Constante Amenaza

CAPITULO 16

Narra Matt.

 

Salimos del Hospital y nos vamos en mi camioneta a la empresa, cuando todo pasó hablamos con el tío Dominic para avisarle lo que había pasado a Sophie, pero le prometí que igual iba a ir a trabajar, entonces ahora vamos de camino a la empresa.

Al llegar cada uno se va por su lado, pues, aunque tengamos una investigación en curso también cada uno tiene trabajo que hacer. Con Ben nos despedimos antes de separarnos y dejar fijada la hora en la que tenemos que seguir con la investigación. Además, como nuestras cosas nunca salen bien, mi hermana tuvo que pasar más días en el hospital y no salimos como deseamos, por eso mismo hoy ya se van a ir.

Luego de algunas horas voy a la oficina de Ben, tenemos cuadros de investigación mucho más amplios que lo que pueden hacer los federales.

─Mierda ─ justo cuando pienso que vamos llegando a una conclusión, sale otra cosa que despista por completo.

─Lo mismo digo ─ dice Ben casi queriendo golpear su cabeza.

Los chicos ya están por irse nuevamente a Miami, tienen que regresar a clases. Por acá Ben igual estudia, aunque sólo lo hace por las noches, para así poder trabajar durante todo el día y mucho más tranquilo.

─Es que como no lo notamos antes – protesto decepcionado.

─No lo sé, fue como si saliera de la nada ─ dice mi compañero de búsqueda ─ maldición, pero no importa, la vamos a encontrar ─ asegura Ben.

 

Narra Jack.

 

─Ya deberían estar acá ─ reclama Cam. Ben y Matt aún no llegan a despedirse de nosotros, estamos en el aeropuerto con Sophie, Matt no la podía llevar al trabajo por lo que la cuidamos nosotros.

─Yo con el tatuaje soy feliz ─ dice Chris.

Chris y Sam se tatuaron en la muñeca, la fecha de cuando comenzaron a ser novios, con el nudo del infinito. A veces son tan románticos que causan una reacción diabética para todos nosotros.

─Sí. Pero no podemos llevarnos a la enana o dejarla sola, además se deben despedir ─ dice Cam.

─Eso es cierto ─ dice Sam.

Miro hacia todos lados, por un lado, veo a Ben y Matt corriendo hacia nosotros, no sé cuál que de los dos se ve más sexy haciendo esa acción tan común.

─Lo siento, había mucho tráfico ─ dice Ben agitado.

─No importa amor, por lo menos llegaron.

─Y ¿Sophie? ─ pregunta Matt.

─Con los idiotas número 2 y 3 comprando galletas ─ dice Sam.

─Princeso ─ Sophie se lanza a los brazos de su hermano.

─Chicos ¿A quién le llegó la foto? ─ pregunta Chris. Nos miramos, a mí no me ha llegado nada.

─ ¿A nadie? ─ pregunta Sam.

─No tengo nada ─ dice Seba.

─Yo tampoco ─ dice Ethan.

─ ¿Cómo es eso? ¿Ninguno tiene foto? ─ pregunta Ben.

─No ─ respondemos todos.

Esto es extraño. Todos los días nos envían una foto. ¿Por qué ahora no? ¿Qué pasó?

 

Narra Liz.

 

Hoy es uno de esos días que odio mucho más que los otros, no puedo escupir por el dolor, pero igual tengo el sabor metálico de mi sangre en la boca, es algo que odio, pues no me gusta para nada porque la primera comparación que se me viene a la cabeza es como chupar un clavo. Por otro lado, tengo a dos personas que básicamente me odian y esperan a que haga algo que les parezca mal sólo para seguir golpeándome.

─Tienen suerte, no enviaremos fotos, pero sí amenazas, las fotos están haciendo que descubran la ubicación, cosa que no queremos ¿No es así? ─ nuevamente recibo la visita del Jefe.

─ ¿Por qué no solo me matas y ya? ─ pregunto y un dolor abarca toda mi caja torácica, sí, me golpean por hablar.

─Porque guardaré eso para tu cumpleaños ─ el mismo día que murió mi hija.

─Yo no tengo la culpa, todavía ni nacía.

─Pero tenías vida ─ me grita y su mano impacta en mi cara.

Se aleja un poco y sigue hablando con Demon, antes sólo hacia una visita mensual, pero ahora viene 2 veces al mes porque me he tratado de escapar, lo sé, no debería hacerlo porque mi guardaespaldas me podría matar con sólo un golpe, pero ya siento que me moriré si sigo aquí encerrada. Además, igual me canso de estar sentada en un mismo lugar, no he dormido en una cama desde hace casi dos años.

─Bien Elizabeth, ya me voy.

Pasa su dedo pulgar por mi labio y borra el rastro de sangre.

 

***

Tiempo después. 

***

 

Narra Chris

 

─Amor, vamos que ya se hará tarde ─ Sam se pone nuevamente sus tacones.

Se pone su blusa y acomoda la falda, devolviendo todo a su lugar. Pasa a buscar bragas nuevas y va al baño, vuelve con maquillaje arreglado y su cabello peinado a la perfección nuevamente.

─Fue tu idea, no me apures ─ sigo tratando de abrochar los botones de mi camisa.

Ella me sonríe y se acerca con pasos lentos, casi como si fuera un tigre a punto de cazar a su presa.

─Quería despedir bien el año ─ me da un beso y arregla mi cabello.

─Y sí que lo despediste bien, amor ─ la abrazo.

─Ya vamos, faltan solo 5 minutos ─ me informa viendo su celular.

─Bajemos – abro la puerta de mi habitación y salimos.

Bajamos tomados de la mano, en la sala están mis padres, la mamá de Sam (mi suegra), también están los padres de los trillizos y los trillizos, también están Matt con Sophie, Ben y Jack. Matt, Ben y Sophie viajaron para llegar al cumpleaños de los tres mosqueteros y estar para la fiesta del año nuevo. Por otro lado, Mary decidió comenzar el año en Francia con la familia de su novio, Albert y debo admitir que igual deseaba pasar si quiera este año con ella, pero las cosas a veces no son como uno lo desea.

Tomamos las dos copas con champagne que hay en la mesa, esas estaban esperando por nosotros, cada copa tiene el nombre de la persona, mi mamá mandó a hacerlas especiales.




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