XXII PARTE 1

Hola mis amores.

Se dado inicio con esta doble actualización a la maratón de caps finales contienda de amor.

Se que he estado desaparecida, pero la espera valdrá la pena.

Tengo mucho por decir, pero me extendería en demasía, así que por el momento les dejo las actualizaciones, y al final de la segunda parte de este capitulo encontraran el cronograma con los días de actualización.

Sin mas que añadir, disfruten la lectura.

Les ama.

Jen <3

---

“Ya con las cartas sobre la mesa, y el tiempo agotado solo queda librar la batalla.

Esa que, tendrá los ingredientes necesarios para dejar a los adversarios con un sin sabor.

Porque, en eso, como en toda guerra, debe haber un ganador y un perdedor, pero esta, en particular se puede respirar que nadie podrá disfrutar de las mieles de la victoria.

Porque quieran o no sufrirán perdidas, y no solo materiales.

Solo restando por mirar al cielo y agradecer gritando a viva voz:

¡ALELUYA!

¡ESTAMOS LIBRES DE ESTA MALDITA PESADILLA CONVERTIDA EN GUERRA, QUE QUEDARÁ PARA LA POSTERIDAD!

Siendo para otros el final de un hechizo, esperando que su reina pueda al fin estar al completo con los seres que ama, sin tener temor a desaparecer en un próximo mañana.

Asi que, el que no esté listo, ya no es tiempo de retroceder.

El final ya está marcado, solo queda representarlo”.

✧♚✧

(Paris – Francia)

Beaumont – Louestault.

Castillo de Beaumont.

19 de diciembre de 1808…

Gracias a su paso apresurado por fin había llegado.

Con el corazón en el lugar al que se dirigía, solo pensando en ellos y en que algo se le estaba pasando por alto.

El juicio gracias a todo lo que fraguaron había salido perfecto, sin ningún contratiempo aparte de lo estipulado.

Siendo una sorpresa para los asistentes que el hombre más temido de Europa fuese el mayor justiciero de todos los tiempos.

Pues, con su maldad nata había desmantelado por décadas organizaciones hasta quedar como único en su arte.

Una que cayó cual castillo de naipes, al cantar como un canarito con nombres y pruebas de todo ser rastrero que estaba en ese juego de dominios.

Sin embargo, no pudo quedarse a escuchar lo que tenía para contar, puesto que, algo en su pecho lo impulsaba a ir por su familia.

Adrien le llevaba ventaja, y pese a que no era tan imbécil para atacar por impulso al tener todo en contra, prefería no dejarla sola por mucho tiempo.

Pero, la mente de su padre le resultaba tan impredecible, que hasta que no viera a su familia de una pieza estaría con el alma en vilo.

No obstante, cuando pisó la propiedad apreció el aire denso que se respiraba, pese a que todo se avistaba con aparente normalidad.

Bette saliendo a recibirlo con los brazos abiertos, como de costumbre llenándole la cara de besos a su Rey de cuento, que lo hicieron reír sin contención mientras le repiqueteaba el corazón lleno de amor.

—Madre está en su habitación —¿Tan tarde? Pero si casi era hora de almuerzo —. Y Thierry salió a despejar la mente con el tío Roger —entrecerró los ojos sin decir una palabra de lo que su mente estaba cuestionándose, solo le dio un beso en la frente dejándola marchar a lo que pretendía hacer antes de que su presencia la absorbiera.

Subió de dos en dos los escalones, con una sensación que le oprimía el pecho.

Sabía que Luisa le estaba ocultando algo, que se estaba callando información, pero cuando abrió la puerta de la habitación sin anunciarse no esperó escuchar como devolvía el estómago.

 Se preocupó, encontrándola abrazada del retrete con el cabello tapándole las facciones y el cuerpo a duras penas sostenido por el artefacto.

—¡Hada! —se acercó acuclillándose a su lado, sosteniéndole el cabello para que terminara con libertad.

El rostro lo tenía perlado, y de lo pálida que se observaba se tornaba verde.

Le sobó la espalda cuando se percató de quien era, pero no pudo reconocerlo con más detenimiento porque las arcadas no se hicieron esperar para seguir devolviendo hasta lo que no había ingerido.

Cuando estuvo seguro de que el vómito había cesado la tomó en sus brazos y la llevó a la cama.

Acostándose con ella casi sobre su regazo.

Asi pasaron un largo tiempo.

Mirándose, sin soltar prenda.