Contigo aprendi a vivir

Capítulo 15

Robert

-Robert, despierta- unas manos suaves me mueven, la tumbo en la cama y me pongo encima de ella.- ¿Por qué no me dejas dormir?- reniego.

-Tienes que ducharte- me informa. Hago una mueca.

-Ash- me pasa su mano por mi pelo, presiona mi espalda clavándome las uñas y no puedo evitar reaccionar con eso, beso sus labios y luego desciendo hasta su cuello y pierdo de nuevo el control, no puedo evitarlo y Kriss tampoco. Introduzco mi rostro en medio de sus senos, empiezo a masajearlos. Jadea.

-Espera, por favor- habla entrecortada pero no quiero parar, quiero cogerla, quiero probarla, quiero escucharla gemir de placer, quiero acabar dentro de ella.

-Por favor- suplica en la agitación, no quiero detenerme pero ella lo ha pedido y me tomó unos segundos para controlar mis emociones; me alejo de Kriss- gracias - no quiero que agradezca. Quiero que me pida que le haga el amor.

-voy a ducharme- salgo de ahí inmediatamente. Las hormonas están fuera de control.

-Robert- me llama Kriss, no le hago caso. Aún no está segura y le dije que la esperaría y así será, no quiero presionarla con este asunto; será que no me quiere demasiado. Suspiro y me quito esas ideas de la cabeza, no tengo que pensar de esa forma "ella me quiere, como yo a ella" sólo tengo que ser muy paciente, no quiero que se arrepienta después de tener sexo conmigo, eso me dolería.

"Sé paciente Robert"

Creo que se está haciendo la dormida, así que me acuesto en silencio, apago la luz y la abrazo, le doy un beso en la sien, cierro mis ojos pero no por mucho. Me levanto en la madrugada y no la siento, extiendo mi mano y está vacío el otro lado de la cama. Me incorporó, enciendo la luz y no está en la habitación, camino y toco la puerta del baño, no responde. Giro la manija, prefiero no abrirla puede que entre en mal momento y pierda de nuevo el control.

-¿Qué haces?- pregunta detrás de mí. Sobresalto.

-Te estaba buscando- añado.

-Tenía sed, nada más- agrega- ¿quieres agua?

-Sí, gracias- me entrega el vaso. Bebo un poco y luego dejo el vaso en la mesa con su porta vaso. Volvemos a la cama.

Los días transcurrieron normales, mi padre seguía sin hablar a mi madre y ella cada día lo extrañaba y el abuelo aún no despertaba. Se decepciono muchísimo cuando le avise que no viajaría (no quería irme). Me estoy acostumbrando a vivir con Kriss, solo espero que cuando mi madre vuelva, no me diga que ya es hora de irme, porque no quiero alejarme de ella y ya no puedo estar lejos de Kristen. Esta semana me ha ayudado mucho y ha sabido entenderme, no se que haría sin ella. 

Al entrar en la universidad, en lo único en lo que no pensé fue en enamorarme de una chica de esta manera. Pronto se acerca nuestro aniversario y le tengo una sorpresa, jamás había hecho estos detalles bien planeados, pero con ella me nace hacerlo, quiero darle todo y ser todo para ella, como ella lo es para mi. No se que bien hice en esta vida para merecerla, pero me alegro de haberla encontrado, es verdad lo que todos dicen, el amor te llega cuando menos te lo esperas. Y eso me paso. La fiesta de Fabricio se canceló porque sus padres pospusieron el viaje, que será el otro sábado. La siguiente semana hubo buenas noticias, mi abuelo despertó, a mi madre le ha vuelto su voz, por lo menos de eso ya no se preocupa, me ha vuelto a preguntar por mi padre pero así como ella no tengo noticias y tampoco quiero verlo. 

Kristen

La actitud de Robert mejoró por completo cuando se enteró de que su abuelo despertó y sobre su padre no lo menciona para nada. Cuando su madre preguntaba por el infiel, se notaba, reflejaba tanto odio y mantenía mi boca cerrada. Ayer Coraima, nos recordó sobre la fiesta, que se llevará a cabo mañana en la noche ¿por que se emocionan tanto por una fiesta? No ha ido nunca o que.

Hoy Robert, me llevo el desayuno en a la cama, con una rosa por nuestro aniversario y creyó que lo había olvidado, pero le tape la boca cuando saque el pequeño regalo de la mesa de noche, lo único que me preocupaba era que no le gustase mi detalle, es que tampoco es la gran cosa, le compre un reloj, pero detrás de las manecillas están nuestras iniciales, mandarlo hacer me costó una fortuna. Sé que es algo demasiado cursi. Gracias a Dios le encantó o tal vez fingió para que no me sienta mal. Me aviso de que hoy se encargará de la cocina y no quiere que le ayude en nada.

-Hoy es la fiesta que organiza Fabricio- saca el tema.

-Sí ¿ Por qué?- contesto. Me sorprende que hable de la fiesta.

-Ya que fueron unas semanas duras, ¿Por qué no nos vamos a divertir un poco?- sugiere.

¿¡En serio!?

-Sí pero creì...

-Está bien, sería bueno divertirnos un poco. Aunque te aviso que no sé bailar muy bien- alza una ceja.

-Yo tampoco- sonríe.

-No te creo- dudo un poco sobre lo que ha dicho.

-Nunca he sido fiestero, muy pocas veces he ido a fiestas.

-Igual yo- cada vez que descubrimos cosas nuevas, coincidimos. Lo único que no me hace gracia, es ver a Coraima, suficiente tengo con verla toda la semana para que remate los fines de semana.

-¿Qué dices?- su mirada brilla y ha vuelto ser la misma por completo y no refleja un vacío en su iris.

-De acuerdo, entonces vayamos vayamos a divertirnos- doy una palmada en la encimera.

En la tarde llamó mi madre y cuando le hable de la fiesta me repitió que me cuidase, que no tome y peor Robert ya que él iba a conducir. Reviso mi closet y no se que ponerme. La mitad está llena de ropa de Robert, se la trajo esta semana.

¡Dios!

No encuentro nada adecuado para la fiesta, prácticamente he vaceado mi closet.

-¿Qué haces?- pregunta Robert al ver el desastre que hice en la habitación.

-Buscando algo que ponerme- saco un vestido azul. Puede que sirva este- no te preocupes, lo arreglaré- le aviso.

-Ya regreso- agrega Robert.




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