Conspiración

Nada es como lo esperas

Jung, según lo que contó, se había levantado para ir por comida cuando vio que salía luz de la habitación de Ethan. Se asomó y entonces nos vio abrazados, lo cual cualquiera hubiera pensado mal.

Le traté de explicar lo que había pasado realmente, pero no confiaba en él lo suficiente como para contarle la verdad, por lo que le mentí diciendo que había tenido una pesadilla y extrañaba mucho a mi familia. Me creyó pensando en que era así de fácil volverme vulnerable emocionalmente, que podía quebrarme con solo eso. Realmente no se imaginaba lo que era capaz de soportar.

En la mañana, retomamos el espionaje. Ethan se encargaba de vigilar una pequeña instalación mientras Jung buscaba la forma de vulnerar la red de seguridad. Yo iba para la extracción de los documentos.

Pasamos días esperando la oportunidad ideal, hasta que finalmente se dio. Entré con cautela y fui por los ductos de ventilación (era de contextura delgada) hasta llegar a la habitación en la que, según la información que recopilaron los chicos, habían archivos clasificados que debíamos obtener. Revisé y los encontré. Extraje la información tanto impresa como digital y salí sin dejar rastro, o por lo menos eso creía.

Volví con los chicos y nos sentíamos felices y orgullosos por haber completado la operación con éxito. Quedamos en comprar cosas para comer y beber, luego nos iríamos en la mañana siguiente. Todo marchaba de maravilla.

Los chicos compraron cervezas a pesar de que traté de convencerlos de que mantuvieran la cordura. Yo solo observaba y escuchaba su conversación mientras bebían y de vez en cuando sacaba un snack del plato. Estaba de pie, por lo que Ethan jaló de mi brazo para que me sentara a su lado. Coqueteaba conmigo pero yo trataba de rechazarlo, pero no podía, por lo que terminé cediendo a sus halagos y nos besamos mientras él acariciaba mi cabello y mi espalda.

—Te amo —me dijo.

—¿Cómo estás seguro si no nos conocemos mucho? 

—Porque es un sentimiento que empezó cuando te conocí y durante estos dos años solo ha ido creciendo.

Ethan sonrió al decirlo, por lo que le devolví la sonrisa y lo besé. Luego, él empezó a insistir en que fuéramos a alguna habitación, por lo que eran obvias sus intenciones.

—Ethan —le dije—, entiende que no.

—¡Oh vamos! Solo es un poco de diversión.

—Et, soy virgen.

—¿Qué?

—Lo que escuchaste.

—Eres muy bonita como para que crea eso.

—Es por elección propia.

Ethan me miró desconcertado y siguió bebiendo. Me levanté y fui a mi habitación para revisar los archivos, no sin antes cerrar la puerta de la pieza. Escaneé algunos con un pequeño dispositivo que a cada uno le pasaban al empezar una misión.

Guardé de nuevo los archivos en mi mochila. El escaner iba directamente a la base de datos de la agencia, por lo que al menos sabía que ya tenían lo que necesitaban. Nada de lo que estaba ahí me servía para demostrar lo que me había dicho Carolina, pero al menos los documentos que ella me había entregado comprobaban todo lo que había dicho.

De repente, escuché un ruido estruendoso y gritos de mando en otro idioma, el cual supuse que era coreano. Me oculté debajo de la cama con mi mochila y mi arma, pero no pude evitar salir cuando escuché a Ethan dar un quejido de dolor. Salí de la habitación y vi a Ethan tirado en el suelo con un oficial norcoreano encima y un pequeño charco de sangre junto a su brazo. Disparé sin pensarlo dos veces en diracción a los oficiales norcoreanos, incluyendo al que estaba encima de Ethan, pero uno me disparó en el antebrazo y dejé de disparar por el dolor, aunque no fue grave. Un oficial me detuvo y esposó.

—Creí que no eras violenta —me dijo Ethan.

—Lo soy, pero en esta ocación tenía que serlo. No es la primera vez.

***

A los tres nos pusieron en la misma celda y junto con otros hombres que estaban de antes.  Ninguno habló en todo el rato hasta la mañana.

—Tres hurras por el grandioso ejército de Estados Unidos —dije irónicamente para romper el hielo.

—Al menos pudimos enviar los archivos —comentó Ethan.

—¿Cómo? —preguntó Jung—. Creí que los entregarían cuando saliéramos del país.

—Tenemos unos dispositivos que los envían al instante —explicó Ethan.



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En el texto hay: guerra, espionaje, terrorismo

Editado: 13.03.2018

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