Constelaciones en sus ojos.

Epicologo

3 años después
 


 

"...Cuando te quedas sin esperanzas, sin juicio y sin amor, las olas solo te llevarán más lejos de lo que puedes imaginar, donde quizás todo comenzó, en el mar."
 


 

Concluía mi libro de esa manera, había sido toda una odisea escribirlo, y me había ayudado con la terapia, las cosas no pueden ir mejor, aun que sin duda lo extrañaba más de lo que imaginaba.

Han pasado tres años desde que las gotas de lluvia marcaron el final de esa historia de amor que cambió mi vida. Después de aquel capítulo doloroso, me sumergí en la escritura como una forma de sanación. Escribí un libro, nuestra historia, pero esta vez con un giro diferente, un final que desafiaba el destino y abrazaba la esperanza.

El título del libro, "Cartas a las estrellas", encerraba la esencia de mi transformación. Convertí las lágrimas en tinta y las páginas en un lienzo para reescribir nuestra historia. Cada palabra, cada línea, era una búsqueda de redención y una declaración de amor resiliente.

El libro se convirtió en un éxito inesperado, atrayendo la atención de lectores que encontraron consuelo en su mensaje de superación. Pero lo más sorprendente fue que, en el proceso de contar nuestra historia, descubrí un nuevo propósito para mí misma. Había encontrado mi voz entre las páginas y una fuerza que ni siquiera sabía que poseía.

Un día, mientras paseaba por una librería local, me detuve frente a una exhibición destacada. Mis ojos se posaron en "Cartas a las estrellas", mi propia creación, mi catarsis impresa en papel. Observé a los lectores curiosear y elegirlo con interés. La satisfacción de saber que mi historia podía tocar a otros corazones llenó mi ser.

En ese mismo momento, levanté la mirada y mis ojos se encontraron con los suyos. El tiempo pareció detenerse mientras él sostenía una copia de mi libro. La sorpresa y el reconocimiento brillaron en sus ojos, y su rostro se iluminó con una sonrisa cálida, su cabello ahora castaño claro y ondulado, parecía ser lo único diferente. Me acerqué, sin poder contener mi propio asombro y alegría.

—Lo escribiste—murmuró, y asentí con una sonrisa temblorosa.

—Reescribí nuestra historia— le dije, y nuestras miradas se encontraron en un entendimiento compartido— Perdón, jamás te dije que sentía lo que había hecho.

El solo sonrió de lado y como si el tiempo no hubiera pasado respondió—No te preocupes nusnus.

El destino, que una vez nos separó bajo la lluvia, parecía estar tejido en la trama de un nuevo capítulo. Nos quedamos allí, en medio de las letras impresas y los susurros de historias no contadas, con la certeza de que este encuentro no era casualidad.

Así comenzó un nuevo capítulo, donde las páginas en blanco nos ofrecían la oportunidad de escribir juntos una historia de amor renovada. Bajo el resplandor del después, nos aventuramos hacia un futuro donde las lágrimas eran solo recuerdos y las palabras eran promesas de un amor que había encontrado su redención.
 



#10575 en Novela romántica

En el texto hay: verano, romance, surf

Editado: 07.02.2024

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