Constelación De Dos

Prólogo.

Hay momentos que parecen tan pequeños que podrían pasar desapercibidos para cualquiera, pero que, de alguna forma, acaban siendo la línea invisible que une dos vidas.

Aiven no creía en las casualidades. O, al menos, no lo admitía. Prefería pensar que las cosas ocurrían porque sí, sin motivo oculto, sin un plan esperando detrás. Pero esa tarde en Oríndel, cuando bajó del tren y el aire frío de la ciudad nueva le acarició el rostro, no podía evitar sentir que estaba cruzando un umbral invisible.

Noam tampoco creía en las casualidades. Pero para él, las cosas tampoco sucedían porque sí. Había aprendido que, a veces, lo que parecía un encuentro era en realidad una despedida disfrazada, y lo que parecía un comienzo podía ser solo un instante brillante en medio de una rutina gris.

Ellos aún no lo sabían.
No sabían que ese roce junto a un bolígrafo sería suficiente para encender un hilo invisible entre ambos.
No sabían que, mientras uno intentaba aprender a no correr de todo, el otro buscaba un motivo para quedarse en algún lugar.

No sabían que estaban a punto de encontrarse en la constelación de dos que el mundo les tenía reservada.



#1687 en Fantasía
#5700 en Novela romántica

En el texto hay: #romance, #amistad, #bl

Editado: 26.08.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.