Kelya.
El pasillo se me hace infinito mientras corro por el para llegar a la sala de conferencias dónde mis padres están decidiendo sobre mi futuro sin consultarme siquiera. Cuando alcanzó la puerta metálica de una altura exagerada, logro escuchar a mi padre despedirse de manera cordial mientras mi madre hace una fiel imitación de él. Abro la puerta sin previo aviso para ver si logró captar la última imagen de las personas al otro lado de la gran pantalla de cristal y protestar ante su ridícula idea de casarme con uno de los suyos, pero al ingresar a la habitación solo veo a mis padres que se voltean a verme con rostros afligidos como si a ellos también les doliera hacer lo que ellos mismos me impusieron. Mi madre fue la que hablo y mi padre solo apartó la vista.
-Kelya. ¿Entonces ya te enteraste?
-¿Qué a caso debía ser un secreto?
-No, nosotros íbamos a decirte…
-¿Cuándo? ¿Antes o después de haberme casado con un desconocido?
-Hija, créeme cuando te digo que esto es difícil, tanto para ti como para nosotros.
-¿En serio?
-No es una decisión tomada a la ligera.
-¿De verdad? ¡Porque yo creo que sí! Ni siquiera fueron a consultarme si el casarme estaba en mis planes a futuro; lo cuál si hubieran preguntado la respuesta habría sido “No”. Además ¿No sé plantearon la idea de que quizá yo tuviera un novio, algún pretendiente o siquiera pudiera estar interesada en alguien?
-Kelya por favor.
-¿Qué mamá?
-Hija.-Mi padre decidió intervenir-Somos pocos y nos conocemos. Todos aquí sabemos que tú único interés es esa loca idea de viajar por el universo conociendo nuevos mundos.
-¡Exactamente! ¿Y si lo saben porqué entonces deciden atarme de por vida a un humano? ¡Ellos son seres primitivos, violentos, egoístas, no tienen sentimientos! ¡Inician guerras por nada y por todo! En lugar de compartir recursos se los reservan para si mismos y luego pelean por ellos sin importar que; son seres que aún no han madurado lo suficiente y…
-¡Y también son nuestra única esperanza de sobrevivir Kelya!
Mi padre perdió los papeles y su grito revoto por las paredes blancas y grises del cuarto helado como sus mentes a la hora de tomar una decisión.
-¿Ellos? ¿Nuestra esperanza?
-Si Kelya, ellos. Nuestro planeta agoniza hija, ya no se podrá sustentar por mucho más tiempo y los habitantes comenzarán a desvanecerse.
-Eso es imposible…
-Sabes que no miento, tu misma ya has comenzado a notar y sentir la escasez de recursos y ni hablemos de las enfermedades que están surgiendo en las ciudades fronterizas. Ellos tienen la ayuda necesaria que tanto buscamos.
-¿Y por eso piensan sacrificarme como ganado?
-¿Qué es el sacrificio de uno solo por el bien de millones?
Yo miré a mi madre estupefacta y sin saber que decir mientras sentía la humedad en mis ojos aflorar.
-¿Lo ves madre? Ni siquiera convivimos con ellos y tú ya comienzas a pensar y hablar como uno. No te reconozco.
Me di la vuelta y salí por la misma puerta por la que había entrado.
-¡Kelya!
-¡Kelya Ambrouse ven ahora mismo!
Me fui del sitio ofendida y con los ojos a punto de derramar lágrimas, pero con la sensación de que ellos tenían razón.
<<¿Qué es el sacrificio de uno solo por el bien de millones? >>