Una semana después de todo lo ocurrido las cosas andaban bien, no parecía haber conflicto alguno.
Había encontrado lo que creía ser una foto de mi madre ordenando su oficina, pero el que salía allí claramente no era papá, no era difícil de saberlo incluso si su rostro no era visible. ¿Quién era aquel hombre que besaba a mi madre?, el cabello de mi madre estaba pelirojo, estaba en su tono natural. Entonces la foto era de jóvenes.
Con la foto en mis manos, sentí un torbellino de emociones. Observé detenidamente la imagen, tratando de comprender quién era aquel hombre que besaba a mi madre. La curiosidad y la incertidumbre se mezclaron mientras la imagen revelaba un capítulo desconocido de la vida de mi madre.
Decidí obtener respuestas, fui directo con la foto en mano y pregunté con cuidado:
— Mamá, encontré esta foto y noté que no es papá. ¿Quién es el hombre en la foto?
La expresión de mi madre cambió, reflejando sorpresa y nostalgia. Una pausa tensa se instaló en la habitación antes de que ella respondiera con una sonrisa triste:
— Ese es James, un amigo muy cercano de mi juventud. No todos los amores duran para siempre, pero algunas conexiones dejan huellas imborrables.
Procese la revelación, sintiendo una mezcla de alivio y molestia. La historia de mi madre se extendía más allá de lo que conocía, y aunque las respuestas trajeron consigo una complejidad emocional, también añadieron capas a la narrativa familiar. Con la foto como testigo silencioso de aquellos días pasados.
El nombre de James retumbó por todos lados, dejando huellas de su existencia.
Al salir de la habitación me encaminé a la playa donde vi a Kyo y Marcus. Ambos se veían felices y desde aquí podía notar lo mojados que estaban.
Con Kyo continuamos fortaleciendo nuestra conexión, compartiendo risas y desafíos tanto en el surf como en la vida cotidiana. Lo que hacia que las cosas fueran un poco raras ante los demás.
Camine hasta donde estaban los chiscos y me senté en la arena, pensaba en que también enfrentaba mis propios desafíos. Aunque la noticia de traer las cenizas de mi padre parecía un paso significativo, también trajo consigo una mezcla de emociones complejas. Pero sabia que los dos locos que estaban enfrente de mi estaban allí para apoyarme, pero sabíamos que el proceso de sanación llevaría tiempo.
𓆜 𓆝 𓆜 𓆝 𓆜 𓆝
El sonido de las olas rompiendo en la orilla proporcionaba un telón de fondo relajante.
— Kyo, gracias por estar aquí para mí — dije mirando el horizonte.
— Siempre estaré aquí para ti, Cassiedie. Somos como olas en el mar, juntos enfrentamos tormentas y celebramos los días soleados.
Los días siguientes se convirtieron en una mezcla de emociones.
En una de esas tardes, mientras caminábamos por la orilla del mar, Kyo se acercó a mí. Su expresión reflejaba una mezcla de pesar y determinación.
—Necesitamos hablar. —dijo con seriedad.
Nos dirigimos a un lugar más apartado, donde el sonido de las olas amortiguaba nuestras voces.
—Sé que todos hemos pasado por mucho en estos días. —comenzó —. Pero hay algo que necesitas saber. Eh estado investigando sobre el pasado de mi familia. —continuó Kyo—. Y descubrí algo que puede cambiar todo.
Intrigada por lo que decía Kyo, parpadee mas de una vez para darle a entender que continuara.
—Tus padres, Cassie, y los míos... tienen una conexión más profunda de lo que pensamos. Parece que hay secretos que han estado ocultos durante mucho tiempo.
La noticia resonó en el aire, dejándome en un silencio tenso. Miré a Kyo, cuestionando qué significaba esto para nosotros y para nuestras familias.
—No se todos los detalles aún. —añadió—. Pero estoy dispuestos a descubrir la verdad, sea cual sea.
En ese momento, frente al vasto horizonte y con la brisa marina acariciándonos, nos dimos cuenta de que nuestras historias estaban entrelazadas de maneras que ni siquiera imaginábamos.
Esa noche, mientras el cielo se llenaba de estrellas, nos prometimos a nosotros mismos que no importaba lo que descubriéramos, seguiríamos adelante. La estrella de la perseverancia seguía brillando en mi muñeca, recordándonos que, incluso en medio de los misterios del pasado, siempre había luz y esperanza para guiar nuestro camino.
Los días siguientes estuvieron llenos de preguntas sin respuestas y la constante búsqueda de la verdad. A medida que desentrañábamos la historia, las conexiones entre nuestras familias se volvían más claras. Descubrimos que mi madre y el padre de Kyo compartieron un tiempo en la misma universidad y que, de alguna manera, sus vidas se cruzaron cuando mama volvió a Indonesia.
Una tarde, mientras estábamos reunidos en la sala de estar, revisamos viejas fotografías y documentos. Entre los recuerdos, encontramos una carta escrita a mano que parecía haber sido pasada por alto durante años. La carta estaba dirigida a mi madre y firmada por alguien que parecía ser mi padre. A medida que leíamos las palabras escritas con odio y arrepentimiento, las piezas del rompecabezas empezaron a encajar. Los secretos de nuestro pasado se revelaban lentamente, y aunque aún había aspectos desconocidos, al menos teníamos una comprensión más clara de la conexión entre nuestras familias.