Kelya.
Mientras nos dirigimos a la sala principal podía sentir los ojos de Eithan sobre mi nuca observando cada movimiento que yo hacía. Aún no nos habíamos hablado porque se suponía debíamos estar a solas para presentarnos formalmente y evacuar nuestras dudas personales y a eso íbamos en este momento. Mis padres dirigían al frente y cuando llegamos a las puertas metálicas que conducían a la sala principal ellos se apartaron dejándonos a Eithan y a mi el paso. Yo aún estaba sorprendida porque él en realidad no se parecía en nada a la descripción salvaje a la que habíamos accedido Cyn y yo, pero eso podía cambiar en cuanto entabláramos conversación. Mientras las puertas se cerraban mire una última vez a mis padres y sus rostros estaban neutros, no había expresión alguna en ellos, pero sus ojos denotaban tristeza y culpa. Me sentí tan mal que les sonreí para hacerles saber que todo estaba bien antes de quedar a solas con Eithan.
-¿Entonces?
Me volteé y él estaba sentado sobre una silla mirando hacia el gran ventanal que dejaba ver la gran ciudad.
-¿Y bien qué?
Él me miró con sus ojos de hielo y sentí mi estómago sacudirse de nervios ante aquella mirada.
-Me refiero a que ya tienes lo que querías entonces; ¿Ahora qué?
Lo miré sin comprender a que se refería hasta que mi mente captó sus palabras y descifró su significado.
-¿A caso crees que yo deseaba casarme contigo?
-¿No es así?
-¡Por supuesto que no! Ni siquiera te conozco y no sabía de tu existencia hasta hace una semana atrás cuando mis padres accedieron a este tonto compromiso.
Eithan frunció su ceño de manera pensativa y luego de la nada comenzó a reír.
-¿De qué te ríes?
-Nada importante disculpa.
-Exijo que me lo digas.
Su ceja izquierda se elevó en una curva perfecta convirtiendo su rostro en uno más atractivo aún.
-¿Exiges? Entonces no me equivoqué al decir que eras caprichosa y mal criada.
-¿Qué soy que?
-¿No sabes lo que es eso?
-No.
-Eso extraño, pero de todas formas, me reí de tus gestos al sentirte ofendida. Me recordaron a alguien.
-¿A alguien? ¿Era importante?
-Si, de hecho ella lo era y mucho.
-¿Y dónde está?
-Falleció.
-Lo siento mucho.
-Gracias. Fue hace mucho tiempo, pero se siente como si hubiera sido ayer.
-¿Qué fue lo que le pasó?
Eithan me miró fijamente durante unos segundos y luego apartó la vista soltando un suspiro. Él parecía estar dividido entre sí podía o no contarme y eso se traducía en si debía o no confiar en mí.
-Primero lo primero.-Se puso de pie extendiendo su mano a modo de saludo.-Soy Eithan Collins, es un placer conocerte.
Miré mi mano e imite su saludo aunque el mío fue un tanto torpe ya que cuando me le acerque y él sujeto mis dedos, estos temblaron sin razón aparente.
-Un gusto, soy Kelya Ambrouse.
Permanecimos de pie durante unos minutos hasta que decidimos tomar asiento.
-Su nombre era Alis y tenía 10 cuando falleció.
-¿Tan pequeña?
-Si. Lo era ¿Verdad?
-¿Qué fue lo que sucedió?
Sus ojos se perdieron en los edificios que habían más allá del alto cristal de la ventana que ocupaba una pared entera.
-Fue todo mi culpa. En ese entonces yo tenía 13 años y era un niño muy inquieto que siempre andaba tras alguna aventura nueva que vivir, secretos por descubrir y ambos amábamos espiar recuerdos del pasado.
-¿Espiar recuerdos?
-Si, fotografías o videos de personas que vivieron antes que nosotros, aquellas que conocieron el mundo de antes ese que Alis y yo nunca vimos. Pero hacer eso esta terminantemente prohibido; es ilegal y si algún ciudadano encuentra fotografías o videos, estos últimos son los más difíciles de hallar y más intactos, pero todo ello debe ser reportado a la milicia y está se encarga de eso. Una tarde de calor la invite para ir a un viejo edificio demolido a recolectar antigüedades como solíamos decirle. Al principio se negó por miedo a las reprimendas de nuestros padres…
-¿Ella era tu hermana?
-Si. Se suponía que sería una aventura y que nos divertiríamos, pero nos alejamos más de lo debido. En el interior del edificio quedamos fascinados con todo lo que hayamos, pero en cuanto el pequeño roedor asomó su pequeña nariz, corrimos tras de él.
-¿Persiguieron a un roedor?
-Debes entender que ver a un animal vivo en la tierra en éstos días es algo casi imposible, ellos se extinguieron durante “La tormenta” y si a caso vez alguno entonces puedes llamarte afortunado. Mi hermana y yo comenzamos a perseguirlo, pero fuimos emboscados por un grupo de excluidos, corrimos tanto como nos fue posible, pero al final la terminaron cazando.
-¿Cazando? ¿A qué te refieres con eso? ¿Quiénes son los excluidos? ¿Y qué es eso de La tormenta? ¿Y porqué no hay animales? No entiendo nada.
-Los excluidos son todos aquellos que no aceptan o no se adaptan a las normas del nuevo orden, quedan excluidos del sistema y deben sobrevivir por su propia cuenta. Muchos de ellos forman sus propios grupos y si tienen suerte pueden vivir años, pero no todos tienen un final tan feliz. Al ser excluidos el sistema gubernamental no los asiste ni les provee de alimentos y en un planeta donde la tierra es inútil para ser cultivada y dónde los animales se extinguieron, ellos buscaron otra fuente de alimentación.
-¿Cuál?
-Cazar a otros humanos.
Las náuseas invadieron mi estómago y mi almuerzo amenazó con salirse por dónde había entrado.
-Pero, eso es asqueroso.
-¿Si? Bueno, intenta estar semanas sin probar comida y luego me dices. Ya se que es asqueroso, pero es la única forma que ellos encontraron para sobrevivir. ¿Qué no entiendes? El oxígeno en la tierra escasea tanto como el agua misma, no pueden cultivar y no hay animales. Los únicos ciudadanos que viven bien son aquellos confinados en grandes centros bajo una gran cúpula organizada y controlada por científicos y militares. Los científicos han logrado que los árboles artificiales prosperen y generen oxígeno, pero solo dentro de las instalaciones, han logrado cultivar alimentos e incluso inventaron la carne sintética. Luego de “La tormenta" el mundo ya no fue igual, se le conoce con ese nombre al periodo en el que la naturaleza tomo las cartas sobre el asunto y provocó sequías extremas, inundaciones, incendios, erupciones, deslaves, terremotos y todas las catástrofes que se te puedan ocurrir. Arrasó con todo y el mundo quedo reducido a nada.
-Pero… ¿Cómo es eso posible? ¿Cómo es que aquí no sabemos sobre esa historia? Y lo más importante ¿Si ustedes están tan mal, entonces como es que nos ayudarán?
-¿Ayudarlos?
Eithan lucía realmente desconcertado por mi pregunta y su mirada me indicaba que de verdad no tenia idea de lo que le estaba diciendo.
-Si, se supone que tú y yo nos casaríamos y tu planeta enviaría suministros a este para que logremos sobrevivir.
-No, se supone que nuestra unión matrimonial es para salvar a mi planeta Kelya, ustedes salvarán a la tierra.
Ambos quedamos observándonos en silencio sin comprender nada, a los dos nos habían contado una versión diferente del detrás de la boda.
-Debemos averiguar que está pasando realmente Eithan.
-Estoy de acuerdo contigo. ¿Entonces estamos en paz entre nosotros?
-Si tu no me atacas entonces yo no te ataco.
-Lo tomaré como un si.