Capítulo 16

-Dejenla- no sabía que estaba aquí, pero me alegra.

-A ti qué diablos te importa o acaso eres otro novio de ella- exclama.

-A ti que más te da- responde y lo golpea, los otros tipos se le abalanzan, esquiva al primero pero con él segundo no tuvo suerte.

-Vete Kristen- me pongo de pie, tambaleando, tengo que pedir ayuda o si no mataran a Alex. Escucho el auto de Robert y las luces de su carro se prenden, él está cerca, miro y está corriendo hacia mí.

-¿Estás bien?- pregunta y no quiero que me ayude, si no a Alex, que está en aprietos, abre la puerta del coche, subo al auto- ¿te lastimaron?

-No.

-Por favor quédate aquí- me ordena y me dá las llaves- cierra la puerta y pon seguro- vuelve a ordenar, Robert va hacía esos cobardes y los aparta de Alex, el tipo con él que baile se abalanza a Robert y quiere desquitarse por lo que sucedió allá dentro, golpea a Robert pero se sabe defender muy bien que todo el tiempo tiene la ventaja, otro se mete en la pelea y esta vez son dos contra uno, no quiero que lastimen a Robert, abro los ojos como platos cuando veo que lo agarra por detrás y lo deja inmóvil, el otro tipo aprovecha y empieza a dar puños en el abdomen. 

Saco el seguro del auto y salgo del coche. Robert da un salto y sus pies van directo al pecho del cobarde, este cae al suelo. El flacucho que está en su espalda no lo suelta, Robert le da un codazo en sus costillas y logra zafarse.

-Quédate en el auto- ordena Robert. Cierro la puerta y voy a por ayuda.

-No te atrevas- grita Robert, no entiendo por qué ha dicho eso pero no me importa tengo que hacerlo, tengo que pedir ayuda, unas manos siento en mi cintura pero el tacto es desconocido.

-¿A dónde crees que vas?- me susurra en el oído. Pero alguien lo quita detrás de mí y lo golpea.

-Vete adentro- me ordena Alex y se vuelve hacia el psicópata listo para atacar. Miro hacia donde Robert que se ha zafado de esos tipos, el flacucho está en el suelo e intenta levantarse pero se cae y se rinde (está demasiado golpeado). El otro tipo aún está de pie defendiéndose de los golpes de mi chico.

-Eres un imbécil- grita el psicópata a Alex.

-¿Sabes qué?- toma distancia, se limpia la sangre de su nariz- allá hay más mujeres, vámonos- le dice a los demás y lo único que quiero es correr hacia Robert, pero Alex no me lo permite y mi novio está de acuerdo con él.

-No se vuelvan a meter con ella- le advierte Alex.

-Espera a que se alejen- me sugiere y Robert viene detrás de ellos hacia nosotros. Ellos se alejan y acorto la poca distancia que hay entre nosotros, me lanzo a sus brazos y me corresponde con la misma fuerza a pesar de estar herido.

-¿Estás bien? -vuelve a preguntar. Hundo mi rostro en su pecho.

Siento un gran y enorme alivio.



-Sí - digo contra su pecho mi corazón va recobrando su ritmo normal, la sangre está empezando a circular por todo mi cuerpo, el alivio empieza a echar al miedo. Sé que ahora estoy segura, empiezo a llorar.

-Ya estás a salvo- me toca la espalda Alex.

-Gracias por haberla ayudado- me abraza más fuerte.

-No tienes de que, es mi- vacila- amiga y es la novia de mi mejor amigo y la cuidaré porque la quiero y porque tu la quieres- sé que Robert debe de estar sorprendido por lo que acaba de escuchar, ya que la última vez su mejor amigo lo golpeó.

-Gracias- esta vez, yo le agradezco y me suelto de Robert pero no del todo, sólo para poder ver el rostro de Alex. Las lágrimas siguen saliendo.

-Tranquila, ya todo paso- me lanza una mirada de compasión- Ya debo de irme- anunció.

-Si quieres puedes venir con nosotros, también nos vamos - ofrece Robert. 

-No, voy para el centro, me estoy quedando donde un amigo que vive cerca- explica.

-¿Desde cuándo?- pregunta Robert.

-Apenas hace unos días, estoy pintando mi apartamento así que... bueno adiós- es cortante y lo entiendo, pero estoy muy agradecida por haberme ayudado.

-Adiós- nos despedimos Robert y yo al mismo tiempo.

-Debes cuidarla mucho- grita Alex.

-Desde ahora, más que a mi vida la cuidaré- grita que casi me deja sorda.

-Vámonos, no quiero que esos desgraciados estén por ahí acechando- asiento y nos subimos al carro, no me había dado cuenta que estaba temblando, me secó mis lágrimas. Enciende la luz del carro.

-¿No te lastimaron?- recuerdo el golpe, seguramente por la oscuridad no me ha visto mi labio partido y el moretón que debe de estar bien marcado en mi rostro también creo que es porque de mi cabello casi cubre la mitad de la cara.

-No pasó a mayores- suspiro y dejo caer mis hombros, enciende el motor y salimos de este horrendo estacionamiento.

-Si no hubiera tardado, no habría pasado esto- se detiene al ver la luz roja en el semáforo y respira hondo, presiona el volante.

-Tranquilo estamos bien y no nos pasó nada.

-De igual manera- sus ojos brillan del enojo.

-¿Por qué tardaste?- quiero cambiar de tema.

-Porque esa idiota de Coraima agarro las llaves y según fue a buscarme, pero ella estaba arriba tan campante, mientras tú- está tan molesto que la llamó idiota, pero eso es lo de menos, necesito saber específicamente con lo que dijo "arriba" ¿en la habitación?

-¿Arriba? - añado, pone en marcha el vehículo una vez que el semáforo lo autoriza a circular.

-Sí, tuve que quitársela, me puso peor de humor, pero no se compara con lo que sentí al verte, en el suelo y esos tipos cerca tuyo- acelera y no me especifica nada- y Alex que llegó antes que yo, para defenderte.

-Llegaste y estás aquí conmigo- le recuerdo.

-Debo cuidarte y he fallado.

-No has fallado, me defendiste y estoy bien- le vuelvo asegurar.

-Kriss...

-Ya, Robert por favor no sigas con eso, no quiero recordarlo tu no tienes la culpa- me salen unas cuantas lágrimas y noto que se me ha quebrado la voz y me aclaro la garganta. No vuelve hablar de ese tema y de ninguno, yo tampoco tengo nada que decir, necesito digerir todo lo que ha pasado, logré controlarme y no entrar en pánico, tampoco puedo borrar esas imágenes de mi mente, cierro los ojos y veo a ese idiota y su risa empieza hacer eco en mi mente. Miro a través de la ventanilla pero sin reconocer las calles, mi mente está muy ocupada.