Constante Amenaza

EPILOGO

Narra Chris.

 

Todos estamos en el Hospital esperando respuestas de parte del Doctor, pasa que Liz se desmayó después de hablar con todos, fue a su oficina a hablar con Albert y este la sujetó antes de que se caiga y por preocupación la trajo al primer Hospital que encontró.

Por otro lado, resulta ser que ahora toda la prensa sabe que Elizabeth está embaraza y el secreto quedó en nada. Luego de que vieron a Albert salir cargando a Liz y a Matt siguiéndolos hasta el Hospital, entonces todo el mundo se volvió loco al saber que mi melliza está embarazada.

─Pero que desgracia – suspira mi hermana mayor ─ ¿Por qué mi novio está con ella y el Doctor? ─ pregunta Mary llegando a la cafetería.

─Porque él fue quien la trajo – digo mirando el piso, no tenemos idea de lo que puede haber pasado.

─Ya calmé a la prensa ─ dice Seba ya cansado.

Mantengo a Sam abrazada, porque no se puede mantener tranquila.

 

Narra Liz.

 

Abro los ojos y veo que alguien me sostiene la mano, es ¿Albert?

─Albert ─ susurro.

Este me queda mirando con evidente preocupación, pero se levanta cuando me ve despierta.

─ ¿Qué paso? ─ Dios, me siento muy cansada.

─Te desmayaste, estabas muy débil y el Doctor dijo que es porque no te has alimentado bien ─ explica.

─ ¿Hay alguien más? 

─Están en la cafetería o tranquilizando a la prensa ─ mierda, la prensa se enteró ─ tu embarazo está en boca de todos.

Supiera que es nuestro embarazo, llama al Doctor y llega para hacerme preguntas de rigor. Luego indica que puedo recibir visitas. A los minutos todos los chicos llegan y entran a la habitación.

─ ¿Cómo estás? – preguntan todos y ruedo los ojos.

─Está mejor, debe descansar ─ dice Albert ─ debería ir a su casa.

─Yo la llevo, tienen que volver al trabajo ─ dice Jack.

─Tenemos que hablar, pero no es el momento ─ susurra Albert cuando deja un beso en mi mejilla a forma de despedida. 

Para mi sorpresa mi hermana hace el mismo gesto y me sonríe sin ocultar que se siente aliviada, luego se van tomados de la mano. Los chicos se aseguran de que voy a estar bien, llaman al Doctor y le hacen múltiples preguntas, pero por suerte al final se van y me quedo con Jack que me sonríe con tranquilidad.

─Firmo los papeles y nos vamos ─ dice dejando un beso en mi frente.

Solo asiento. No sé cuánto tiempo pasa hasta que Jack llega.

─Bien, ya está todo, vamos.

─Vamos ─ me levanto, este me toma la mano.

─Saldremos por la parte trasera, hay mucha prensa ─ dice Jack ─ siempre vamos a estar contigo princesa.

─Gracias, Jack.

Luego de mucho tiempo, recuerdo que hay un tema del que nunca hemos hablado y creo que se merece un espacio en nuestras vidas, pues es un tema que siempre va a estar entre ambos y debería de estar claro

─Lamento lo de tu papá – musito.

─De eso no te preocupes, mi papá hubiese hecho lo que fuera por su trabajo. No dudo que te hubiese matado y eso jamás me lo habría perdonado – dice abriendo la puerta y nos subimos a su jeep.

─Entiendo.

─Liz – va mirando el camino, con la vista en el tráfico ─ ¿Mi papá te pegó alguna vez? 

─Sí ─ admito con pesar.

─Lo siento.

─Lo hizo el, Jack. Tú no tienes nada que sentir, además tu novio me ayudó mucho ─ Jack conduce a mi departamento.

─ ¿Qué vas a hacer? ─ pregunta cuando ya estamos en mi departamento.

─Ahora, me cambiaré de ropa y podríamos ver alguna película comiendo frituras ¿Te parece?

─No me refería a eso, me refería a que vas a hacer con todo lo del marciano, con que Albert sea el papá – al parecer este chico es adivino, o tal vez sospechó de algo. Porque yo no le he dicho a nadie que Albert es el padre.

─No lo sé, ya le dije que no sabía quién era el padre, eso tendrá que creer ─ y eso será todo lo que sabrá del marciano que está en mi vientre.

─Ok ¿Busco la película?

─Sí, Piratas del Caribe. Amo a Jack Sparrow.

Jack rueda los ojos porque al parecer ya lo sabía. Yo voy a cambiarme de ropa, busco algo que sea cómodo, nada como un short y una camiseta. Me miro en el espejo y miro mi abdomen, ahí hay un pequeño ser que irá creciendo de a poco.

Dentro de poco tendré que ir de compras, nada me quedara. Salgo de mi habitación luego de un tiempo, Jack tiene todo listo para ver la peli.

─Todo listo princesa ─ me dice Jack.

─Gracias Jack, love you ─ me siento al lado de Jack, recuesto mi cabeza en su hombro.

 

***

Un mes después.

***

 

Narra Albert.

 

Hoy me tengo que ir a Francia. No he podido hablar con Elizabeth Dallas porque no se ha dado la ocasión y tampoco tengo su contacto telefónico. Lo que sé, es que trabaja desde su casa y se ha sentido bien hasta el momento.

Pero, así como voy a viajar, también me voy a encontrar con mi papá, tenemos nuestra conversación pendiente y además él y sus amenazas son las que hacen que Liz no vaya a trabajar a la empresa, mi papá se enteró del embarazo y pues, las amenazas comenzaron.

─Hijo ─ mi padre llega a la mesa, tiene nuevo guardaespaldas.

No sé porque razón el guardaespaldas se me hace conocido, pero no importa.

─Papá – suspiro con pesadez.

─ ¿Para qué me llamaste?

─Vives en New York ahora ─ digo para iniciar la conversación, pues me enteré hace dos días de que están viviendo acá.

─Sí ¿Eso importa?

─Papá, hace un mes las amenazas comenzaron nuevamente y no me lo puedes negar ¿Crees que no te van a encontrar?

─Albert, tu no entiendes...

─ ¿Entender qué? ¿Qué cosa debo entender? ─ digo exaltado, pero nadie lo nota ─ papá, deja tu maldita venganza porque ahora no solo es su vida, hay otra vida en juego, un bebé papá.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.