Capítulo 7

Llegue hasta donde estaban y tome a mi hija de la mano cuando veo como su respiración se acelera, los ojos de Henry se posan en los míos y aprietos los dientes con fuerza porque sabía que no sería buena idea que él estuviera aquí. 

—Es hora de que te vayas —mi hija aprieta mi mano y veo como niega con su pequeña cabecita. 

—No mami, aún no hago mi baile, seré la tenonera. 

—Se dice telonera, Monstruo —rápido pongo la mirada en Henry. 

—¿Monstruo?, ¿por qué le dices asi a mi hija? 

—Parece un pequeño monstruo — Nos quedamos en silencio por unos segundos y luego él pasa la mano por su pelo —. Es hora de irme 

—Sí, es lo mejor, gracias por venir —digo, aunque no quise decir eso, pero aprendí a ser agradecida y fingir cuando debo hacerlo. 

—Mami, ¿por qué no se queda? —suspiro agachándome para quedar a su altura. 

—Porque debe irse, mi amor, pero mamá se quedará y tomara muchas fotos, ¿está bien? —asiente sonriendo y luego mira a Henry.

—Adiós Shrek, prometo tenerte muchos dulces cuando te vea. 

—Ya te dije que me llamo Henry, no Shrek —ella levanta los hombros pasando por nuestro lado hasta donde están sus amigas. 

Sonrío viendo como mi hija es feliz por un día en su vida diaria, su vida no ha sido fácil, por eso estoy tan pendiente de todos estos momentos, ella los necesita. Alejo la mirada de mi hija para ponerla en el hombre que aún sigue de pie frente a mí. 

—¿Necesitas algo más? —asiente. 

—Sí, mi madre te quiere ver en la tarde en la fundación, al parecer quiere hablar contigo sobre algo de Emilia —un mal sabor se apodera de mí. 

—¿Sabes de que se trata? —niega. 

—No, no lo se y por favor ve, mi madre se pone insoportable cuando no se hace lo que ella quiere y ya estoy harto de que me fastidie. 

—Bien, iré. 

No dice nada más y se aleja de mí para caminar hasta la salida donde desaparece y no lo veo más, esa actitud me está dando mucha desconfianza, que apareciera ahora aquí no es nada normal.

La mañana en la escuela de mi hija estuvo maravilloso, a pesar de que Emilia estuvo callada y un poco triste cuando sus compañeras les dedicaron su baile a los padres, pude hacer que estuviera mejor y al final todo salió muy bien, sabía que ella necesitaba a su padre, pero Henry solo le causaría dolor. 

***

Luego de dejarla en casa con Alisson tome el metro para poder ir hasta la fundación, no se porque, pero tenía una mala sensación, esta reunión no saldría tan bien como creía. Entre en las instalaciones y llegue hasta la oficina de Dorotea, luego de recibir un pase abrí la puerta encontrándola en su escritorio. 

—Oh, hola querida, pasa por favor —asiento cerrando la puerta detrás de mí. 

—Su hijo me dijo que quería hablar conmigo. 

—Sí, asi es, quisiera que habláramos de algunas cosas de Emilia. 

Suspiro tomando asiento en la silla frente a ella, las manos me pican y es por la sensación de desespero que ahora mismo estoy sintiendo. 

—Supe por mi hijo que no tienes empleo —aprieto las manos sobre mi regazo —. Debes entender que eso me tiene un poco preocupada porque Emilia necesita ahora un estilo de vida que es muy costos. 

—Eso lo se, Dorotea, y te agradezco que estés preocupada por mi hija, pero yo lo tengo todo bajo control, mi liquidación me ha permitido este tiempo suplir todo. 

—¿Y cuándo eso se acabe?, ¿Qué piensas hacer?, porque aunque he querido hacer que mi hijo tome su lugar en la vida de Emilia, ha sido muy complicado. 

—No quiero que él haga algo porque se lo exigen, las cosas no me gustan así. Tampoco creo que Emilia se lo merezca. 

—Lo entiendo, Cariño, pero Henry siempre fue un hombre muy complicado, jamás hizo las cosas de una manera correcta, siempre creía que las cosas eran solo tomar y ya, sin buscar la manera de conseguirlas. Por desgracia mi esposo fue culpable de ello. 

—Entiendo a donde quiere llegar, pero no pienso exponer a mi hija a un experimento, porque eso es lo que será, un experimento nada más —el semblante de la mujer entristece y luego se tensiona. 

—Sé que mi hijo no merece tener una hija como Emilia, pero aunque no quieras, es su padre y no puedes impedirle estar con ella. 

Me levanto de la silla haciendo que golpe el piso con fuerza, no me importa como se vea eso, no pienso permitir que ellos hagan lo que se les dé la gana. 

—Dorotea, en realidad te respeto, pero tu hijo solo ha sido un donador de esperma, cuando más lo necesitaba, él le dio la espalda por un pasado que no tiene nada que ver con esto, ¿crees que voy a permitir qe se acerque a ella? —ella agacha la mirada —. No, no lo permitiré, porque tu hijo es un ser cruel que dañaría a su propia sangre sin importarle nada. 

—No es su culpa —dice levantado la mirada —. Jamás lo tuvo fácil, cuando conoció a Flor todo  mejoro, pero unos meses después le diagnosticaron cáncer y todo empeoro con los días, mi hijo la amaba tanto, sufrió a su lado, era como si él también estuviera enfermo. Después de su muerte, él solo se perdió.