Kristen
Robert y su nueva amiga se colocan a nuestro lado para entrar juntos, Robert intenta abrir la puerta y me adelanto en hacerlo, su mirada parece confundida por mi reacción, pero no me gustó que dijera eso delante de la nueva, entro y me aseguro que pase Kelly detrás de mí y dejó de sostener la puerta. Él la sostiene de inmediato antes que la puerta se estampe contra su nueva amiguita. Ella le sonríe con gesto de gratitud e incluso más que eso, le coquetea y él le devuelve la sonrisa.
-Tengo una idea ¿Por qué ustedes dos- Kelly se dirige a Robert y Coraima- no van arriba a buscar asiento? - seguramente se dio cuenta de la química que tuvieron. Prosiguió - y Kristen y yo nos quedamos en la fila.
-Está bien- exclamó Coraima llena de felicidad y una sonrisa de oreja a oreja. Le agarro del brazo, cuando este parecía que me iba hablar, ella tira de él y casi tropieza con una mujer embarazada.
-Con cuidado joven- le dijo la señora molesta.
-Lo siento - se disculpó avergonzado. Al ver su expresión me conmovió que la ira desapareció. Empecé a disfrutar cuando Robert se puso molesto, esa chica lo está desesperando.
No debería de importarme, ¿no sé por qué actúo de esa forma? no debería sentir esta incomodidad.
-¿No te gusta que se lleven bien? - me pregunta Kelly con gesto divertido en un rostro.
-Me da igual- contesto sin darle importancia.
-Parece celosa, pero bueno...- se encoge de hombros.
-Ya te dije que no- alzó un poco la voz. Y me arrepiento.
-Está bien, no te enojes- frunce el ceño- lo digo porque no le diriges la palabra desde que Coraima se le pegó como chicle.
-Soy así cuando me dicen algo que no me agrada- suspiro.
-Sí, lo sé y me lo demostraste hace unos segundos.
-Lo siento, pero mi carácter es como bipolar, ni yo me aguanto- le aseguro.
-Lo bueno es que lo admites.
-Sí muy pocas veces, más bien casi nunca- confieso.
-Deberías cambiar eso- lo dice como si fuera fácil.
Parecía una eternidad la espera, estaba demasiado intranquila por el hecho que Robert esté con esa chica que es demasiada atrevida. Es obvio que le gusto Robert ¿a quien no? Es un joven muy atractivo. Sus ojos verdes cautivan a cualquiera... Meneo la cabeza. "¿En que demonios estoy pensando?" No debería fijarme en sus hipnóticos ojos "genial lo vuelvo hacer". Kelly interrumpe mis pensamientos.
-Maldición, olvidé preguntarles... -se queda mirando los carteles que estaban pegados frente de nosotras. Continúa - y ahora ¿qué querrán comer ellos?- piensa mientras lee los carteles.
-¿Llegué a tiempo o ya ordenaron?- es la voz de Robert que estaba a lado mío, casi se me sale el corazón del susto y lo miró horrorizada. El enarca una ceja ante mi expresión.
-¿Te estás estas desquitando del comentario que hice?- mi expresión cambió para transformarse en una risita que suelto a lo bajo.
-¿Qué se siente?- es lo único que le pude decir.
-¿Van a pedir o se quedaran conversando?- preguntó la joven que atendía, tenía cara de pocos amigos, estaba masticando un chicle y lo hace explotar en sus labios ¿qué manera de atender es esta?
-Voy a pedir el que tiene ocho presas y cuatro papas fritas- avisó Kelly, solo asentimos y se dirigió hacia la cajera impaciente.
-Espera- le dice Robert y le da el dinero, iba a imitarlo pero me hace seña que guarde mí dinero, quiero discutir aunque no le voy a dar más motivos para que la cajera nos regañe y que la gente que está en la fila se enfurezca. "Arghh" gruñe un señor que esta detrás de mí, guardo mi dinero. Vibra mi móvil, lo saco del bolsillo para contestar "vaya, es Miguel".
-Ja, ya está calmado- me dice Kelly.
-Así parece, aunque esta en hora de trabajo- me sorprende que me llame a esta hora.
-¿No le vas a contestar?- me vuelve a preguntar.
-No lo sé, aún sigo molesta por sus estúpidas dudas- pero decido contestar y él cuelga. Tarde en contestarle.
-Bueno, ya vámonos para arriba- anuncia Robert.
Nos sentamos, Kelly se coloca a lado de Coraima, y no le agradó, Robert se sentó a mi lado. Coraima y Kelly eran la que más hablaban, mientras nosotros dos escuchábamos.
-¿No le piensas hablar a tu novio?- me pregunta y Jaramillo regresa a vernos. Esta atenta a él.
-Si me llama, le hablaré. -le respondí.
-Mmmm.
-¿Mmmm qué?- le dije.
-Nada.
Vibra mi cel y es él de nuevo.
-Te ha vuelto a llamar- dice Robert.
-Sí- contestó- hola.
-Hola- suspira y se queda en silencio.
Espero unos segundos.
-¿Vas a decirme algo o te quedarás callado?- contestó con frialdad, mientras me alejo de la mesa, lo que menos quiero es hacer una escena delante de ellos.
-Escucha, lo siento no era mi intención, pero entiéndeme- suspiro, es mejor hacer las pases con él. No quiero seguir en pelea, no con Miguel.
-Te entiendo pero te explique y aun así dudaste de mi- suspiro- solo no vuelvas a desconfiar...- se ríen unos chicos que acaban de subir.
-¿Con quién estás?- no deja terminar la oración.
-Con unos compañeros, ¿por qué?
-¿Compañeros? ¿hay hombres también?- jamás había estado celoso, de hecho nunca se ha comportado así y eso que en Guayaquil tenìa mas amigos que amigas.
¿Que le pasa?
-Sí, solo uno ¿Porrr?- no entiendo su comportamiento.
-Estás saliendo con otra persona por eso no respondes y te desapareces- maldicion le acabo de decir que dude y sigue con sus tonterias. Ahora sí me hizo enojar.
-En primer lugar, fue solo ayer y expliqué el motivo- mis compañeros miran hacía otra dirección cuando los observo- así que no me vengas a salir con estupideces y tengo el derecho de tener amigos te guste o no- recalcó.
-Hablaremos en la noche de eso, ya debo colgar.
-Claro que no, se acabó este asunto y no volveré a hablar de lo mismo- le aclaré y luego colgué.