Constante Amenaza; Part 2

CAPITULO 20

Narra Matt.

 

Estoy revisando constantemente mi celular porque no entiendo qué pasa con mis amigos y necesito estar al tanto de todo para ver qué hacer y cómo actuar con el uno y con el otro porque tengo que hablar con ambos sin hacer que el otro sepa lo que el otro me dice, en realidad entre los dos me vuelven loco, pero me da igual porque son mis mejores amigos. Me llega un audio de Sophie quien debe estar en el colegio y de seguro se debe de haber metido en un problema, pero igual lo escucho.

 

Matt, rastrea la señal de mi celular, Matt raptaron a las chicas, desaparecieron, se acaban de llevar a Alex y Emy, Matt síguenos, ¡¡Noooo, Sam!! Cuidado con Alan. (Cállate y haz lo que ordeno, así saldrás viva)

 

Se corta el audio, mierda. Las chicas y los niños, ¿Qué mierda está pasando? No tengo idea, pero tengo rastreada a mi hermana. 

–Ben, Seba, Chris, Cam, Ethan y Andy – hablo por el interfono – juntémonos en la sala de reuniones.

 

Narra Albert.

 

Estoy por abordar el avión, algo me oprime el pecho, algo me dice que no vaya a Italia. Aparece una llamada de Matt, quiero seguir aplazando el tiempo.

 

–¿¡¡Ya te fuiste?!! – su voz se escucha mal.

–No – digo obvio.

–Desaparecieron las chicas, Jack y los niños, estaban en el centro comercial, no están, vamos a revisar las cámaras y rastrearemos la señal del reloj de Sophie....¿Rescatas a tus hijos?

–Obvio, voy a la empresa.

–Vamos a estar en la oficina de Ben.

 

Bajo las escaleras del jet y corro hacia dónde dejé mi auto estacionado, no puede estar pasando esto ¡Maldición! Dicen que llorar no es de valientes, pero quien no llora es porque no es capaz de aceptar sus emociones y si llorar demuestra que estoy sintiendo lo mal que estoy en este momento entonces me permito aceptar cualquier sentimiento que se pase por mi ser, además  Matt sonaba bastante exaltado y él no es de las personas que es así porque sí, de hecho es una de las personas más relajadas en todo momento y ahora se escuchaba realmente asustado.

Me subo al auto y lo enciendo, aquí es donde agradezco tener un Lamborghini y poder correr a la máxima velocidad, pues es tan aerodinámico que siento que voy volando. En cosa de 25 minutos llego a la empresa, me bajo y voy directo a la oficina de Ben.

Al parecer en la empresa ya todos saben porque se corre de un lado a otro, la oficina de Ben está llena de personas y es que Ben nunca permite que algunos entren a su cueva, pero en realidad estamos todos.

–¡¡Pero qué digo. Maldición. Todo el mundo sabe que las mujeres de moda y actual fuerza femenina han desaparecido, tres de ellas embarazadas, además de los niños.!! ¡¡Mi hijo, hombre!!

–¡¡Seba, cálmate....!!

–¡¡No puedo, mi novia con mi hijo no están, las raptaron en un centro comercial y la puta señal que rastreábamos se dividió en 4, como es putamente posible hackear el servicio que Ben inventó y desarrolló!!

–Hola – interrumpo en la discusión.

–Por suerte llegaste vivo – dice Chris mirando su reloj.

–¿Qué tenemos hasta el momento? – pregunto.

–Seba ve a decir que estamos tratando de buscar toda señal posible y que estamos dispuestos a encontrar a las chicas hoy mismo – dice Andy. Seba sale de la habitación.

–Tenemos esto, las chicas desaparecieron del centro, por las cámaras de seguridad hallamos que todas fueron llevadas al mismo furgón, las amarraban y amenazaban con un arma, hay 4 personas actuando, 3 las capturaban y la cuarta las drogaba antes de subirlas. Seguimos la señal de Sophie, pero hackearon el sistema de Ben y resulta ser que una sola señal, se dividió en 4, una de ellas es la verdadera, pero no sabemos cuál.

Veo las imágenes. Todos están vestidos de la misma manera. Al final veo las señales, están detenidas en distintos lugares. Una en un parque de diversiones, otra en medio de la nada, la tercera en el centro médico militar y la última en una urbanización alejada de la ciudad.

Veo nuevamente la figura de las personas, en las cámaras puedo distinguir que todos son hombres bastante altos y con harto músculo, no se cuál es la razón pero siento que uno de ellos puede ser Marcus Miller, algo que me confunde, pues su propia hermana y la mujer a la que le juraba amor están entre ese grupo de personas, no entiendo. Me centro en la que las drogaba porque se ve distinto a los otros, es completamente opuesto, se ve pequeño.

–Ya sé dónde están, Maldición – es como si algo me iluminara la cabeza – Vamos a la Urbanización, cuarta señal.

–¿Cómo sabes? – dice Ethan preocupado pero a la vez, tratando de sonar relajado.

–Fíjense en la última persona, la que los drogaba. Es pequeña, tiene barriga y se nota su cabello castaño, la urbanización, ahí fue donde Aymara compró. Es ella. 

–Pero puede ser cualquiera – acusa Cam que sigue dando vueltas de un lado a otro mientras que Ben está tratando de recuperar su sistema.

–Tengo la puta sensación de que es ahí – insisto.

–Bien, creeremos lo que Albert dice – dice Matt.

Seba llega como si fuera un huracán, obvio que necesita saber que está pasando o que se puede hacer, yo estoy igual de desesperado que él, no quiero perder ni a Liz ni a mis hijos y resulta que quien se suponía estaba en Italia ahora tengo la sospecha de que está acá y todo me hace dudar porque tal vez la razón de la caja era que yo me fuera a Italia y así despistar para que yo no estuviera a la hora de actuar.

–Necesito despliegue en las zonas que les enviaré, 4 a cada sector en 5 los quiero saliendo y 3 a la oficina de Ben, todos con arma y chaleco, en los SUV blindados – Matt habla por el interfono, Seba frunce el ceño.

–Vamos a nuestra sección – dice Andy – tendremos acción.

Todos salimos de la oficina y seguimos a Andy y Matt, el primero se ve tan emocionado como si fuera a hacer algo que le gusta. Vemos como algunos de seguridad salen del edificio con chalecos y verificando sus armas, no tenía idea de que estos tuvieran un grupo tan grande de armas de fuego y así, es como estar con FBI.




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