"Estos días han sido desesperantes. Nunca pensé que el proyecto se prolongaría tanto, estoy al borde del cansancio y los límites de mi humanidad ya no quieren ser rebasados.
Yo no me atrevo a detenerme ni a contrariar sus órdenes porque temo por mi. Creí que mi grandeza sería diferente.
Estoy desmejorado, al observarme en el espejo veo a un hombre sin vida, sin esencia, delgado, con demasiadas canas aún para su edad, con los dientes débiles, cicatrices producto de los errores de un principiante. Estoy molesto todo el día, con facciones de amargura. Los ojos ya no desmienten reacción a los cambios de luz u obscuridad, estan perdidos… mi cuerpo está perdido.
Por eso planeado rescatar algo que aún puede ser rescatado o eso espero: mi alma.
Para ello necesito ir liberando mis culpas por eso siento la necesidad de escribir mis pecados y sea quien sea pueda perdonarme o al menos ayudar a mi alma a encontrar el descanso. Así entonces escribo esta confesión de lo que hice aquí en este terrible lugar y los motivos que tuve para hacerlo.
Quiero confesar que he sido un maniático trabajando para otro maniático. Desde el día que me pidió trabajar para él debí negarme pero no tenía opción, no quería morir, aunque ahora lo prefiero al ver todo lo que he creado.
El director de este colegio era mi amigo y me invitó a ser profesor, nos llevábamos bien y fuimos muy cercanos, pero ni así me percate a tiempo la locura que lo consumía por dentro. De igual forma me invitó a trabajar en un proyecto que tenía en mente, el cual mantendríamos en secreto en la parte baja del colegio que él mismo mandó a construir años atrás.
Ejercí 4 años como profesor cuando tuve la necesidad de abandonarlo para quedarme trabajando solo en el proyecto del subterráneo. Seis años han pasado, seis largos años donde nos hemos encontrado con tantos fracasos, tantas vidas desperdiciadas.
Colocamos cámaras en todo el colegio para buscar alumnos que reunieran características adecuadas para el experimento encontrando, fueron varios pero ninguno logró sobrevivir. Estoy rogando algún día poder disculparme con todos ellos a donde sea que vayamos al morir y quiero maldecir al Director Francisco por su locura y por todo lo me hizo hacer. Intenté solucionar mi error y dejarlos descansar pero ya eran sus esclavos y programó la habitación de las cápsulas para que se abrieran si detectaban vida en el interior de la habitación y a quien entrara sin permiso, ordenándoles matarlos.
Si alguien logra transmitir mi mensaje hágalo diciendo lo grande que fue el profesor Raúl.
El pánico llegó al leer la última parte cuando las cápsulas detectaron su presencia tal y como decía la nota. Al hacerlo se abrieron y de inmediato todos los cadáveres cayeron quedando los cuatro amigos rodeados por todos ellos.
Había unas partes de estos como manos que cayeron pues ya no estaban conectadas a los cuerpos pero siniestramente se movían aunque sin dirección ni conciencia. El líquido se evaporó rápidamente mientras una alarma se activaba, lo que generaba más frustración ya que el sonido era muy fuerte.
Los cuerpos de ratas y humanos también empezaron a generar movimiento, trataban de incorporarse y adaptarse a estar fuera del líquido donde pasaron mucho tiempo.
Increíblemente solo podía hacer esto al tener vida lo cual era algo tan improbable.
Pero sus ojos no los engañaban. También observaban el inmenso tamaño de algunos, incluso el doble que el de Abram. Cuerpos que apesar de su desintegración se veían capaces de dañarlos si los alcanzaban. Con colmillos, garras, musculatura notoria, veneno, todo era posible.
Las criaturas terminaron de incorporarse, sus ojos era lo último que podían mover y lo hacían muy lento. Pero en un mismo momento todos se fijaron rumbo al grupo que recién llegó.
Como si fueran robots que alguien los controlara, no necesitaban sus ojos, ellos podían sentir perfectamente a las personas que no pertenecían ahí y se lanzaron hacia ellos.
—¡Esto es una locura!—César gritó mientras se acorralaba hacia una pared donde no estaban estra criaturas.
—¡Están locos!—Se unía Roberto.—¿Cómo pudieron crear esto?
—Miren…=una voz de esperanza los interrumpía—al final el pasillo hay una salida.—Daniela los sujetó de las mano y los jaló en esa dirección.—Debemos llegar antes que se nos echen todos encima.
Corrieron mientras las criaturas se acostumbraban a sus reflejos ya que se caían al intentar correr. Tras el leve levantar de los monstruos, sentían el trayecto eterno así como eterna la desesperación en aquel momento por llegar a la puerta y salir de ahí.
Cada paso era peligroso por pasar cerca de una criatura que estaba apunto de levantarse e ir por ellos. O asqueroso por pasar sobre una extremidad que se movía.
Lograron llegar a la puerta. No parecía sencilla de abrir porque era muy grande y de metal muy resistente, a diferencia de las sencillas de madera y otros materiales que habían visto. Llegaron buscando una forma de abrirla y Carlos lo consiguió. Era muy pesada al moverla hacia la izquierda pero la motivación de no perder la vida le hizo sacar fuerzas de su ser para lograrlo.
Al cruzarla hicieron un nuevo esfuerzo para cerrarla. Aseguraron bien la puerta antes de volver a respirar para sentirse tranquilos, se miraron unos a otros en señal de ánimo y desconcierto y cuando se aseguraron que no había más peligro miraron adelante y observaron con detenimiento la nueva habitación a la que habían llegado.
#2883 en Fantasía
#1237 en Personajes sobrenaturales
#1374 en Thriller
#528 en Suspenso
Editado: 25.03.2025