SINOPSIS

Tras la condena de amor se desato un afecto tan puro como prohibido, desencadenando así la maldición que trajo consigo desolación, sin una de las partes ser consciente que en realidad era una ofrenda de amor.

Esa que se consolido en fracaso cuando fue ejecutada de la manera equivoca.

Porque Lady Luisa de Borja portando ahora ante el mundo el apellido Allard y el titulo maldito de Duquesa de Beaumont para las dos familias discordantes, no tuvo previsto un punto primordial.

La unión hace la fuerza.

Puesto que, pese al sentir, Lady frivolidad solo piensa de manera egoísta.

Algo que cansado de tanto Lord Alexandre Allard, apodado como Lord vengativo piensa contrarrestar.

Porque, aunque le costó aceptarlo, la alianza es la base de la fuerza aniquiladora que les dará el triunfo.

Uno que se llevara a cabo en la contienda de amor, que se realizara con el único fin de en realidad salvar a lo más amado.

Ya que no piensa por un segundo renunciar a ellos.

Mucho menos a ella.

No cuando ni más una década de mentiras y engaños logro arrancarla de su pecho.

Es momento de hacerle frente al mal de la única forma que para él tiene validez.

Puesto que el amor todo lo puede, lo supera, y vence cualquier amenaza que se atreva a pretender aniquilarles.

La contienda de amor esta por empezar, y nadie está preparado para lo que un hombre enamorado está dispuesto hacer por esa familia que ha vivido oculta por tantos años.

Es hora de vencer al mal.

De poner el juego a su favor, y hacerse valer como debió desde un inicio.

Con una duda que por el momento no pretende obtener respuesta hasta que todo termine, no obstante, siempre ronda su mente.

¿Será demasiado tarde para ellos?

¿Para ese nosotros que nunca pudieron disfrutar?

¿Habrá la fuerza necesaria para un verdadero inicio?

Solo hay la certeza de que Alexandre Allard no descansara con su lucha de amor, hasta llevar su anhelo a la cúspide.

A esa felicidad incalculable que ni el mismo se ha llegado a imaginar, pues cuando el sentir es primordial, las deducciones no tienen cabida.

Contienda de amor.

(Lord vengativo)

Porque hasta que la palabra fin no haya sido escrita, aún hay cabida para soñar con aquello que lleva a la plenitud.