Narra Liz
─ ¿Él es? – inquiere el que acaba de llegar. Por personas como él es que nuestro nuevo chico está tan nervioso.
─Cariño, no seas celoso, él es Jack. Es nuevo ─ le digo a Cam para que se relaje.
─Jack él es Cameron, nuestro mejor amigo, se comportó así porque es muy celoso ─ dice Sam rodando los ojos para dar un vuelco en el ambiente.
─Yo no soy celoso, un gusto conocerte Jack, yo soy Cam. Amores lo siento, me tengo que ir ─ nos da un beso ─ Chicos, esperen idiotas ─ se va corriendo a donde están los del equipo.
─Bueno, vamos a buscar los horarios – propongo mirando a Cameron, sin duda que lo amo.
Jack es un desastre andante, creo que chocó con 10 personas y casi choca con otras 20. De verdad que es peor que Sam. Aunque creo que es porque está nervioso.
─Ya tengo mi horario. Y mi casillero – dice mostrando unas llaves y también un papel.
─Tu casillero queda justo al frente del de nosotras. Vamos ─ yo sé cómo llegar a mi casillero, pero no se cual es. Sam si lo sabe.
--¿Qué clase tienes? – pregunto mientras le respondo un mensaje a Matt.
─Química ─ bien, le toca conmigo.
─Vamos a Química entonces – digo mirando hacia él.
─Te espero amiga, suerte con la tabla periódica. Me voy a Biología ─ Sam me da un beso y se va.
Comienzo a caminar y me percato de que Jack no va conmigo, me quedo parada y el me mira como si yo estuviera loca, en parte sí estoy un poquito loca, pero eso no va al caso y él debería de saberlo. Creo.
─Jack ¿Qué esperas? va a sonar el timbre y si llegamos atrasados los profes no nos van a dejar entrar – omito la parte en la que ya me ha pasado varias veces.
─ ¿Quieres que vayamos juntos? – pregunta confundido.
─ ¿Por qué no?
─Olvídalo, vamos entonces ─ me alcanza y camino al laboratorio no chocó con nadie, por suerte.
Llegamos antes de que toque el timbre, como siempre me siento en la primera fila y Jack a mi lado, hoy va a ser mi compañero de laboratorio y ojalá el sí entienda química, porque lo que es yo con suerte sé que el uno del hidrógeno, que es H, es su número atómico y nada más. Hasta un niño de kínder Garden sabe más que yo.
─Y dime ¿De dónde vienes? – pregunto mirando sus ojos porque me fascinaron.
─De Chicago ─ responde tranquilo.
─Bastante lejos y ¿Por qué? ─ sí, ya lo sé, esto parece un interrogatorio.
*Eres bastante curiosa*
Lo sé, ¿Cómo estas Conciencia? Hace mucho no aparecías.
*Ahora te acompañaré niña*
─Mi padre es guardaespaldas y mano derecha de su jefe, él se mudó y mi padre nos obligó a venir acá ─ mira la mesa y traza líneas imaginarias con sus dedos.
─ ¿No te querías venir? ─ mueve la cabeza negando ─ ¿Alguna razón?
─Mi novio, justo cuando las cosas van bien pasa esto.
*Que desperdicio de hombre*
Estoy de acuerdo contigo
─Mmm comprendo, pero todo se soluciona – digo obvio para subir el ánimo del chico porque parece hasta casi depresivo.
*Te gusta verles el lado positivo a las cosas*
Que sacas de ser negativo, así eres muy aburrido.
*Creo que eres la mejor, eres bastante positiva con todos*
Lo sé
*Menos contigo*
Te ignoraré.
─Sí. Mi papá dijo que me dará un departamento y ahí veremos si Benjamin se puede mudar conmigo ─ levanta la cabeza y me mira a los ojos.
Tiene los ojos muy lindos y por eso lo amo, además sus pestañas son rizaditas y se ve muy tierno con la carita de niño bueno. Lo que veo en este chico es que se siente solo y la soledad no es buena para ninguna persona, porque no te habla ni sube tu estado de ánimo, cosa que es lo peor porque todos sabemos que cuando uno está sólo y en silencio piensa cosas que al final lo único que hacen es perjudicar. El necesita un amigo es está lugar
─ ¿Quieres ser mi amigo?
─Vaya que directa ─ suelta una risita mucho más adorable que él – bueno – susurra.
─Muy bien, pero te advierto y que conste. Soy muy mala influencia, tengo cara de Santa, pero voy de la mano con el Diablo, aunque tengo mi lado bueno oculto ─ sonríe por todo lo que digo ─ y mi familia es un tema delicado que no puedo explicar, así que agradecería no preguntes.
─Te va a agradar Benjamin.
En eso toca el timbre y entra el profesor. Mira a Jack y le pide que se presente. De seguro debe pensar que estoy con él solo para subir mis calificaciones en la materia que tantos problemas me da.
─Yo soy Jack Carson, tengo 16 años y vengo de Chicago.
Escucho a las chicas porristas, es decir, “las zorras” algo para acercarse a Jack. Jack vuelve a sentarse a mi lado y todos lo miran como si no lo pudieran creer.
─Muy bien clase, tomemos los libros.
La clase no estuvo tan interesante como yo quería, pero no me aburrí. Conocí mucho más de Jack. Me contó que para su padre le fue difícil, pero al final igual terminó aceptando su sexualidad, me dijo que era hijo único. Su mamá murió cuando él tenía 8 años, en un accidente automovilístico, él iba con ella en el auto, aunque él no recuerda nada.
Suena el timbre para el receso y vamos directo a los casilleros. Ahí estaba Sam y Chris peleando por una manzana, nadie pelea por una manzana a excepción de ellos.
─Liz, dile a Chris que me devuelva mi manzana ─ mi amiga pide ayuda y yo soy tan buena que eso haré.
─Chris regrésale la manzana a tu novia, por favor. Te llevo en mi auto por la tarde ─ ruedo los ojos, no sé cómo pueden ser tan inmaduros.
*Lo dice la más madura*
Ya dije que te voy a ignorar.
*Como quieras*
─Ok, solo si ella me da un beso ─ se toca los labios.
Con Jack solo reímos por la reacción de Sam que es peor que “el grito", esa pintura de Edward Münch.
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Editado: 17.07.2022