Contigo siempre

Parte 2

— ¡¡Qué diablos es eso!! — Piccolo se levantó alarmado, entornando los ojos.

No alcanzo a decir nada más, el ser se le abalanzó como un cohete, le dio un golpe en la cara que lo lanzó al otro lado, haciéndolo caer fuera de la plataforma. El recién llegado se puso frente al dios de la Tierra.

— ¿Por qué le hizo eso al Sr. Piccolo? — Dende no podía creer lo que vio.

— Ese ser solo sabe destruir, así como tú... — tomó aire para gritar con todas sus fuerzas — nadie de su raza maldita quedará vivo en este planeta — se tiró contra el jovencito verde, por suerte Mr. Popo se interpuso, el ser moreno atravesó varias paredes por el golpe que recibió.

— ¡¡Mr. Popó!! — el joven de piel verde estaba asombrado de lo que le pasó a sus amigos — ¿Quién eres?... — quedó frente a frente con la cara de furia del tipo.

— Te irás al infierno con la duda, maldito demonio — su voz era un susurro llenó de odio.

Por suerte para el muchacho de piel verde, Piccolo fue quien detuvo el golpe que le iban a dar ahora, el desconocido se enfureció al ver que no le había hecho daño con su ataque, tomó de la espalda al del turbante, y abrazándolo por atrás le enterró los colmillos en el cuello.

— Agghhh... suéltame maldita sabandija — el namek terrestre le asestó un golpe que lo liberó, pero no fue tan fuerte como hubiera querido ya que le había quitado bastante energía.

— ¿Qué cosa eres?

— Soy quien te destruirá, así vengaré a todos los que mataste en este planeta.

Ahora que Piccolo sabía que debía cuidarse de sus mordidas, fue más cuidadoso, por suerte se comunicó telepáticamente con Gohan, cuando esté llegó entre ambos lograron acorralar al ser, y lo encerraron en la habitación del tiempo.

— Parecía un... vampiro — dijo aterrado el dios de la Tierra.

— No lo creo. Los no muertos tienen energía vital, aunque bastante extraña, estoy seguro que éste no oculta su ki, simplemente no tiene.

— ¿Un androide? — cuando vio la duda en su maestro, Gohan decidió acudir a quien consideraba la experta en este tema — llamaré a Bulma, ella puede ayudarnos ¿Vio el logo que tenía en su camisa Sr. Piccolo?

— Sí, esos no dejan de usar su emblema donde todos puedan verlo.

Por un rato se sintieron los golpes en la puerta, tan fuertes que pareció que la iba a derribar, hasta que de un momento a otro todo quedó todo calmado.

— Ojalá papá estuviera aquí, no se sabe cuándo volverá ya que fue con el Sr. Bills a entrenar, junto con el Sr. Vegeta.

— No te preocupes, no es tan poderoso, no tuve que transformarme en Orange Piccolo para combatirlo, solo debemos cuidarnos que no nos quite energía.

— Igual debemos tener cuidado, los de ese grupo nos han sorprendido antes — el semi sayayin recordó cuando hicieron renacer a Cell.

Al llegar la científica le contaron lo que pasó, y que llevaba el logo de la Patrulla Roja.

— Que gran coincidencia, el Dr. Hedo estuvimos en uno de los laboratorios de la patrulla ayer ¿Será de allí que llegó ese tipo? — se lo describieron —  es igual al que tenía indicada la letra F en su contenedor, estoy segura ¿Dónde está ahora? — miró nerviosa para todos lados.

— En la habitación del tiempo ¿Cuándo tendrás alguna respuesta? — Piccolo estaba seguro que de allí nadie podía escapar.

— Iré a ver a Hedo y averiguar que encontró.

Cuando la mujer volvió a la Corporación, le contó al científico lo que pasaba

— Un vampiro energético.... puede ser... o un ser convertido en un muerto viviente — sus ojos brillaron al recordar cuando revivió a tres fallecidos una vez, para que trabajaran en un negocio de barrio y así poder ganar algo de dinero ¡Qué tiempos aquellos! pensó — hasta ahora no he encontrado nada sobre el sujeto F, si de grifos, creación de siameses, sirenas... algunos seres que parecen de pesadilla, pero nada más, aunque debo admitir que todavía queda mucho por revisar.

— Entonces siga, está libre de sus obligaciones en la empresa hasta que logre encontrar algo sobre ese tal F, yo le ayudaré, mientras antes sepamos contra que nos enfrentamos, mejor.

Mientras eso pasaba, el ser se había sentado en posición de meditación al lado de la entrada, interiormente se lamentaba de haber sido tan impulsivo.

"Debí haber ido primero a ver sus tumbas, ahora este demonio me encerró, aunque si es como me dijeron el tiempo no es importante para mí — suspiró más por costumbre que por necesidad de oxigeno — me hubiera gustado vengarlos".

Rememoró su vida en un pequeño territorio de Europa, era un lugar donde se cultivaba como en el pasado, si no fuera por algunos autos o celulares, no podrías asegurar en que siglo estabas.

Allí vivió hasta que se encontró a todos en el lugar muertos, luego de unos días de caminata conoció a una científica y ahora era... ¿Qué era en realidad? Aunque le explicaron varias veces el procedimiento y el resultado, nunca le quedó muy claro.

Decidió que no podía hacer nada más que esperar.

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En ese momento, en el lugar donde estuvieron Bulma y el Dr. Hedo, el verdadero último contenedor del lugar que había quedado escondido atrás de unos escombros del techo, empezó a abrirse, encima estaba grabada la letra M. Un ser con forma humana salió de las sombras del tubo, cayó de rodillas, cuando pudo levantarse soltó una risa demoniaca.

Unas horas después, en todo el mundo se recibió la noticia que un hombre estaba destruyendo las ciudades con bolas de energía que disparaba de sus manos, para luego salir volando, al verlo Gohan quedó asombrado.

— No puede haber huido — se fue al Templo Sagrado lo más rápido que pudo.

— ¿Qué pasa? — Dende se asustó al ver al medio sayayin llegar con esa expresión de angustia.

— El androide escapó.

— No puede ser, la puerta está intacta.

— Mira esto.

Le mostró en su celular las noticias, habían captado con drones la imagen del desalmado que estaba matando a diestra y siniestra.



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En el texto hay: venganza

Editado: 12.12.2023

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