Capitulo 14

Al cruzar, se relajaron al ver que no había ningún peligro aparente o al menos uno nuevo de los que ya había.
El cuarto era muy estrecho y con poca iluminación pero al fondo lograron ver unas escaleras que conducía a un piso inferior. Bajaron pensando que sería la puerta de emergencia de la que les habló el profesor Miguel.
Al llegar abajo vieron más luz en la habitación, paredes cafés, techo verde y unas lámparas a corta distancia entre ellas que componían la decoración.
Caminaron muy juntos y al mismo ritmo.
Hasta que Carlos nuevamente tomó la delantera.
—¿Qué es eso de ahí?—Preguntó mientras enfocaba la mirada.—Parecen barrotes
—No creo que sea una salida.—Dijo temeroso Roberto.—Esperen, observo algo ahí.
Se tomaron de las manos y se acercaron más a la jaula.
—Alguien está tirado ahí adentro.— confirmaba Cesar.
Al acercarse más pudieron corroborarlo, había alguien en el interior de la jaula. Estaba tirado boca abajo y no era posible ver su rostro, tenía su ropa rasgada y parecía muy golpeado.
—Hola…—Saludó Daniela muy nerviosa.—¿Estás despierto?
Fue muy extraño pero el individuo mostró respuesta a la voz de Daniela y se giró moviéndose lentamente.
—¿Te encuentras bien?—El individuo se movió con mayor fuerza hasta que se incorporó, levantó la cabeza despertando un mayor temor en todos.
—¿Qué es eso?—Gritó César.—¡Parece un monstruo!
—Creo que está mareado.-dijo Roberto. —Como si lo hubieran sedado.
—Véanlo bien.—Pidió Carlos con temor en los labios.—Parece humano pero con el rostro deforme. Su cuerpo está muy herido y debe necesitar ayuda.
Recordaron las palabras del profesor Miguel “sujetos de prueba” y pensaron que tal vez esa persona era uno de ellos. Aún sin acercarse mucho comenzaron a preguntar "¿Qué haces aquí?, ¿Puedes hablar?, ¿Quién eres?"
—Estoy mareado.—Contestaba con voz muy grave.—¡Aléjense, no quiero más!
—Parece que está delirando.—Dijo Roberto mientras lo miraba.—Se aferra a los barrotes
—¿Quién te encerró aquí?—Continuaba el interrogatorio.—¿Qué es este lugar.
—No…—parecía que tomaba conciencia—¿Ustedes quiénes son?
—Somos estudiantes del colegio y queremos salir de aquí.
—Si, hagan eso. Huyan de aquí.—Se quedó quieto.—Yo también era estudiante allá afuera.
—Encontré esto.—Dijo Daniela mientras mostraba algo que tomó de un escritorio que estaba enfrente de la jaula.—Aquí dice sujeto #32 Abram Suarez Gomes, experimento fallido, reacción química no controlada. Su cuerpo sufre transformación B3 después de mostrar ligero alivio.
Daniela interrumpió la lectura debido a que Abram perdía la calma.
—¡Sáquenme de aquí!, ¡Déjenme en paz!—Presionaba con fuerza los barrotes, desgarraba su ropa y tenía un aumento de masa corporal, cambió su color de piel a un tono grisáceo.—¡Quiero salir!
El grupo entendió que no era buena idea quedarse ahí. Pensaron en regresar arriba pero Abram había terminado de romper los barrotes y la puerta al final del pasillo era lo más cercano para salir de ahí. Corrieron hacia ella y al cruzarla Carlos y Cesar se recargaron en ella para impedir que algo más cruzara. Escucharon gritos aterradores del otro lado, la voz de Abram se volvió más grave y sin duda, estaba suelto y sin control.
Analizaron la nueva habitación a la que llegaron, había menos luz y era mas pequeña, tenia muchos documentos en un par de estantes que la almacenaban, también lograron ver fotografías y muchos de los símbolos que vieron en la biblioteca, pero esta vez, llamó más su atención una cruz negra que estaba arriba de un cruce de puertas y debajo un rostro de dolor que parecía de un demonio.
No tuvieron más remedio que seguir avanzando y elegir una puerta para ir a otra habitación ya que Abram comenzaba a golpear fuertemente. Entraron a la puerta de la izquierda y este era un lugar mucho mas amplio con divisiones y pasillos que en su mayoría, tenían equipo químico, estantes por todos lados, cámaras quirúrgicas y al fondo unas jaulas pero no como la de su ex compañero. Estas eran más pequeñas y de color amarillo, pero todas estaban abiertas.