Dahlia Vogel era, ante todo, una periodista de principios inquebrantables. Había crecido en el Ala Lumen, donde su familia, compuesta por académicos y artistas, le inculcó un profundo respeto por la verdad y el conocimiento. Una de sus memorias más queridas era la tradición de las noches de lectura en voz alta, cuando su madre declamaba pasajes de clásicos literarios mientras su padre discutía apasionadamente sobre su contexto histórico.
En esas veladas, Dahlia aprendió no solo a valorar las ideas, sino a cuestionarlas, desarrollando así la tenacidad y el pensamiento crítico que luego definirían su carrera. Estas raíces definieron su vida, dándole la convicción de que las palabras podían ser armas más poderosas que cualquier máquina de guerra.
En "La Voz de Vapor," el periódico más influyente de Obsidian Heights, Dahlia encontró no solo un trabajo, sino un segundo hogar. Gregor Stannard, el editor en jefe, era un veterano curtido por décadas de periodismo, cuya severidad escondía un corazón paternal. En más de una ocasión, cuando Dahlia enfrentó dilemas éticos sobre qué publicar, Gregor se sentaba con ella en su despacho, iluminado por la tenue luz de una lámpara de gas, para relatar historias de su juventud como reportero.
Una vez le narró cómo, en una ciudad devastada por un conflicto, decidió priorizar la vida de un informante antes que una primicia, enseñándole que el periodismo no solo trata sobre la verdad, sino sobre las personas detrás de ella.
Esa guía constante moldeaba a Dahlia, empujándola a ser mejor cada día.
Su relación con Dahlia trascendía la jerarquía laboral. Para Gregor, ella era la hija que nunca tuvo; para Dahlia, él era un mentor cuya guía constante la empujaba a ser mejor cada día.
Sin embargo, su búsqueda de la verdad a menudo la llevaba a territorios peligrosos. Una de sus fuentes más confiables era Lord Alistair Vaughn, un aristócrata caído en desgracia que se movía con fluidez en los círculos más oscuros del Ala Umbra.
Vaughn, a pesar de su decadencia, conservaba un intelecto afilado y una red de contactos que lo hacía invaluable para Dahlia. Un caso particularmente revelador ocurrió cuando él logró desmantelar una conspiración para silenciar a la periodista después de que publicara un artículo exponiendo las actividades ilícitas de una prominente corporación del Ala Plateada. Utilizando su conocimiento de las intrigas del Ala Umbra, Vaughn interceptó mensajes entre los conspiradores y proporcionó pruebas cruciales que permitieron a Dahlia mantenerse un paso adelante.
Desde entonces, su alianza quedó sellada, cimentada en una confianza basada en actos más que en palabras. A cambio de información, ella le ofrecía anonimato y respeto, una transacción que con el tiempo se convirtió en una alianza improbable pero efectiva.
Dahlia vivía en un equilibrio delicado entre sus ideales y las complejidades morales de su trabajo. Aunque creía firmemente en la justicia, sabía que las verdades que exponía podían tener consecuencias devastadoras.
En más de una ocasión, su propia seguridad había estado en juego, pero su determinación nunca flaqueó. Dahlia entendía que, en una ciudad como Obsidian Heights, cada verdad revelada era una chispa en la oscuridad.
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Editado: 21.12.2024