía mucho más cómoda con Ben sin necesidad de estar a la defensiva, aunque ahora que lo sabían todo uno del otro, era más difícil ocultar lo que él le provocaba.
-Oye Wilde, deja de distraerte...¿quieres que sigamos mañana? Hoy sido un día complicado – dijo él y ella pestañeó consciente de que había estado un poco en las nubes.
-Sí, será lo mejor. Pero dijeron que el al menos el cuestionario debemos entregarlo mañana.
-Está bien, terminemos eso y luego nos vamos
No parecía demasiado animado con la tarea y entonces Helena cayó en la cuenta de lo que significaba para Ben, su trabajo era una investigación sobre embarazo adolescente pero también tenía que investigar el tema de la adopción.
-¿Por qué no pediste al profesor que nos cambiara el tema? Lo habría hecho si se lo pedías tú
-No habría sido justo, tampoco puedo huir de ello todo el tiempo, ¿verdad?. Es solo un trabajo de la escuela, si dejo que se convierta en otra cosa, soy yo quien saldrá perjudicado – respondió y Helena supo que estaba luchando por ser valiente y enfrentar aquello que lo hería.
-Ben...- dijo ella y luego cayó en la cuenta de que llamarlo por aquel apócope de su nombre le resultaba cada vez más natural.
-¿Sí?
-El último punto es una especie de tarea...es...-dijo sonrojándose y le pasó la hoja del cuestionario.
-De acuerdo, te acompaño a tu casa, lo haremos de camino – dijo él y ella asintió.
-¿Tu chofer no vino?
-No, hubo algún problema con el auto, así que tendré que pasar por otra experiencia excepcional de viajar en autobús – bromeó recordándole la imagen que tenía de él.
-De acuerdo, no eres snob, lo sé. Vamos – le dijo bajando la mirada sonrojada y caminaron juntos hasta la parada de autobús.
-Pero este no va para tu casa---protestó ella cuando lo vio subir al mismo que ella.
-Dije que te acompañaría y eso haré, luego tomo uno que me deje cerca de casa..
-Pero...
-Deja de protestar Helena...
-De acuerdo – aceptó y viajaron juntos hasta la parada cercana a su casa.
Al bajar se encontraron con una farmacia.
-Ahí hay una farmacia – indicó Lena y ambos se quedaron parados en la puerta.
-Iré yo...-dijo él.
-No, será mejor si voy yo...sería raro si vas tú...-insistió ella pero se la veía incómoda.
- ¿Vamos juntos?- propuso él y entraron.
La farmacéutica los atendió bien y logró calmar la incomodidad que ellos tenían.
Habían cumplido con el último punto de su tarea y Helena tenía la prueba de embarazo en la mano cuando escuchó una voz a sus espaldas que la sobresaltó.
-¿Lena? ¿Qué haces aquí? – preguntó su hermano y cuando ella se dio vuelta, los ojos de él se fijaron en lo que la chica sostenía en la mano y luego en el muchachito que la acompañaba.
-¿Marco? – preguntó ella a su vez y al recordar lo que tenía en la mano imaginó lo que su hermano estaba pensando.
-Salgamos..-dijo simplemente él y salió de la farmacia esperando que ellos lo siguieran.
-¿Estas embarazada? – preguntó tan pronto estuvieron en la puerta
-¡Claro que no! – gritó ella
-¡Es una tarea de la escuela!- dijo Ben a su vez y la mirada del hermano se posó sobre él.
-Tú...¿cómo te llamas? – dijo con brusquedad apuntando a Benedict con el dedo
-Marco, no hagas esto, no es lo que crees. Es mi compañero de clase y esto era parte de un proyecto que debemos presentar...
-Soy Benedict Cole – intervino el chico interrumpiéndola
-Vete a casa Lena, y quiero hablar con tu "compañero"
-Sí, ve...- insistió Ben.
-Pero..
-Quiero hablarle Helena, sólo eso. Vete a casa.
-Estaré bien – dijo Ben.
-Vamos a allá, hay una a cafetería donde podemos hablar – dijo e indicó hacia la esquina de la otra cuadra.
-¿Sólo vas a hablar con él, verdad? – preguntó Helena a su hermano mayor.
- Ya dije que sí, vete a casa que luego también hablaré contigo.
-Marco Wilde, como hagas algo....
-Vete, es tarde y papá debe estar esperándote para cenar .Tú, ven conmigo – dijo y salió caminando en dirección a la cafetería.
Helena protestó , pero los dejó ir, su hermano sólo estaba intentando protegerla a su manera torpe, y Ben...ella confiaba en él, se las arreglaría bien.
Los dos hombres llegaron a la cafetería, Marco hizo una seña a la mesera y pidió dos cafés, una vez que les sirvieron se sentaron frente a frente.
-Explica – dijo Marco dando un trago y Benedict le explicó sobre el trabajo que estaban haciendo y como todo había sido un gran malentendido
Una vez que terminó de explicar, Marco lo miró fijamente y lanzó su próxima pregunta..
-¿Qué quieres con ella? Mi hermana no es alguien con quien puedas jugar, ya su vida es bastante difícil como para que algún imbécil se la arruine más. – dijo y la mirada de Benedict cambió, se endureció.
-No lo sé, en la escuela dicen que sale con tipos de los bares – contestó Ben y Marco se estiró sobre la mesa y lo agarró por la camisa con una clara intención de asesinarlo.
-Mi hermana... – masculló mientras lo sostenía con fuerza y Benedict siguió hablándole mirándolo con el mismo tipo de mirada asesina.
-Ella tiene que soportarlo por tu culpa, por las veces que va a buscarte borracho a los bares, es probable que alguien la haya visto salir contigo así como los vi yo el día que la ayudé a llevarte a casa. Si de verdad te preocupas por Helena, deja de beber...-le dijo con dureza y el hombre lo soltó y medio sonrió mirándolo diferente, como si lo evaluara.
-¿Entonces ella te importa de verdad?
-Sí – contestó simplemente Benedict.
-Repetiré mi pregunta que quieres de ella...
-Ser su amigo, alguien en quien pueda confiar. Helena no confía en nadie, ni pide ayuda.