Kelya.
Eithan saco un artefacto de su bolsillo y este emitió un pequeño zumbido al abrir una pequeña pantalla la cuál se iluminó con una luz azul.
-Tranquila, solo voy a contactar a Sander.
-¿Sander?
-Él es un amigo que trabaja en la zona militar, tendrá más información sobre lo que está ocurriendo y si no es así entonces lo averiguara.
En la pantalla apareció un chico moreno con el pelo rapado y una gran sonrisa atractiva y ojos vivaces.
-¡Ey Eithan amigo! Y hasta que al fin te contactas hombre, entonces ya dime. Suelta todo. ¿La chica resultó ser una gran babosa verde?
-¡Quizá tiene tentáculos!
Otra voz más juvenil se sumó a la conversación y noté los ojos de Eithan hacer un movimiento extraño hacia sus amigos, pero al parecer ellos estaban igual que yo y no entendían lo que quería decir.
-Oye Eithan ya dinos. ¿Cómo es ella?
No aguanté más y decidí postrarme frente a la pantalla con un sonoro “Hola” y ambos chicos gritaron mientras saltaban hacia atrás.
-Soy Kelya Ambrouse. ¿Y ustedes?
El moreno fue el primero en reaccionar aclarando su garganta y sentándose derecho en la silla mientras que el segundo chico, un pelirrojo con pecas y ojos saltones vivaces se le unió por detrás.
-Hola. ¿Tú eres la prometida de Eithan?
-Si te refieres a que ambos fuimos engañados y arrastrados a un compromiso de manera obligada, entonces si, soy yo. ¿Por qué?
-Es solo que no esperábamos que fueras tan…
-¿Increíblemente parecida al restó de ustedes?-Termine por él al ver que no hallaba las palabras correctas.-Si como verán no soy viscosa, no tengo tentáculos ni nada parecido. La única diferencia entre nosotros es que mi cabello, pestañas y cejas son blancas, mis ojos celestes casi transparentes y que no nacimos en el mismo planeta.
Eithan se rio de los rostros impactados de sus amigos, pero en cuanto estos lo miraron él volvió a su modo serio.
-Intente advertirles que ella estaba aquí, pero no me prestaron atención.
-Para ser justos Eithan, la verdad es que ni yo te entendí por lo que dudo que tus amigos lograrán hacerlo.
-Bien, al menos esa si nos defiende. Tu ex novia era todo lo contrario, nos hundía con sus comentarios cada que podía.
-¿Ex novia?
Eithan me miró un tanto incómodo y paso su mano por la nuca tratando de buscar una respuesta.
-Si, salí con una chica durante dos años, pero ya es historia. Ahora, Sander hay un motivo por el cuál te llame.
-Tu dirás cuál es hermano.
-Necesito información sobre mi verdadero propósito aquí.
-¿A qué te refieres?
-Tanto Kelya cómo yo fuimos engañados con nuestro propósito del porque debíamos casarnos; a ella le dijeron que así salvaría su planeta y a mi que salvaría la tierra.
Sander miro de un lado a otro asegurándose de que nadie lo estuviera viendo u oyendo.
-A decir verdad las cosas han estado un poco alocadas aquí.
-¿Alocadas en qué sentido?
El otro chico se apretujo contra Sander para así caber en la pantalla también.
-¡Oye Redmond! Ten más cuidado.
-Oh ya cállate Sander. Escúchenme, el comandante junto al coronel han estado exigiendo entrenamientos especiales para cada escuadrón durante los últimos días, además en estos últimos meses nos han llegado grandes paquetes en cajas metálicas extrañas y los científicos son los primeros en ir a por ellos, no los militares, los científicos.
-Es cierto, Redmond tiene razón y no solo eso.-Volvió a mirar a sus lados y luego susurro hacia la pantalla.-¿Recuerdas a Yarlein? ¿La científica con la que salgo? Me dijo que el área de virología y enfermedades ha estado trabajando en algo. Están creando una especie de patógeno que infecta a ciertos seres, pero no a nosotros. Ellos tienen la cura bajó alto secreto y ni siquiera los militares de alto rango tienen acceso a este proyecto.
-Ayer por ejemplo, una nave no registrada salió del hangar del área de laboratorios y no sabemos el rumbo de dirección ni que es lo que cargaba, pero algo es seguro y es que todos aquí están algo más que nerviosos. El coronel Torres está enfadado y nervioso con los planes del laboratorio central.
-¿Y quién está a cargo de ese plan?
Ambos chicos se miraron decidiendo cuál de ellos sería el que respondería, pero a decir verdad ya no hacía falta que ellos dijeran nada porque los cuatro sabíamos la respuesta.
-Son tus padres Eithan.