Contra Todo

Capítulo 10 "Vulnerable"

Viernes, 24 de diciembre, 2021.

Hoy es víspera de navidad y el palacio es un caos, las mucamas y mayordomos corren de allá para acá limpiando y dando los últimos toques a la adornación navideña del palacio.

—Esto es completamente impresionante— comento Gabriela mirando el salón principal por completo.

—Bueno, la navidad es una gran celebración para todos— responde Max al entrar por la puerta. Gabriela instintivamente se tensa, se voltea y le sonríe.

—Hola, Max.

—Buenos días, Gabriela— y luego de eso silencio total, un incómodo silencio.

Ya casi se va a cumplir un mes desde que Gabriela llegó, sin embargo la relación entre Max y la chica simplemente no ha cambiado mucho, ambos se sienten incómodos al hablar entre sí y para qué mencionar cuando se encuentran los dos solos, como en este momento.

—Esto es incómodo— admitió Gabriela en voz baja. Max asintió en silencio dándole la razón— me pregunto si así se sintió Steph la primera vez que llegó con nosotros.

—No lo creo, a pesar de que Steph se haya criado con vampiros, siempre tuvo su lado licántropo a su lado, ya sea de parte de mi tío o simplemente de ella misma.

—Puede que tengas razón— suspiró—debe ser aún más incómodo y extraño para ti esta situación que para mí.

—Sí, admito que es raro que la ideología en la que te enseñaron a creer y a poner en práctica simplemente un día se desplome— el rey admiró el pino adornado que se encuentra en una esquina, sonrió al ver tanto regalo al pie de este— pero sabes, no es la primera vez que un licántropo corrompe toda mi enseñanza—admite mientras se sienta en unos de los sillones del enorme salón. Gabriela curiosa lo sigue y se sienta a un lado.

— ¿A no?— preguntó. Max respiró hondo y agachó su cabeza debatiéndose en si contarle a Gabriela sobre las gemelas Mont— ¿Hubo otro?— insistió. Finalmente Max sube la cabeza y la mira, por un instante pensó en decirle, solo tenía que saltarse la parte en la que las hermanas mueren, del parentesco con ella y que una de las gemelas era su Alma. Finalmente decidió en no contarle, se convenció a él mismo que todavía no era tiempo de contarle.

—No— negó con la cabeza—esa es una historia algo larga y complicada, algún día te la contaré, pero no quiero arruinar la navidad antes de que empiece — le sonríe. La chica dudo un segundo en si seguir insistiendo o no, pero prefirió no hacerlo y así no arruinar la poca relación que tenían entre ellos.

—Está bien, estaré esperando el día— sonrió de vuelta.

—Escucha, Gabriela, sé que al conocernos nuestra relación no partió muy bien que digamos, incluso amenacé con matarte y a tu hijo— admitió mirándola arrepentido— lo siento por eso— aprovechó de decir.

—No te preocupes, Max, eso estuvo saldado desde el momento en el que dejaste que me quedara y me acogiste en tu…— se calló buscando una palabra adecuada para el castillo ¿Debería decirle casa? ¿Hogar? ¿Reino? ¿O simplemente Catillo? Finalmente se decidió por hogar— hogar.

—Bueno, pero tampoco es como si después de hacer eso te tratara muy bien tampoco— admitió avergonzado— y eso fue simplemente porque no sabía cómo tratar contigo—suspiró— cometí errores en el pasado de los cuales me arrepiento más de lo que podrías llegar a creer y simplemente no quiero cometer esos mismos contigo— sonrió sarcástico— lo más irónico es que esos mismos errores que no quería cometer los estaba haciendo y sin darme cuenta. He tratado tanto tiempo así a tu especie que simplemente me salía natural sin darme cuenta y luego de haberlo hecho me daba cuenta de lo idiota que había sido—tragó saliva y relamió sus labios antes de apretarlos—ya te había dicho que no eras el primer licántropo con el que trato, pero esa vez fue completamente diferente, esta vez es un tema en el que no puedo meter mano y…—se calló antes reír nervioso. Gabriela sonrió comprensiva— lo siento, estoy divagando.

—No, entiendo bien lo que quieres decir.

—Quiero hacer las cosas bien ¿De acuerdo? Mi esposa tenía razón al decirme que esta enemistad entre especie debía acabar, soy consciente de cuántas personas han pagado por esta ideología— bajó la cabeza y apoyo sus codos en sus rodillas recordando a Margot, Kenia, Heller, a los miles de licántropos que mató a lo largo de los siglos y a los vampiros que han muerto frente a sus ojos ya sea por “traición” o por una lucha de territorio— ya no quiero eso.




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