Contando con el diablo

Capitulo 22

—¡Vaya! Un asesino a suelto con sed de venganza, me gusta.—Dijo mientras sonreía muy notablemente.—A donde tu vas, bueno tu alma va. Tenemos muchos de ellos y sin importar sus razones son castigados.—Se regozijaba con la historia.—Pero este Juan sin duda es algo diferente, me hubiera gustado recibirlo yo en el infierno.
—Lo dices tan fríamente, no cabe duda que los humanos somos un juguete para ustedes los demonios.
—No te puedo responder por las acciones de los demás demonios.—Dijo mientras seguía su acción y tono de burla.—Tú tienes el privilegio de estar con el rey de la tinieblas, controlo el lugar pero no controlo las acciones de los demás.
—¿Eres el rey de ese sitio y no puedes controlar a tus súbditos?
Sandra parecía encontrar algo interesante en esta conversación del tercer día.
Conforme pasaba el tiempo la situación se le hacia lo más normal y esta actividad le ofrecía conocimiento, incluso más temas para posibles historias en un futuro. Y esque un escritor debe estar preparado, alerta en el mundo para encontrar experiencias, tener los odios agudos para escuchar inspiraciones y tener la mano lista para escribirlas.
—Esos súbditos como tú los llamas fueron en alguna ocasión mis compañeros en el cielo.—Dijo ya no con un tono de burla sino de recuerdo, incluso un poco de melancolía.—Y ya están bastante enojados conmigo por haberlos arrastrado a una batalla que nos envió a este infierno.
—Entonces, ¿Vivías en el cielo?—Continuaba con las preguntas para reclutar información—¿Por qué tienes tanta maldad si es así?
—Esa historia es bastante conocida, ¿Nunca leíste la biblia?—preguntaba sorprendido, ya que era un libro popular en el mundo que aún incluso un niño había podido leer.—Por otra parte, yo entiendo tu mala información, ese libro está bastante distorsionado—se rasco la cabeza—ahí yo soy el autor de todo mal y de corromper a la humanidad cuando ustedes han hecho bastante por si solos.
Sandra, a cada instante seguía más emocionada por el ser que le hablaba. Al final reconocía que esa sensación de miedo se estaba volviendo una nueva emoción en su vida cada noche que él la visitaba. Era más como el nerviosismo cuando nos enfrentamos a una nueva experiencia o esperamos un evento importante. Comenzaba a tener confianza para comunicarse con él y entablar conversaciones.
—Cuéntame más sobre esa historia de la batalla en cielo.—Ella mostraba un tono dulce pero no falso, el interés por saber era verdadero.—Quiero oír tu versión.
—¿Mi versión?—Ell diablo pareció apreciar mucho esas palabras, casi nadie le había preguntado por su versión de la historia. Siempre ha sido catalogado y juzgado como el malo, y no es que no lo fuera, simplemente el sentirse escuchado le hizo sentir algo especial.
—Anteriormente, en el periodo de los druidas y las brujas me hice de un grupo de súbditos, creé un libro dividido en 3 secciones. La primera narraba la historia contando de mi lado, pero a ellos solo les importaron las dos otras partes de ese libro. Los hechizos para dañar a otros humanos a quienes llaman enemigos y el conocimiento astrológico que les compartí.—Hablaba como decepcionado, como si él hubiera esperado más de la humanidad o como si hubiese deseado que alguien le escuchará su historia.—La astrología que sin desearlo indirectamente terminaron usando para dañar también y no para lo que se les fue dada.—Bajó la mirada un poco.—A ti de todo lo que puedes pedir ¿Te interesa escuchar esa versión de la historia?
—Claro que si.—Dijo sonriente—como escritora siempre aprecio una buena historia.—Quiso ganárselo un poco.—Quizá pueda hacer un libro de tu versión y contarlo al mundo aprovechando mi fama.
—Tú no puedes sobornarme,—dijo con un tono molesto—yo lo he hecho durante siglos, no puedes engañarme a mi.
—Yo no intento eso, solo quise ser amable.—Respondía nerviosa por no hacerlo enfurecer.
—No te confundas, tú me perteneces y según el contrato yo puedo hacer lo que quiera contigo,—hablaba con orgullo y ego por delante—no necesitas ser amable.
Sandra no pudo decir más, su intención era ganar afecto de ese ser por motivos ahora revueltos pero sin duda hacerlo enfurecer no quería, no sabia aún de lo que seria capaz el ser mas malévolo de todos los tiempos.
—Aunque te has ganado otro día de vida, pocas horas, no creo que quieras desperdiciarlas escuchándome ya que no las recuperarás nunca.
—Si, es algo que quiero hacer.—Dijo bastante convencida y adoptando una postura como si fuera a pasar un largo tiempo esperando.
—Me parece bien tu sugerencia, creo que después de todo te usaré para hacer un nuevo libro donde aparezca mi historia. Es una vanidad que no quiero dejar pasar. En todo este tiempo no se me había ocurrido plasmarlo nuevamente en un libro pero ahora con una escritora tan famosa, bien lo vale intenta.—Se preparó para hablar, se le notaba un poco emocionado si así se le puede decir a las reacciones de un demonio.—Te contaré solo los hechos de la historia, colocarle la textura de una novela o plasmarlo como algo histórico, ese será tu trabajo después cuando hagas mi libro.
—Esta bien, solo redáctame la información y con gusto hare un libro con tu versión.




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