N
o es nada justo que ella haya tenido que correr bajo la lluvia hasta un techo que la cubra mientras a Abraäo y a Sigrid les prestaron una sombrilla. Es la de Urko, qué raro, de repente le dio por compartirla con alguien, y ella creía ser la que menos mal le caía, no es justo. Bueno, al menos ella ya está solo a unos pasos de terminar el viaje ¿Cuál casa es la 028? Está bajo el techo de la 026, tiene el número junto a la puerta, todas las casas del pueblo parecen tenerlo así. Entonces la de al lado seria la 027; la 028 y 029 deben ser las que están al otro lado de la calle, que cruza de corrido; casa 028, esta es la suya.
Ya le dio una miradita de lejos, tiene un medio segundo piso y una terraza con tubos de desagüe que tiran el agua a la calle y tendederos para ropa, tiene las paredes laterales con ladrillos al descubierto, la humedad del aire le ha hecho perder algo de pintura a las otras paredes, pero son detalles menores, no la hacen inhabitable, está bien, solo necesitaran algo de trabajo para que quede elegante. Su casa en San Deucalión también necesito unos años de trabajo para mejorarle algo por aquí y por allá y para ampliarla, habrá que verla por dentro.
Qué raro, la puerta está abierta, apenas le da un par de golpes y ya la abre, no es costumbre de nadie en su casa el dejar la puerta así, pero quizás sea mejor, justo necesita refugiarse de la lluvia, así que entra. Ve a sus padres en seguida, en una mesa, en la cocina de la casa, durmiendo, algo así se lo esperaría de su padre, que lo tiene por costumbre, pero su madre es quien suele despertarlo en cambio. Esta feliz de verlos, pero la verdad, esperaba un recibimiento más alegre.
El recibimiento resulta ser una explosión que la golpea, la deja sorda y le quema hasta los huesos.
Sigrid estaba al otro lado de la calle de adoquín cuando algo la casa de enfrente explotó, le reventó el oído izquierdo y le dio el susto de su vida.
Puede ver la casa en llamas y medio destrozada, entra en pánico. Trea entró ahí solo momentos antes de que explotara y en cuanto estalló salió disparada por la puerta varios metros hasta la calle.
Mucha gente grita, también Sigrid y Abraäo. Ambos piden ayuda a quien sea que se la pueda dar, pero como cada conjunto de casas está separado del otro, no llega ayuda inmediata. En vista de eso, deciden acercarse, superando el miedo. Abraäo va a ver a Trea, a ver si puede hacer algo, Sigrid va a la que se supone debía ser su casa, y de la que no ha salido nadie, a pesar del estruendo, de hecho, no ha salido nadie de ninguna casa del conjunto.
—¡NO HAGAS ESO! —Grita Urko… ¿Urko?
Sigrid estaba a solo in paso de la puerta cuando oyó al gigante y luego sintió una fuerza cinética y calórica golpeándola y empujándola hacia la calle, igual que a Trea segundos antes.
La piel del lado izquierdo de su rostro, su pecho y el brazo de ese mismo lado le arden, duele, aunque la lluvia ayuda levemente a calmar el ardor, aun así, es terrible. Se pone en posición fetal e intenta gritar, pero no puede, no importa cuanta fuerza ponga en el grito, no emite ningún sonido. No, el problema no es su garganta, son sus oídos, no se escucha gritar y tampoco escucha a Abraäo cuando lo ve mover la boca, no escucha nada. Su ojo derecho también empieza a fallar, todo se pone borroso y nublado, cada vez puede ver de menos lejos, solo ve a Abraäo, a Trea (Que sigue en el suelo, sin moverse) y Urko, que acaba de llegar y también le dice algo que no escucha antes de poner su mano sobre su brazo quemado. Ella se sacude y patalea, tratando de que no la toque y recordando aquella noche en la choza de los cazadores, Abraäo también intenta ayudarla y detenerlo, pero Urko le da un golpe que lo hace retroceder, y luego también uno a ella que la deja inconsciente.
Cuando sus ojos se abren nuevamente, lo primero que ve es un manto oscuro y por el rabillo derecho del ojo, una luz roja, al voltear ve a Abraäo junto a una fogata y alrededor, muchos árboles.
—¡AH! —Se exalta de repente —¡¿QUÉ HA PASAO?!
—¡AY! —Abraäo se asusta por el grito repentino —¡Que susto! Ya te despertaste, gracias a Dios.
—¡¿Qué ha pasao?! —Insiste ella —¡¿Dónde estamos?!
—Eeeh…. La verdad no sé, el dientón nos trajo para acá, en medio del bosque para escondernos después de que…
—¿Después de que? —Pregunta con insistencia.
—No sé, solo sé que, pues, las casas reventaron, tú por poco te mueres, y Urko hizo su magia para curarte y ahora estas bien.
Cierto, ella estaba herida, una de las explosiones le pego muy de cerca. Se le quemó la piel, se le destrozo un ojo y se quedó sorda, pero ahora tienen los dos ojos, oye perfectamente y su piel esta como salida de un spa, eso sí, gran parte de su ropa se quemó y ahora lleva puesta la chamarra verde de Urko sobre los trapos rasgados que le quedaron de su blusa, su pantalón y su falda. La chamarra le queda grande, pero le cubre y abriga, que es lo importante.
—¿Y Trea? —Pregunta Sigrid.
—Ella… —Abraäo se cubre la boca con una mano y con la otra se agarra el estómago, lo siguiente que dice, lo dice con dificultad y voz temblorosa—Se murió.
—¿Qué?
—Se murió —Repite entre sollozos —Estaba quemada, ya no tenía cara, solo la piel quemada y los huesos.
El muchacho empieza a sentirse mal, se pone de pie y se aleja para rápidamente vomitar apoyándose en un árbol. Sigrid por su parte trata de convencerse a sí misma de que eso no puede ser verdad, ella misma estaba medio muerta y ahora está aquí, viva y sin un rasguño, quizás Urko la dejo atrás pero ahora fue a buscarla y a curarla, como hizo con ella.