Kelya.
No sabía cuál noticia era peor; si la de mi padre o la de la invasión si de cualquier forma todos acabaríamos iguales. Miré hacía Eithan y sus ojos de hielo ahora contenían compasión y culpa, él sentía culpa por algo en lo que nada tenía que ver. Le sonreí para transmitirle esas palabras y luego me encaminé hacía la pantalla al tiempo que llamaba a mi madre.
-Mamá quiero que vengas aquí y conozcas a unos amigos.
Al principio no se movió, pero luego entendió que si ambas entrabamos en pánico por lo que estaba sucediendo entonces todo se habría acabado y mi padre estaría realmente decepcionado. Si hay algo que nos enseñó a mis hermanos y a mi desde pequeños es a no perder la calma en situaciones que ameritan estar tranquilos ya que de ti dependen el resto. Cuando ambas estuvimos frente a la pantalla cada quien se presentó y compartimos la información que cada parte había reunido.
-A ver si entendí bien. ¿Me está diciendo que los científicos de la tierra están planeando adueñarse de este planeta?
-Así es señora.
En ese momento uno de los guardias entró a la habitación agitado por haber corrido hasta allí.
-Señora, en la sala de conferencias se a activado una videoconferencia y exigen hablar con quién esté a cargo y de inmediato.
-Gracias Gregory, iremos en un momento.
Yo miré a mi madre un tanto atónita por sus palabras.
-¿Iremos? ¿Pero quienes?
-Tu, Eithan y yo cariño. Ya es hora de que tú comiences a opinar también. Vamos.