Parte 2

— Nunca debí tenerlo, desde que nació nos ha traído mala suerte — le dijo a su esposo esa noche la madre de Neshi, mientras trataban de dormir.

— No había manera de saber que tenía esa enfermedad, estábamos tan contentos que era un niño ¿Recuerdas cómo se reía antes de los seis meses? — el hombre estaba tan orgulloso cuando nació que lo paseaba en la aldea todos los días, pero cuando supo de su autismo, prefirió salir solo.

— De haberlo sabido lo habría dejado en el hospital, mejor que otros lo hubieran criado. Así podíamos haber adoptar un varón — ella recordó el parto tan duro que tuvo, que le produjo problemas para volver a quedar embarazada.

— Ya no podemos hacer nada, además se va a la capital, así nunca más lo veremos — pensó un rato — ahora que se abrirán las políticas podríamos adoptar uno.

— A nuestra edad ya no podrá ser un bebé, y los adultos quieren a padres con posición y dinero... mejor durmamos. Debemos asumir que ya no tendremos quien nos cuide en la vejez.

Al otro día cuando los jóvenes se iban, la madre le dijo lo que pensaba a Neshi.

— Madre, no podías saberlo cuando nació, además él es inteligente, solo debe ser guiado para...

— Nunca podrá hacer nada solo, debí haberlo internado cuando era niño, pero no tenemos suficiente dinero, nada bueno saldrá de él.

— No te preocupes, nunca más nos verás — la muchacha siempre supo que su mamá no era apegada a su hermano, pero nunca pensó que llegaría a tanto, era como si... lo odiará.

— Tú no nos molestas, eres una gran hija, cuando te cases podrás traer a tus hijos, pero él... — la interrumpió la muchacha, molesta.

— Debo irme.

La madre recordó que a los cinco años la muchacha demostró comprender porque su hermano actuaba distinto a los demás pequeños del lugar, así que empezó a cuidar de él, siempre estaba pendiente para defenderlo de cualquiera que quería molestarlo.

— Vamos Shaoran.

El muchacho se dio vuelta y se despidió con la mano de sus progenitores, luego se fue atrás de su hermana, llevando sus cosas.

— No te preocupes, yo te cuidaré siempre hermano, sé que pronto podrás llevar una vida normal, puedes lograrlo.

— Neshi — dijo feliz, y le sonrió, era lo único que podía decir.

Cuando llegaron a la gran ciudad, gracias a una beca que ella consiguió, y al apoyo del estado por la condición de su hermano, ambos pudieron pagar una pequeña casa, la muchacha trabajó por horas en sus espacios del estudio para poder tener un mejor nivel de vida. Shaoran ayudaba en casa, ambos recibían un poco de dinero de sus padres para pagar algunos gastos, sobre todo el instituto de Educación Especial, era su manera de que los demás los percivieran como buenos padres con el muchacho. Además de estudiar el joven trabajaba en las tardes, era muy hábil para limpiar y dejar todo ordenado, en la empresa donde lo aceptaron lo querían mucho, gracias a eso su vida era muy tranquila, ya sin nadie que menospreciara al muchacho.

Pero esto era solo la calma que anticipaba la tempestad, una tarde que Neshi esperaba como siempre a su hermano en la esquina de su cuadra, lo vio bajar del autobús, pero antes que pudiera acercarse a él, unos tipos en un auto oscuro lo tomaron del brazo, lo metieron en el vehículo y se fueron de allí lo más rápido que pudieron.

— Hermano... hermanitooooo... — la joven corrió hasta que cayó de rodillas, nunca sintió tanto miedo en su vida.

La gente que estaba en la calle desaparecieron inmediatamente cuando se dieron cuenta del secuestro, para no verse involucrado en el incidente.

— Ayuda, por favor — al ver que nadie se acercaba, fue en busca de su celular a su casa y desde allí llamó a la policía.

Cuando llegaron le tomaron la declaración, pero dijeron que las pocas cámaras de seguridad que habían, misteriosamente estaban con problemas en ese momento, por lo que no pudieron obtener nada. Las personas que entrevistaron dijeron haber visto lo que pasó, pero que no recordaban como eran los tipos del vehículo oscuro, ni la patente del automóvil.

— Trataremos de ayudarla, si llaman para pedir rescate nos informa, sino no sé cómo podremos descubrir quienes fueron.

— ¿¿¿Rescate??? No somos millonarios, nos mantenernos con lo poco que nos envían nuestros padres, además de que ambos trabajamos, mi hermano y yo tenemos becas para estudiar.

— Si no es por dinero, solo... lo siento de verdad.

"Tráfico de órganos — pensó ella angustiada".

— ¿No pueden hacen nada? — suplicó con la vista Neshi.

— No somos adivinos, no tenemos por dónde empezar, si sabe algo llámenos — se fueron tranquilos, diciéndose interiormente que hacían lo que podían en un caso así.

Ya a la semana, cuando nadie se comunicó con la muchacha, ella confirmó que no era por dinero, así que comenzó a investigar por su cuenta, se dio cuenta que en muchas partes del mundo habían ocurrido estas situaciones, ese año eran en total diez los desaparecidos, con una cosa en común, todos tienen algún tipo de discapacidad psíquica (Down, TEA, esquizofrenia, etc.), también desaparecieron mujeres con el mismo modo, pero estas eran muy pocas, tenían entre veinte y treinta años, en este caso eran todas huérfanas.

Ese fin de semana, la muchacha fue a ver a sus padres para informarles lo que había pasado, les pidió perdón por no haber podido protegerlo, ellos se mostraron tranquilos, incluso aliviados.

— ¿Qué les pasa? Es su hijo ¿Por qué no se preocupan? Se lo llevaron hace cinco días y nadie lo ha vuelto a ver.

— Cariño, esto fue una bendición del cielo, ahora no tendremos que pagar por su educación especial, y tú no tendrás que llevar ese lastre tan pesado, no has podido disfrutar de tu vida por cuidarlo — en su interior la mujer mayor estaba muy tranquila — además si tu futuro esposo supiera de él, tendría miedo de tener un hijo así, esa es la razón por la que nadie de la aldea te propuso matrimonio.

— No me interesa un hombre que solo me quiere para darle hijos. Shaoran es mi hermano, no es un lastre... no quiero saber más de ustedes, no se preocupen de enviarme dinero, yo puedo mantenerme sola, gasten en ustedes todo lo que ganan ahora que ya no tienen hijos.