Contando con el diablo

Capitulo 33

Proyecto Tendencia

—¡Este es el descubrimiento de nuestras vidas!
—¡Es algo maravilloso!
Las voces con tono de alegría se expandían por toda la habitación.
—Pero debemos ser discretos, nadie debe saberlo aún.
El lugar era muy amplio y podía respirarse una gran soledad producto de los espacios vacíos y de las solo 2 personas que estaban ahí. Podía observarse una mesa muy grande con varios instrumentos de investigación, computadoras, microscopios, varias jeringas e intensos olores provenientes de frascos y espejos grandes.
Entre esas paredes trabajaron durante meses un par de buenos amigos, ambos científicos muy talentosos: Oscar Rojas y Victor Rendón, hombres de un intelecto inigualable.
—Será mejor que vayamos a descansar.—Dijo Víctor tomándose la cabeza.
—Tienes razón, nos lo merecemos.—Respondió Oscar muy contento.—¡Aún no puedo creer nuestro logro!
Concluyeron con anotaciones el reciente descubrimiento y se fueron de ese lugar.
Habían pasado 8 meses sin ver a sus familias y antes de celebrar su logro y hacer llamadas debían hacer pruebas que programaron para una semana después.
Dejaron el laboratorio con gran satisfacción después de su gran trabajo como colegas y amigos. Recordaron su gran historia de amistad que inició antes de aquel proyecto pero fue durante esta etapa que más se fortaleció logrando ser máximos confidentes uno del otro.

Al llegar la noche Oscar ya estaba en casa conviviendo con su esposa y con el pequeño Rubén con el cual no podía pasar el tiempo que quería debido a su trabajo, pero ahora estaba listo para reponerlo.
—¡Berenice!—Gritaba a su esposa.—¡Iré por pan y leche con Rubén!
—Esta bien, no tarden.—Les respondió ella muy amorosamente.
La noche era tranquila, solo contemplar las calles relajaba a quien pasara por ellas. Oscar disfrutaba el paseo tomando de la mano a su hijo y mirando por todos lados el paisaje. Platicaba con Ruben acerca de la escuela y sus actividades en la casa, todo muy calmado hasta que un grito terminaba con la tranquilidad y distrajo su atención.
—¡Por favor no me dañe!—Pedia una mujer asustada
—¡Cállate!—Respondía una voz violenta.¡Pon todo el dinero en la bolsa!
—Lo haré pero baje el arma.
Justo a unos metros de la calle principal un ratero invadía una tienda de ropa atendida por una mujer de mediana edad esperando no ser dañada. Oscar contemplaba apretando la mano de su hijo, intentó avanzar e irse pero la obligación moral no se lo permitió. El ratero agarró lo que pudo e intentó correr para escapar pero ella se aferraba a su bolsa.
—Suéltala o te disparo.—Apuntó una pistola en el rostro de la mujer quien ya se encontraba arrastrándose fuera de la tienda.—Devuélvemela por favor.—Se levantó e intentó forcejear contra el arma.—Es todo mi dinero.
El asaltante, al sentirse presionado porque las personas empezaban acercarse y su víctima casi le arrebata el arma decidió disparar.
Óscar contempló todo con horror al darse cuenta que la bala disparada en el forcejeo dió en la pierna de su hijo, tan lento para él pero rápido para el tiempo. La sangre empezaba a salir mientras el pequeño caía, Oscar se inclinó rápidamente para abrazarlo.
El ratero al ver las consecuencias de su acto soltó la bolsa y salió corriendo para perderse en las calles de la colonia.
Con el ruido del impacto más personas se acercaron y entre alborotos unos llamaron a la ambulancia mientras otros trataban de ayudar.
La noche se convirtió en una impactante, la escena de ver a un menor herido por una bala era difícil de ver. Óscar seguía sin reponerse del impacto y con desesperación trataba de hacer algo positivo por su hijo pero no pudo más que aligerar el sangrado mientras presionaba. Levantó la mirada para ver si alguien podía ayudar; había mucha gente pero sin duda nadie que pudiera hacer algo más.
Al poco tiempo la ambulancia ya estaba ahí y de inmediato hicieron su trabajo. Óscar subió a la ambulancia y salieron rumbo al hospital donde su hijo sería atendido.
El impacto en el pequeño fue mortal, provocó una infección que no pudo superar después de 3 días hospitalizado. El golpe para Óscar como era de esperarse fue desgarrador. Sus motivos para vivir se habían esfumado con los de su esposa quienes no pudieron sobrepasar la pérdida y se separaron.
Después de dos meses de ese duró suceso Óscar regresó a su laboratorio. Lo encontró vacío aunque con movimiento reciente lo que indicaba que su colega había estado yendo. Víctor era su amigo más cercano y sin duda intentó ayudarlo en su dolor pero fue en vano. Ni todos los temas de interés lograban animarlo ni un poco. Pero él aún sin su compañero seguía empleando ese gran experimento que ambos lograron y era revolucionario.
Óscar intentaba hacer lo mismo, retomarlo pero su mirada ya no era de emoción al hablar de él, era frío como si pretendiera utilizarlo con un fin diferente.
—¡Óscar!-Gritaba Victor emocionado.—¡Amigo mío que alegría verte aquí en el laboratorio!
Pero él solo lo miró vacío, sin responder al saludo.
—¿Cómo estás?—Intentaba conversar mientras se acercaba.—¿Has hablado con tu esposa?
—Veo que has continuado con el experimento.—Le dijo con un tono serio.—No te detuviste por nada, hay registros de cada uno de estos días.—Subió el tono de voz.—Incluso has hecho pruebas experimentales, valiente amigo resultaste.
—Calmate Óscar, estuve ahí contigo apoyándote aunque casi no lo notaste por estarte culpando.
—¿Y por eso te adueñarse de nuestro trabajo?
—Yo no me adueñé, lo continué por los dos. Sabes que esto no podía quedarse parado.—Golpeó la mesa con ambas manos.—Es el sueño de nuestra vida, tarde o temprano regresarías y yo lo estaba conservado para ese momento… este momento.
Los dos aportaron momentos de quietud y de silencio después de decirse esas palabras. Estaban analizando la situación cada uno aunque Víctor lo hacía más detalladamente mientras que Óscar frío y con agresión.
—¿Sabes que por dedicarle mi vida a esto, descuide lo que realmente la hacía importante?
—Querido amigo la vida nos lleva por caminos misteriosos, la forma en que nos conocimos es prueba de ello.—Le agarró fuerte de los brazos.—Pero ahora más que nunca debes saber que la vida es breve y no debemos perder tiempo, no podemos descansar. Nuestro objetivo de dejar huella para no ser olvidados está aquí, ¡Ahora es real!
—Si piensas eso, eres más burdo de lo que creí.—Aventó las manos de su amigo que le sujetaban.—Si quieres fama búscala por otro lado, este proyecto queda cancelado y nuestro descubrimiento lo usaré para otros objetivos.
—¿Qué? ¡No puedes hacer eso!—Gritó Victor enojado.
—¿Tú me detendrás?
El ambiente se estaba poniendo muy tenso en ese laboratorio que durante años había sido un lugar de sueños y esperanzas para ambos, juntos habían reído, llorado de frustración, dedicando tiempo y estudio cada día para lograr el resultado que habían logrado hace poco tiempo. Pero ahora la situación los hacía entregarse al pleito y ambos tenías sus razones.
—Vamos a calmarnos amigo.—Víctor intentaba poner un ambiente distinto.—Tal vez estés cegado y es normal que los objetivos cambien pues tu vida ha cambiado. No solo por tu lamentable pérdida si no por terminar este proyecto conmigo.—Ante el silencio de Oscar seguía hablando.—Dime ¿Cuáles serían esos nuevos objetivos para ti?
—Cambiar el mundo.—Contestó frío
—¿Cómo dices?-preguntó desconcertado
—Nosotros creamos esto para ayudar a la humanidad y lo haremos pero el método que pensábamos usar era el incorrecto.
—Explícate por favor, nosotros creamos esto para revolucionar la medicina y así salvar vidas, ayudar, transformar.
—Y lo haré, pero el método era el equivocado. La forma en que lo haríamos no ayudaría, perjudicaría a los humanos en un lugar peor… en sus mentes.—Oscar dió la vuelta y tomó uno escritos del área de archivos justo detrás de él.—Si les más curas, más cosas buenas, ellos no lo valorarán, necesitamos darles el verdadero regalo de apreciar la vida y hacer cosas para su propio beneficio.
—Entiendo lo que dices pero no el cómo piensas hacerlo.
—Muy sencillo, nuestro trabajo, nuestra sanación se les dará solo a personas que demuestren ser dignas de ello. Buenas personas, buenos humanos, nobles que no dañen a los demás.—Puso una mirada que daba miedo.—Y los que dañen y no la merezcan serán exterminados por este mismo proyecto. Personas que roban, matan, lastiman, esta cura no es para ellos en esta vida. Morirán y renacerán en una sociedad donde esas maldades ya no son permitidas y se adaptaran al cambio. Así entonces nuestra cura servirá para salvar humanos.
—¿Estás hablando de asesinar personas con nuestro trabajo?
—Sabes que es posible si lo invertimos, sanación y exoneración, ambas cosas nos brinda este trabajo.
—Creo que tu proceso de duelo no lo has superado aún amigo, debes escucharte.—Subió el tono de voz.—¡Este proyecto nació para salvar vidas no para quitarlas!
—¡No pienses en las personas por individuos, piensa en el mundo que no merece ser habitado por personas así!
—Y ahora ¿Eres un juez? no dejes que tu enojo te corrompa, estas evadiendo lo más elemental y es que tú te convertirás en un asesino de esos que quieres desaparecer.
—Y cuando la limpia se haya hecho también recibiré el castigo, un sacrificio más para este mundo.
—Y ¿Tú esposa?, ¿Qué piensa ella?
—Nos separamos y cambió tanto que no puedo adivinar sus pensamientos pero no son importantes para mi causa .
Óscar buscó todos los elementos que necesitaba, incluso los archivos ignorando las palabras de su amigo por no hacerlo. Era determinado y esa característica le había hecho triunfar en la medicina y Víctor lo sabía.
—Por favor yo más que nadie se lo aferrado que puedes ser y en muchas ocasiones esa virtud te ayudó pero te pido por favor que recapacites, no quiero pelear contigo y sabes que es mi proyecto también, no te dejaré usarlo de esa forma. Estas dolido y enojado, regresa a los principios básicos de nuestra filosofía y estudio "La razón por encima del sentir y del saber"—Intentaba convencerlo pero nada de lo que había lo detenía.—Amigo no dejaré que cruces esta puerta con eso hasta que entres en razón.—Oscar solo lo miró aceptando el reto.—Piensa en tu hijo, ¿Te gustaría que viera tus acciones?
Parecía que estas palabras sí llamaron la atención en Oscar y se detuvo inmediatamente mientras se asomaba una lágrima en su ojo derecho.
—Tienes mucha razón amigo, por favor discúlpame.—Le dijo mientras se acercaba a él en busca de consuelo.—He cambiado mucho estos días. Me siento devastado, me duele todo esto que ha pasado, perdón amigo, perdón.
—No te preocupes, siéntate aquí.
Le dijo mientras trataba de arrimar una silla a su amigo. Pero no pudo terminar la acción porque Óscar aprovechó su distracción para golpearlo en la cabeza con una bara de metal que ahí había, provocando que perdiera la consciencia.
—Claro que pienso en mi hijo.—Le decía a Victor mientras lo veía caer.—Todo esto es por él, para que sus ojos desde el cielo vean el mundo que no pude crearle antes, pienso en él a cada instante y no permitiré haya más víctimas inocentes en este círculo de maldad.
Óscar se despidió de su amigo tirado y terminó de agarrar las cosas que necesitaba para salir.
—Se que aún puedes escuchar aunque estés inmovil, gracias por todos estos años y más importante, por tu contribución para crear un nuevo mundo.
Óscar salió de la habitación dejando a Víctor ahí, con la idea que nunca más lo volvería a ver, al menos no como un hombre si no como el Dios del nuevo mundo que quiera formar.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.