Conquistadores

Parte 3

— Neshi, es por tu bien que... — la mirada de su hija hizo callarse inmediamente a la mujer mayor.

— Nadie que piense como ustedes puede querer el bien de sus hijos. No me busquen más.

La jovencita dejó los estudios, además de trabajar, todo su tiempo libre lo dedicaba a seguir investigando por internet, a veces incluso viajaba a ver a la familia de quienes ya no estaban para ver si podían ayudarle. Pero de ninguno pudo obtener información.

— No nos moleste, no nos interesa recuperarlo, era una carga para nosotros, por fin fue útil para algo que no sea babear y gritar a todos en casa.

Ella quiso decirle varias cosas, pero vio que eso no serviría de nada, esa gente no le importaba que había pasado con sus familiares, casi todos estaban aliviados, o parecía que se preocupaban de ellos, pero solo por acallar el qué dirán. En el caso de las mujeres, solo pudo contactarse con amigos, pero ellos tampoco sabían nada, solo que de la noche a la mañana no aparecieron nunca más.

El tiempo pasó, ya pasaron 6 meses de la desaparición de Shaoran, y aunque siguió varias pistas, nunca llegó a nada, hasta que un día un tipo de traje negro se detuvo frente a su casa, deslizó un papel bajo su puerta y se fue.

Ella vio todo desde una ventana, oculta tras la cortina, si hubiera tocado el timbre no sabía si le habría abierto la puerta. A pesar que se escondió muy bien, le pareció que el mensajero sabía que ella estaba allí.

"Deje de investigar — eran las tres palabras que hacían escrito en computador en la misiva."

— No, no voy a detenerme, debo estar cerca de quienes tienen a Shaoran, por eso quieren asustarme — respiró hondo — ahora más que nunca debo redoblar mi búsqueda. Tranquilo hermano, te encontraré, y si no puedo salvarte, te vengaré.

Varios días siguió su rutina, pero atenta a cualquier situación especial, así fue que estuvo segura que la seguían, dejo varios correos programados, por si algo le pasaba algunas instituciones y canales de televisión sabrían que era por buscar a su hermano, aunque si la conspiración era del nivel que ella pensaba, solo sería una muerta más en el mundo.

Una noche un pequeño gato apareció en su casa al lado de su cama, era completamente negro, se le acercó, le dejó un papel oscuro con letras blancas.

"Tengo información de tu hermano, ven a la plaza que queda a dos cuadras de aquí mañana domingo a las 14 hrs".

El felino espero hasta que ella leyó el papel, la miró fijamente y se fue caminando tranquilamente, cuando la muchacha se levantó y prendió la luz, ya no había nadie más aparte de ella en su hogar.

"Qué diablos, esto puede ser enviado por quienes se lo llevaron y quieren hacerme callar — luego de pensarlo un rato tomo una decisión — iré, si quisieran matarme lo habrían hecho ahora".

Al otro día fue con ropa deportiva, por si tenía que salir huyendo, en el lugar había varios niños con sus padres, abuelas o hermanos, de repente uno de los pequeños de unos 3 años sin querer le tiro una pelota a su regazo, ella se la devolvió riendo.

— Cuidado amiguito.

— Lo siento señorita — se fue, al rato de nuevo la pelota la golpeó, ya a la tercera vez ella se molestó.

— ¿Dónde están tus padres?

— Llévame a tu casa, ya vi que nadie te siguió — su voz tenía un tono muy maduro, lo que contrastaba con su apariencia tan infantil.

— ¿¿Qué...?? — el pequeño la miró fijamente, sus ojos habían perdido la inocencia.

— Vamos hermanita, ya es tarde.

— Esta bien — la jovencita estaba muy confundida, pero decidió seguirle el juego a ver qué ocurría.

En el camino el niño jugaba como cualquier otro, cuando entraron a la casa de la muchacha, el pequeño se acomodó en el sofá con su rostro muy serio.

— Tu hermano y los demás fueron llevados por los Jovianos.

— ¿Para que los quieren? — se estremeció de miedo.

— Para esclavizarlos.

— Mi hermano no sabe hacer mucho.

— Les enseñan, a la fuerza muchos aprenden, o los usan para otra cosa... como a las mujeres que exigieron.

"Esclavos sexuales — su color palideció y luego se volvió rojo".

— Los matare a todos ¿Dónde puedo encontrar a los Jovianos? ¿Son algún tipo de culto?

— Antes de nada, debes mantener la cabeza fría si quieres rescatar con vida a tu hermano — los ojos del infante se pusieron como los del felino de la noche anterior.

— ¿Quién eres tú exactamente? ¿Cómo sabes todo esto?

— Soy de la raza llamada Baskalasim, los Jovianos son nuestros enemigos eternos, son los seres que llegaron hace unos años en las naves extraterrestres a este planeta.

— ¿¡Tú eres...!? ¿Qué tienes que ver con el gato de anoche?

El ser rápidamente se transformó en el animal oscuro, para luego tener el aspecto de una muchacha de la edad de Nushi

— Eres un cambia formas.

— Correcto, podemos tomar la forma de quien vemos, sea en la vida real o en una fotografía. Esos malditos Jovianos nos han llevado a la extinción, apenas quedamos menos de 100 individuos de nuestra raza, nos escondimos en los planetas que pensamos ellos nunca nos buscarían, en el pasado no cazaron como a ratones — la miró con simpatía — no queremos que a ustedes les pase lo mismo. Son unos asesinos despiadados.

— ¿Qué puedo hacer yo? — pasado el momento de furia ahora la jovencita se sintió como un grano de sal en el mar, como podría salvar a su hermano de esos seres, si los Baskalasim no pudieron hacer nada.

— Se necesita un vocero en el mundo de ustedes, que les haga ver el peligro que viven. Estoy segura que tú eres perfecta, ayúdanos a que tu planeta luche contra ellos, que sepan que tan malvados son.

— No sería mejor un presidente o... — estaba tan nerviosa que en algunos momentos tartamudeaba — si ustedes no pudieron contra ellos ¿Qué podemos hacer nosotros, unos simples seres humanos?




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