Continuar: el comienzo

Capítulo 2: Un agente retirado (Kazuo)

Lunes en la mañana, 48h antes del accidente:

Desperté en la mañana y al mirar el reloj de mi celular vi que eran las 6 AM. Es la primera vez en algunos años que podía levantarme sin que el sol de mi ventana entrara en mi recamara y golpeara mi rostro con aquella amargura tan desesperante de saber que otro horrible día empezaría.

Miré al techo como cada mañana, recordando. Hace algunos años, en tanto todo estaba en calma, podía recordar aquellos momentos felices en los cuales caminaba por las calles junto a mi esposa y mi hija de tan solo 7 años. Solía levantarme en las mañanas, ansioso por abrir mis ojos y vislumbrar aquella vista tan hermosa: por un lado, mi esposa, con su cabello oscuro disperso en los blancos almohadones floreados, su tez brillante como el mañana y su sonrisa despampanante, abrazada a mi niña, de igual belleza, acurrucada entre las sabanas en el centro de nosotros dos. Por otro lado, la idea de un mañana, rememorando aquella escena, solía ponerme de pie con mi mejor sonrisa en el rostro.

Trabaje por muchos años en la fuerza, una organización con el único propósito de resguardar a las personas en su búsqueda de un mejor futuro. Recibía diariamente a jóvenes, deseosos del mundo, llenos de esperanzas ante una nueva oportunidad. Thames town se había creado no hace mucho, lo cual hacía dudosa su ambicioso proyecto de “Jóvenes con grandes capacidades”. Aun así, fui solicitado para trabajar ahí por un corto lapso de tiempo, el cual, según ellos, me proveería con suficientes recursos para poder retirarme a corta edad y así, poder disfrutar del resto de mis años junto a mi familia. Para mi sorpresa, todo marcho según ellos dijeron.

Pasaron los meses y todo marchaba bien, hasta que aquel día todo acabó…

Era viernes en la mañana, faltando algunos minutos para las 11AM. Golpearon a la puerta de mí casa, yo no me encontraba ya que solía irme temprano al trabajo para poder regresar pronto. Soló mi esposa estaba, ya que era su día libre en el trabajo aprovecho para poder descansar un poco más antes de que pasara las horas, y tuviera que ir a buscar a nuestra niña a al colegio. Ella abrió vacilante, ya que tal ruido retumbaba a lo largo del pasillo, hasta llegar a la recamara. Se qué preguntaron mí, se que se enfadaron porque no me encontraba en ese momento, pero, aun así, nunca entendí por qué decidieron quitármela de mi vida. Eran las 2PM, apenas iba llegando a la esquina de mi residencia, y tan solo unos metros, podía ver una ambulancia llevándose un cuerpo, cubierto por completo por una manta. Corrí asustado pensando en lo peor y, así fue. Un simple disparo, la arrebato de mis manos. Y para culminar el día, se llevaron a mi hija en plena luz del día.

***

Me levante en la mañana, a tan solo unas horas de lo que solía hacerlo hace mucho. Las cosas cambiaron: ahora no solo mi vida se había ido, sino que también el mundo con él. Al dejar la fuerza, un grupo asumió, desbastando todo a su pasó. Ni en mi mejor estado podría haberle hecho frente, eran demasiados.

Por mi largo trabajo, decidieron dejarme con vida, monitoreando un pequeño sector a tan solo unos cuantos kilómetros de mi casa. Decidí aceptar su oferta, para así, al menos tratar de encontrar a mi hija y esa última esperanza para continuar. Mis ánimos ya no eran los mismos y gran parte de mi vida se había perdido sin sentido. Al final de todo, esperé terminarla tal como la empecé, hundiéndome en lo más profundo.

***

“En los últimos días han asesinado a muchos jóvenes, con una edad promedio de 18 a 19 años, la policía está en medio del caso, es recomendable que los jóvenes de esta edad se mantengan refugiados en sus casas por su propia seguridad”

Miraba las noticias en mi celular para hacer tiempo antes de irme al trabajo. Recibí un mensaje esa mañana, no tenía remitente así que no sé quién podría haber sido. Al abrir el mensaje decía algo como:

«Estimado señor Kazuo Hayato, sabemos que estuvo fuera de servicio últimamente, y requerimos de sus servicios una vez más, si acepta, manténganos al tanto… atentamente H.P.»

¿Quién escribiría a estas horas? Evite pensar demasiado en el asunto, no quería pensar demasiado en eso. Me acerque hacia la alacena a tomar la última botella de alcohol que me quedaba «si esta vida no me mata, el dulce veneno de un buen cigarro y una botella de ron lo harán» musite. Se hacía la hora, así que tomé mis cosas y salí lentamente por la puerta delantera. Caminando hacia el trabajo, como todas las mañanas, me perdía en mis ideas. Una atmosfera lúgubre plagaba las calles: un camino completo de devastación. 

Pasó el tiempo y llegué hasta mi cárcel por los próximos años de mi vida. Cuatro metros cuadrados de paredes vacías, grises y descascaradas. Al menos una de las ventanas aún se mantenía intacta. 

Acercándome hacia la puerta note que la cerradura había sido forzada «este día comenzaba a ponerse interesante, sin dudarlo» prepare mi arma y entre sigilosamente. Al abrir la puerta poco a poco pude ver él lugar, todo estaba hecho un desorden. Pareciese que alguien hubiera estado buscando algo en especial, aunque no creo que hayan podido encontrar nada aquí. 

Cerca de la ventana al fondo de la oficina se vislumbraba unos pies que a un lado de mi escritorio. Al parecer y como si no fuera suficiente, esta persona habría entrado volando por la ventada tirando todo a su pasó. Talvez huía de algo, quién sabe. Me acerque a comprobar su estado. Tenía graves heridas en el cuerpo y un fuerte golpe en la cabeza, me sorprende que aun siga con vida. Tome el botiquín que siempre llevo en la oficina. Cure parte de sus heridas, al menos así estaría estable y despertaría en unas cuantas horas.



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En el texto hay: misterio, ciencia ficion, drama

Editado: 09.02.2022

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